La telenovela del Brexit nos tiene un nuevo capítulo que pone en suspenso a todo el mundo para variar. El pasado jueves 21, la Unión Europea (UE), a pedido de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, decidió extender el plazo para la salida del Reino Unido, el cual se había acordado inicialmente para el viernes 29 de marzo.
Si bien accedieron a su pedido, no le dieron el gusto a May de aplazarlo hasta el 30 de junio como propuso inicialmente, sino que el plazo lo han fijado en función de cómo se desarrollen los hechos en las próximas semanas. Y es que todo dependerá de si May logra convencer al Parlamento británico sobre su propuesta para el llamado ‘acuerdo de divorcio’ entre ambas partes. Si May consigue ello, la UE le dará hasta el 22 de mayo, para que se pueda aprobar la legislación para una salida ordenada. Esto implicaría que el periodo de transición se podría extender hasta el 31 de diciembre de 2020, en donde la relación entre Reino Unido y la UE permanecería sin cambios.
Sin embargo, si el acuerdo es rechazado por tercera vez (y esperemos que a la tercera sea la vencida) la UE le daría hasta el 12 de abril, para que el Reino Unido decida cómo va a seguir con el proceso.
Pero ¿por qué no se ha aprobado este acuerdo hasta ahora?
El punto clave y por el que no se ponen de acuerdo en el Parlamento británico, es el establecimiento de una ‘salvaguarda’ que pueda evitar la instalación de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte (una de las cuatro naciones que conforma el Reino Unido). Dado que desde que se firmó el Acuerdo de Belfast, en 1998, no existen barreras físicas entre ambos países.
Sin embargo, si el Reino Unido dejara de pertenecer a la unión aduanera de la UE, como propone May, cabría la posibilidad de que estas barreras tengan que volver a establecerse. Por tal motivo, se propuso que, mientras no se encuentre ninguna solución alternativa, Reino Unido siga perteneciendo a la unión aduanera de la UE, e Irlanda del Norte debería regirse a las reglas del mercado común europeo. Este es precisamente el punto que rechazan muchos de los diputados del Partido Unionista Democrático y otros parlamentarios conservadores, que representan piezas claves para el gobierno de Theresa May.
Entonces, ¿qué esperar este 12 de abril?
Esta fecha representa el último día que se tiene para decidir la participación británica en las elecciones del Parlamento Europeo de este año, y la razón principal por la cual se consideró dar una extensión significativa al Artículo 50, referente a la salida de un Estado de la UE.
Como ya se mencionó anteriormente, si llegada la fecha no se ha aprobado un acuerdo en el parlamento británico, pero al menos se ha llegado a un acuerdo en la estrategia que seguirán en adelante, la Unión Europea podría extender el plazo hasta el 22 de mayo.
Sin embargo, el Reino Unido tendrá que aceptar su participación en los comicios europeos, lo que podría generar la celebración de elecciones generales, o incluso un segundo Brexit.
Y es que sí, el Brexit no es definitivo y podría evitarse (sí, todo este drama podría ser inútil, gracias David Cameron). Según Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, Reino Unido todavía tiene las puertas abiertas, ya sea para llegar a un acuerdo, no llevar a cabo ninguno, pedir una extensión más prolongada o revocar el mencionado Artículo 50 de la UE.
Por otro lado, se cree que un acuerdo distinto al que está siendo discutido actualmente por parte de May podría lograr la mayoría parlamentaria, aunque hay bastante escepticismo sobre si se sabrá aprovechar el nuevo plazo, y si solo se está retrasando lo inevitable: la salida de Reino Unido de la UE.
Si bien la posibilidad de un ‘Brexit duro’ se ha disipado para este 29 de marzo, esto no implica que no pueda ocurrir el 12 de abril. Y si se están preguntando, ¿qué es un ‘Brexit duro’?, pues no es más que, si llegada la fecha final del plazo no hay ningún acuerdo por ninguna de las partes, el Reino Unido dejaría de ser parte de la UE. Lo que implica que el comercio entre ambas partes se regiría bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como con cualquier otro país. Es decir, se volverán a establecer los aranceles y controles aduaneros (No me quiero ir, Sr. Stark).
Y… ¿el 22 de mayo?
De llegar a un acuerdo, el Reino Unido tendría hasta el 22 de mayo para que se pueda aprobar la legislación para una salida ordenada. Esta fecha fue decidida teniendo en cuenta los comicios del 23 al 26 de mayo, dado que muchos líderes de la UE consideran que para que se garantice el adecuado funcionamiento de las instituciones europeas es necesario tener clara cuál es la situación con el Reino Unido para esas fechas.
Lo cierto es que esta prórroga ha provocado que las autoridades europeas tilden de ‘patética’ la situación en el parlamento británico, e incluso la revista The Economist fue más lejos y calificó de ‘hazmerreír’ a la imagen que está dando el Reino Unido.
Por ahora solo queda ver cómo se irá desarrollando el tema en las próximas semanas para conocer el desenlace de esta telenovela, que parece no tener un final claro hasta la fecha.
Elaboración Propia
Editado por: Pierina Paytán