Para ti, que estás en el cielo…
Un día me pregunté ¿qué es ser mamá? Y la mejor manera para responder esta pregunta es recordando los 27 años que estuvimos juntas.
Mamá es entregar todo tu corazón y tus fuerzas cada día para sacar a tus hijos adelante y enseñarles a vivir. Es querer disfrutar cada momento al máximo. Es tener sentimientos encontrados al ver cómo los hijos van creciendo, sintiendo nostalgia por cada paso que dan en esta vida. Es descubrir el amor incondicional, un amor que, a su vez, es infinito. Es pensar por dos: en tus hijos y en ti misma.
Y nosotros, como hijos, ¿qué hacemos para retribuir ese amor? A veces no llegamos a valorar toda la dedicación y el tiempo que ellas nos brindan. No esperemos llegar a este día para decirle cuánto las queremos, para que amanezca y reciban el desayuno en la cama o incluso las flores que mandamos a pedir con papá. No esperemos juntar a toda la familia y hacer un brindis por ellas u olvidar de comprar el regalo que quedamos con todos los hermanos.
Muchas de ellas ya no están presentes con nosotros, pero dejaron una gran lección: la importancia de su paso por nuestra vida Al punto que llegamos a descubrir que los ángeles existen, que te acompañan, te guían, te protegen y sobretodo te envían todas las energías para salir adelante. El pensar que te están cuidando desde el cielo, hace que tu corazón sienta que están aquí a tu lado, que celebran día a día lo lindo que es ser mamá.
Hoy es tu día y lo celebro como todos los días: abrazando tus recuerdos, imaginando tu sonrisa, sintiendo tus caricias, orgullosa por la mujer valiente que me enseñó este mundo y, sobretodo, agradecida por haber sido parte de tu vida, mamá.