El brexit, una de las palabras más usadas desde el 2015 que la mayoría no entiende, y entre esa mayoría se encuentra el equivalente de Trump en Londres, ex alcalde de esa misma ciudad, Boris Johnson. En su momento, Johnson se paseó en un bus por todo el Reino Unido con una frase engañosa que terminó resultando que un primer ministro llamara a un referéndum que decidió que los cuatro (sí, cuatro) países que conforman el Reino Unido se retiraran de la Unión Europea. A pesar de todo eso, ese mismo año se nos dio una cantidad increíble de memes de Mel Gibson como William Wallace debido a que ese referéndum hizo que Escocia votara por su independencia.
El tema es que ya han pasado tres años desde que ocurrió ese referéndum; es decir, desde que el primer ministro más irresponsable del Reino Unido, David Cameron, decidió renunciar porque creía que iba a ganar la opción de quedarse… no entiendo esta necesidad de los países del primer mundo de comportarse como repúblicas bananeras (igual, te amo Perú). El tema con brexit iba a ser una transición que podía ser bastante tranquila, la Unión Europea (UE) le dio esa opción al Reino Unido, pero parece que el Reino Unido vio todas las tonterías que hacía Estados Unidos y dijo “Sostén mi cerveza y mira cómo lo hago mejor”. En estos últimos años, el títere que reemplazó a David Cameron, llamado Theresa May, estuvo negociando con un grupo de políticos europeos enojados para conseguir un plan de transición que no afectara tanto al país que la eligió; sin embargo -y esto parece algo común en las cámaras legislativas alrededor del mundo- el parlamento británico decidió no aceptar ese trato. Algo que la UE tomó de una manera bastante negativa: es el equivalente político de tu flaca diciéndote que no te preocupes por un chico y verla saliendo con él dos semanas después de terminar #ElAmorDuele.
El parlamento votó de manera histórica; es decir, el plan propuesto por Theresa May después de años de negociación con la UE recibió la peor derrota en el parlamento con tan solo 202 votos a favor (suena a muchos votos, pero recibió 432 votos en contra). Pensaba que me sentía mal del 14 de febrero que saqué un ensayo que hice en una noche… me preguntó si May está llorando en su ducha. Ella tiene un mes para revisar el trato y presentarle una nueva propuesta al parlamento para mediados de marzo, pero la UE dice que ya no planea negociar más. Parece que el peor escenario va a ocurrir y Patricio Parodi va a ser presidente de la república, perdón, que el Reino Unido va a tener que retirarse de la UE sin un tratado.
El principal punto de objeción tiene que ver con las fronteras; algo que no sólo molesta a México y Estados Unidos o Venezuela y Colombia o Venezuela y Brasil o Venezuela y Guyana… ya saben a dónde va esto. Si no saben, Irlanda es una isla dividida en dos: Irlanda del Norte e Irlanda, y el Reino Unido incluye Irlanda del Norte. Desde la primera guerra mundial que hay tensiones en el borde entre el Reino Unido y el resto de Irlanda, tanto que ha ocurrido disparos a los puntos de cruce hasta 1980. Esto se resolvió eliminando la frontera con los tratados de libre movimiento de la Unión Europea, eliminándose todos los puntos de cruce. Los trabajadores de aduana de Irlanda del Norte han declarado tener miedo en volver a sus puestos de trabajo pues pueden ser víctimas de atentados.
En otros aspectos, el libre movimiento significa que las importaciones de la UE ya no tienen que pasar los controles migratorios al entrar al territorio británico: sin un tratado estos volverán a ser puestos en lugar. Una demora de 17 segundos por camión significaría que cargar los barcos que llegan desde el continente puede llegar a demorar 6 días.
En varias entrevistas a productores del Reino Unido se muestra que se arrepienten de haber votado por retirarse dado que no habían pensado en este aspecto a la hora de votar. No obstante, el punto es bastante simple: una decisión de esta magnitud no se le puede dejar a la población, teniendo en cuenta que es un tema bastante complicado que incluye políticas aduaneras, diplomáticas y económicas. Por eso es que existen las democracias representativas, para que los electos tomen estas decisiones informadas por nosotros.