El 31 de octubre pasado será uno de los días de la canción criolla o Halloween difíciles de olvidar (no solo por la juerga que te pegaste hasta el amanecer), ya que fuimos testigos del fallo del juez San Richard Concepción Carhuancho. Tras mantenernos en zozobra desde el 24 de octubre, Carhuancho dio como fallo una prisión preventiva de 36 meses para la lideresa naranja.
Aunque lo nieguen los keikistas acérrimos, la encarcelación de la señora K demarca un duro golpe para Fuerza Popular, y profundiza su caída libre. A este hecho se le suma la desunión y debilidad, lo que se evidencia con la presencia de testigos protegidos procedentes de las filas de la agrupación. ¿Héroes? No lo creo.
¿Será este su final? Repasemos algunos hitos importantes.
Autogolpes
La Botika
En estas épocas es casi imposible que nadie pertenezca o haya pertenecido a una conversación grupal. En casi todos los casos preferimos que lo se conversa ahí se quede ahí. Sin embargo, sabemos que en muchos casos cuando involucramos a terceros todo termina saliendo a la luz (para bien o para mal).
En el caso de “la Botica” si bien era un chat grupal integrado por congresistas de un mismo partido, todo lo discutido no implicaba únicamente a los kongresistas. También involucraba a diversos fiscales, jueces, y personajes políticos sumamente importantes. Es decir, involucraba AL FUTURO DEL PERÚ.
Gracias a los screenshoots facilitados por el colaborador eficaz pudimos corroborar como los títeres congresistas eran manipulados (como tu por ella) por su lideresa. Otros temas clásicos en este grupo eran el blindaje y el raje.
Todos los sinsabores que deja este vergonzoso chat quedan resumidos en la siguiente frase:
“Fuerza Popular no es un partido, es una cárcel o, mejor, una botica cerrada, inoperativa, apagada, que lleva largos meses fuera de turno.”- Renato Cisneros.
Evidentemente ahora sin mami Keiko al pendiente los congresistas no saben efectivamente que acciones tomar. Sin titiritero brindan declaraciones poco nada atinadas (Leyla Chihuán en radio Exitosa), se enfrazcan en acaloradas discusiones (Bartra y Salaverry), y pedidos de atención como los de Bartra en el hemiciclo(#siempredigna please). Si bien esta serie de hechos alimentan la creatividad de todas aquellas personas que alegran nuestros días creando memes, ponen al descubierto la falta de interés de la fuerza número 1 por cumplir su verdadera labor.
Declaraciones que si pasarán factura
Ante tanta especulación el congresista Miguel Castro Grandez y Rolando Reategui (al mismo estilo de Hannah Montana) decidieron revelar que ambos son los flamantes testigos protegidos por la fiscalía. Evidentemente quedaron en el pasado los bailes en las campañas, los almuerzos y los negocios junto a la señora K.
Súper calientitas están las declaraciones que brindó el congresista Rolando Reategui a la fiscalía de lavado de activos en las que cuenta cómo se organizaban y nunca ejecutaban las famosas Fujirifas (un nuevo capítulo para la temporada). Aproximadamente 2 millones de soles provenientes de manera ilícita. Si bien ahora sabemos detalladamente dónde, cuándo y cómo se montó todo esta farsa, esto no nos sorprende. No debemos olvidar las declaraciones del fiscal José Domingo Pérez en las cuales detalla que Reategui (en ese momento mencionado como el testigo protegido TP-2017-55-8) y otras 2 personas afirmaron participar del pitufeo (técnica que consiste en realizar ingresos de dinero en cantidades pequeñas con la finalidad que no despierten sospechas) al que ya estaban acostumbrados.
El lado “bueno” de esta situación es que, según el abogado Luciano López, la cercanía que en algún momento tuvieron los testigos protegidos con la implicada afectará seriamente el proceso que está atravesando, ya que sus declaraciones , por haber sido participes de los delitos, serán de vital importancia en las investigaciones.
Aparentemente estamos ante la caída de uno de los partidos políticos que de alguna u otra manera controla a nuestro país. Si bien cada vez salen pruebas que alargan la historia y hunden al partido, todavía no se le da la estocada final.
Mientras tanto, la imagen, confianza e institucionalidad del país se sigue debilitando. Esperemos realmente aprender que es sumamente importante saber elegir a nuestras autoridades. Ojala no volvamos a cometer –por milésima vez– los mismos errores.