Hoy se cumplen exactamente 365 días de aquel 15 de noviembre del 2017 inolvidable. Alrededor de las 11:15 pm, la selección peruana de fútbol lograba clasificar a un mundial después de 36 años. Una desafortunada selección de Nueva Zelanda recibió dos goles, y no logró embocar alguno en el Estadio Nacional de Lima. El país entero estaba de fiesta. Hoy se celebra el día del hincha peruano incondicional. Tú, a quién quizás no le gusta mucho el fútbol de algún modo aquella noche también te contagiaste de la alegría. ¿Qué sucedió con el “equipo de todos” desde ese momento hasta ahora?
La gran desilusión
Esa es la palabra más precisa para describir la actuación de la selección en el último mundial de Rusia. La expectativa que habían generado en la gente había sido extremadamente grande. Se sabía que había que jugar contra Francia y que sería un grupo complicado. Sin embargo, la derrota en el partido inaugural contra Dinamarca –#PorquéCuevita– fue un baldazo de agua fría del cual, en mi opinión, el equipo nunca pudo reaccionar. Algunos tildaron la participación como fracaso, otros como un orgullo por haber jugado bien al fútbol por muchos momentos, pero sin poder llevar el juego al resultado. Opiniones distintas pero lo que no se puede negar es que fue una gran desilusión.
Una decisión que se hizo esperar y los siguientes amistosos
Que se iba, que se quedaba, que sería el próximo DT de la Selección Argentina, que se quería quedar. Mil versiones que surgieron en el mes de espera que Ricardo Gareca se tomó para renovar como técnico de la selección. Fue un final feliz en el que el comando técnico decidió continuar al mando. Después de unos primeros amistosos poco alentadores, vino la goleada contra Chile que, en mi opinión, le devolvió mucha confianza al equipo. La Copa América del próximo año en Brasil será un gran reto, pero el verdadero objetivo será volver a clasificar al mundial de fútbol del 2022.
¿Desafiliación? ¿La selección dejaría de pertenecer a la FIFA?
Este fue un rumor que caló hondo en varios medios de comunicación durante octubre. En mi opinión, todavía nos encontramos lejos de que el máximo ente del fútbol mundial tome esa decisión. Ojo, sí es una advertencia. Sucede que, en febrero de este año, nuestro impecable e íntegro Congreso de la República aprobó la Ley de Fortalecimiento de la FPF –A.K.A la “Ley Oviedo”. Esta consiste en que el proceso eleccionario de la FPF se efectuará al término del ciclo olímpico; es decir, la actual directiva de la FPF continuaría hasta el año 2020 cuando la gestión debía acabar en noviembre del 2018. Sí, este mes. El prestigiado directivo asumió como presidente de la federación en noviembre del 2014 y el mandato es de cuatro años.
El último 30 de octubre, el pleno del Congreso aprobó un dictamen de la comisión de educación para modificar la Ley Oviedo. La cuestión es la siguiente: A la FIFA le disgusta la idea de que el Estado se meta en el fútbol. Por esta razón, mandó una carta advirtiendo con una posible sanción en caso el Congreso de la República modificara la ley. Si es que tomamos el ejemplo de países como Argentina y Uruguay, podemos ver que lo que suele hacer el máximo ente del fútbol cuando existen problemas con las federaciones : establecer una comisión normalizadora mucho antes de una suspensión. Por este motivo, aún veo como muy pronta y drástica dicha decisión.
Bajo la lupa
Párrafo aparte, cabe precisar que Oviedo también está siendo investigado por el Ministerio Público por supuestamente ser parte de la organización criminal “Los Cuellos Blancos del Puerto”. El presidente de la FPF habría sido financista de este grupo mafioso brindando, entre otras cosas, entradas y viáticos al último mundial al ex juez Hinostroza y al actual titular del Ministerio Público, Pedro Chavarry. Esperemos que sus problemas judiciales no afecten a la Federación.
Habrá que ver como continúan estas historias. Lo que sí queda bastante claro, es que la política y el fútbol siempre estuvieron relacionados.