Carlos Vives estaba preocupado porque no iba a poder llevar a Shakira en su bicicleta por todos lados. Por lo menos no en Miraflores, ya que Los Portales había decidido cobrar por el parqueo de estas. Sin embargo, por suerte para Carlitos y para todos los ciclistas miraflorinos (?) la compañía decidió retractarse y extendió el servicio gratuito de parqueo.
La decisión de Los Portales fue duramente criticada porque se decía que, de haberse mantenido, hubiese desincentivado el uso de bicicletas, el cual el distrito buscaba promover. Pero, ¿en verdad habría sido un desincentivo? Más aún, ¿sólo hay aspectos negativos o se puede rescatar algún punto positivo?
En primer lugar, el uso de bicicletas no se reduciría de ninguna forma. Simplemente, las personas que no están dispuestas a pagar por ese servicio tendrían que buscar otro lugar para estacionar su vehículo. Como el alcalde de Miraflores Jorge Muñoz es la voz (?), ha ido impulsando programas – como Se acepta bici – para crear nuevos espacios de estacionamientos gratuitos alrededor del distrito.
Así, el ciclista que no quiere pagar por una mayor seguridad también tiene que poner de su parte y buscar estos espacios. Tiene que ser lo suficientemente responsable para entender que no la puede dejar en cualquiera lado, ya que altera el orden público del distrito. Los Portales también debe ser lo suficientemente sensatos para establecer tarifas proporcionales de acuerdo al espacio que ocupan las bicicletas.
En segundo lugar, el gran aspecto positivo a destacar es que el privado se involucre – indirectamente – en ayudar a resolver una problemática distrital – falta de espacios adecuados para estacionar bicicletas. En particular, es un gran aporte que brinde parte de su infraestructura para estacionamientos.
Al alcalde Muñoz le sonríe la vida. Este amigo no buscado debería ser la excusa para establecer alianzas con una red más amplia de privados. Más aún, debería tomarlos en cuenta para el desarrollo de una política distrital en cuanto a bicicletas. El punto específico a tratar con ellos es un sistema adecuado de estacionamientos. Pues, para el municipio es más fácil crear espacios dispersos por todo el distrito, pero de baja capacidad. Para el privado es más fácil los espacios concentrados de alta capacidad – como en el Parque Kennedy.
Esta alianza estratégica permitiría aprovechar todos los beneficios del ciclismo urbano y no sufrir las externalidades negativas por una mala regulación. El resultado es el logro del orden público del cual todos se benefician.
Miraflores podría ser un caso de éxito, pero esto no debería quedar solo a nivel distrital, sino a nivel de ciudad. Sería más eficiente que los distritos trabajen conjuntamente en vez de esfuerzos aislados – como los de San Isidro o San Borja. En este punto entra la figura del alcalde de Lima. De darse, Castañeda pasaría de roba pero hace obra; a roba pero hace política pública.