Date unos minutos para observar a tus amigos que actualmente están en una relación. Ahora piensa en cómo eran antes de que estén en una… ¿hay algún cambio? Sí, las tallas de sus pantalones. Parece que el amor los ha llenado porque al ser tan grande, no cabe en el corazón y se debe irse a otro órgano: el estómago #MásTeQuieroMásEngordo.
¡Así es, señores! El amor y la inflación presentan una relación muy particular. Pero ¿es de correlación o causalidad?, ¿acaso más amor implica mayor peso ganado? Diversos estudios afirman que engordar es muy común entre las parejas felices: son gorditos pero felices. Por ejemplo, Meltzer (2012), luego de observar a 160 parejas durante 4 años, sostuvo que las parejas felices no se preocupan por “cuidar la línea”, pues se sienten estables en su relación. Por su parte, aquellas parejas poco felices o divorciadas cuidan más su aspecto físico, pues es importante al momento de ir de cacería volver a buscar una nueva “media naranja”
Asimismo, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) (2018) concluyó que la vida en pareja producía un aumento de peso de aproximadamente 4.5 kg. Esto luego de observar a 2,314 personas, de las cuales la mayoría eran mujeres #ChanchasSiempre #TengoHambre. Pero, ¿a qué se debe esta ganancia de peso luego de iniciar una relación? Pues bien, al parecer la respuesta que encuentran estos estudios es única: son felices, la comida los une #ÑamÑam #OinkOink.
¿Aún tienes dudas? Pues ahora para que tú, típic@ solter@ pero nunca sol@ #SoyYo, entiendas todas las etapas que existen durante una relación y cómo empieza el engorde “incremento” de amor.
Primero, se conocen y tienen una cita. ¿Dónde? En un restaurante o un café. Postres, comida, charla, risas… chape #OkNo. El ir a tragar comer es una estrategia, pues mientras disfrutan de deliciosos aperitivos, tienen un espacio para conocerse. Uno come y es feliz, entra en confianza, conversa de temas graciosos y es mucho más dichoso aún. Así que ya sabes… ¡invítal@ a comer! Todo va bien cuando se la pasan comiendo.
Segundo, cuando ya están en una relación o algo parecido y discuten o pelean, ¿Cómo se consuelan? Durante la separación, la comida te reconforta ¿o no? Por ejemplo, siempre que mis amigas se pelean con sus “flacos” las veo empujándose saboreando varios litros de helado y chocolate. Mis amigos son más prácticos: ¿unas chelas? #PanzaChelera.
Tercero, cuando se reconcilian, ¿cómo lo hacen? Lo común es pedirse perdón con regalos, o saliendo y conversando para finalmente, ir a cerdear comer.
Fíjate en los Instastories de tus amigos con una relación estable. ¿Qué están haciendo con sus parejas? C O M I E N D O. Y para colmo es lugares caros. Lunes, pollito a la brasa; martes, chifa; miércoles, makis; jueves, hamburguesas; viernes, Bembos; sábado, pizza; y domingo un bufet. Tú sólo te preguntas… ¿cómo tienen tanta “plata”, si cuando les pides prestado, “están aguja”? #MePierdes Incluso instalan Netflix para acompañarlo de canchita y tequeños.
En la Economía, si hay estabilidad en la relación, los individuos racionales perciben confianza y, ante ello, suelen consumir más. Por ende, no sólo se pueden inflar nuestros cuerpos, sino también la Economía #Khaaa #AlanMeEnamoró. Para explicar ello, vamos a definir a la felicidad como la satisfacción absoluta del individuo. Se entiende satisfacción absoluta a la utilidad recibida por una persona por todos los consumos que realiza y los bienes que posee, llevándola a tener sus necesidades completas – al menos parcialmente – (Clark, Frijters, y Shields, 2008). He aquí la relación económica: Una persona es más feliz a medida que consuma más.
Pero eso no es todo, piensa en el modelo macroeconómico más simple y complejo a la vez: equilibrio entre oferta Agregada (OA) y demanda Agregada (DA) en el corto plazo (corto, como la duración de tu relación #EmpezóLauraSad).
Sabemos que la OA se mantiene constante en el corto plazo, pues refleja la oferta total de todos los bienes y servicios de la economía.
Por su lado, la DA (en economía cerrada) muestra cómo afecta el nivel de precios a la producción.
En el equilibrio, la producción es igual a la demanda de bienes: la suma de consumo, inversión y gasto público; es decir, lo que se conoce como la curva IS. Es necesario percatarse de la variable C. Anteriormente, se demostró que las parejas son quienes consumen más porque lo desean y les genera felicidad. A medida que las parejas buscan pasar más tiempo juntos, y por ende, llenar sus “pancitas”, consumirán más. Un aumento en el consumo, conllevará a un aumento en la curva IS, lo que desplazará la DA.
Dado que la OA no responde inmediatamente, el exceso de demanda, generado por el mayor consumo, dará lugar a un cambio en el Nivel de Precios (NP) de la economía: inflación. Así, no sólo se inflan los comelones enamorados, sino también los precios de la Economía #TuFelicidadEsMiMenorPoderAdquisitivo. De este modo, tus amigos se vuelven gorditos y todos nos volvemos “más pobres”, pues nuestro poder adquisitivo disminuye asumiendo ingresos rígidos. He ahí la razón por la que tu “pata” siempre anda “misi@”, lo poco que tiene lo gasta en ir a comer con su flac@ #QueLesDure.
Moraleja: Quédate solter@ #xD. Mentira… Como todo en esta vida, es necesario un análisis costo – beneficio antes de tomar la decisión de tener pareja. Si bien el beneficio es “la felicidad”, el costo es la inflación a tu cuerpo y a la Economía. Pero calma, ¡no todo está perdido!, existen nuevas tendencias de vida fit y no fat que las parejas pueden practicar, por ejemplo, ir al Gym juntos, comer juntos, pero sano, u otras actividades que se puede disfrutar, sin desencadenar esa molesta “inflación” en sus vidas.