A pesar de que últimamente el autoritarismo parece haberse puesto de moda, todavía no cabe duda de que la única dictadura que califica como totalitaria y la más opresiva del mundo es Corea del Norte. Sin embargo, en el presente artículo vamos a hablar de la categoría de dictadura estrafalaria. Este puesto le pertenece a Turkmenistán, república ex soviética en la que el gobierno parece haberse tornado más opresivo tras la disolución del bloque comunista. En Turkmenistán no hay libertad de prensa, las detenciones arbitrarias abundan, y un entrevistado por la cadena de noticias Al Jazeera lo describe como “uno de los peores lugares para vivir en el mundo”.
Para responder a la pregunta de por qué Turkmenistán es hoy una dictadura opresiva y estrafalaria, tenemos que hablar del actual líder de Turkmenistán: Gurbanguly Berdimuhamedov, gran atleta y artista; y de su predecesor. El actual presidente ascendió en el 2006 tras la muerte del anterior líder, Saparmurat Niyazov.
Berdimuhamedov, a pesar de todo lo que estás por leer, no se acerca a superar a su predecesor en cuanto a narcisismo se refiere. Niyazov, además de tener una estatua que gira para estar mirando siempre al Sol, escribió el Ruhnama, un libro autobiográfico y de historia revisionista escrito con el fin de guiar moral y espiritualmente a la nación turcomana. Asimismo, Niyazov cambió los nombres de los meses y al mes de setiembre le otorgó el nombre de su libro, Ruhnama. Su influencia también se manifestó en la educación, pues en los colegios se reemplazaron las clases de álgebra, física y educación física para recibir la luz sagrada de Niyazov. En el plano religioso, el libro Ruhnana merece la misma reverencia que al Corán en Turkmenistán, y el propio Niyazov aseguraba que si lo leías tres veces accederías al paraíso. Claramente, el Ruhnama se encuentra en una liga distinta al Libro Negro de Mao Zedong.
¿Recuerdas cuando se creyó que el líder norcoreano Kim Yong Un se encontraba muerto? Nunca se hizo una declaración oficial a la prensa internacional. Distinta fue la situación el año pasado, cuando circularon los mismos rumores respecto a Berdimuhamedov, el presidente de Turkmenistán. Para desmentir dicho rumor, el gobierno publicó un video de 20 minutos mostrando las “vacaciones” de Berdimuhamedov, el cual incluía un clip en el que este manejaba su carro deportivo alrededor de la “Puerta al Infierno”. De seguro que es cansado tener que gobernar un país de por vida. ¿Qué es la “Puerta al Infierno”? En tiempos soviéticos (recordemos que Turkmenistán es una república ex soviética), exactamente en 1979, una plataforma de extracción de gas se hundió tras un incidente humano y dejó un hoyo gigante por el que se escapó el valioso combustible fósil y pasó a conocerse como la “Puerta al Infierno”. Los ingenieros no tuvieron mejor idea que prenderle fuego a este pozo, hecho que inició la maldición por la cual este país está condenado a vivir situaciones tan icónicas como las descritas. En lugar de aprovechar el potencial turístico que puede tener un pozo de fuego que literalmente durará milenios, el gobierno lo utiliza para que su gran líder le diga al mundo que no está muerto.
Pero esto no significa que Turkmenistán quiera cerrarse al turismo: Ashgabat, la capital turcomana, pasó por un intento de convertirse en el equivalente centroasiático de Las Vegas. Durante el gobierno de Berdimuhamedov se intentó el proyecto Avaza: un distrito que atraería a un sinfín turistas con múltiples casinos y hoteles, los cuales hasta ahora no exceden el 30% de su aforo nada más porque al Estado se le olvidó emitir las visas para extranjeros. Turkmenistán es uno de los países con las políticas migratorias más estrictas y, en consecuencia, uno de los menos visitados en todo el mundo. Si tienes el honor de recibir esta visa y te gusta la privacidad, no dudes en visitar Ashgabat, tan divertida como Las Vegas, Nevada y tan vacía como Pyongyang, Corea del Norte. De animarte a visitar Turkmenistán, no lleves el video en tu celular en el que Berdimuhamedov se cae de un caballo en plena competencia, pues revisan todos los dispositivos electrónicos para decomisarlos, recordemos que es una dictadura.
Y hablando de caballos, Berdimuhamedov claramente está obsesionado con los caballos, en especial con la raza oriunda turcomana, los Akhal-Teke, pues él es propietario de 600 de estos especímenes, casi la décima parte del total global. De su repertorio de Akhal-Tekes, uno en particular recibió un poema, el cual fue leído por él mismo en pleno mensaje a la Nación. Y, como todo dictador del mundo, no podía faltar el monumento en el cual sale montando un caballo.
Por si todo esto te parece poco para calificar a Turkmenistán de ser una dictadura particular, este país presenta un gran número de Record Guinness. Por ejemplo, el récord para el libro con el monumento más grande no va para la Biblia ni Don Quijote; va para el Ruhmana. A este hay que sumarle el récord a la mayor concentración de edificios cubiertos en mármol blanco, el desfile de bicicletas de una hilera más largo, la rueda de la fortuna cubierta más grande (la cual no funciona), el mural más grande de una estrella, el mayor número de fuentes en un espacio público, etc. Ahora podemos darnos cuenta de por qué Turkmenistán es una dictadura estrafalaria.
Ya antes he mencionado cómo es que acá parece importar si comes chicharrón para ver cuánto te dejan hacer. El paradigma según el cual las elecciones libres y transparentes darán al mejor líder parece no ser necesariamente cierto. Con esto no me refiero a que nos encontremos en una dictadura con libertades nulas y procesos completamente arbitrarios, sino que, en cuanto se trata de tener verdaderos “presidentes de lujo”, el circo termina siendo mucho más importante, tanto acá como en Turkmenistán. A fin de cuentas, no creo que nos encontremos tan lejos de un líder autoritario con aspiraciones poéticas y necesidad de crear un circo en el que él sea el centro de atención. Por otra parte, si Turkmenistán hasta ahora no se ha encontrado en amenaza de recibir unas 500 toneladas de democracia por el gobierno estadounidense, es porque en ningún momento se ha opuesto a ellos. Si hay una lección en todo esto, es que ser un país estrafalario y diferente es una mucho mejor forma de hacerte popular que hacerte conocido por luchar contra el imperialismo de Estados Unidos.
Fuentes:
https://www.guinnessworldrecords.com/search?term=turkmenistan
