Actualmente, nos encontramos en las vísperas de una nueva revolución, la cual verá el surgimiento de la inteligencia artificial y el declive de la fuerza de trabajo humana #OMG.
Bueno, tal vez mi introducción sea algo sensacionalista, pero muchas mentes brillantes tienen ideas similares. Esto es, la inteligencia artificial está llegando al punto de realizar tareas que se creían exclusivas para los humanos y, ya que las máquinas no requieren de un sueldo, resultará más rentable utilizarlas en dichas tareas, que contratar humanos. Tan solo hace falta ver el reciente reemplazo de 60,000 empleados de Foxconn (una de las 10 compañías con más empleados del mundo), por robots.
Los postulantes de este escenario no son pocos ni, mucho menos, poco calificados para hacer este tipo de predicciones. Por ejemplo, Stephen Hawking, conocido por la película “La Teoría del Todo” (además de unas cuantas contribuciones al campo de la Física), asegura que “la automatización de las fábricas ya ha diezmado los puestos de trabajo en la fabricación tradicional, y el aumento de la inteligencia artificial probablemente extienda la destrucción de este trabajo a las clases medias, quedando solo los roles más cuidados, creativos o supervisores”, evidenciando que hasta las mentes más brillantes creen que se va a dar una automatización laboral, que quebrantará la estructura económica que tenemos.
Por otro lado, muchos juran que las máquinas jamás van a poder lograr tener ese toque que hace del trabajo humano algo “único”, como hacer obras de arte o predecir conductas humanas. Sin embargo, los recientes avances en el campo muestran todo lo contrario.
Para comenzar, IBM ha desarrollado un interesante juguete al que llaman el amigo Watson, el cual es un sistema informático de inteligencia artificial, el cual no solo puede responder preguntas formuladas de forma natural para ganar juegos gringos, sino que puede analizar más información que cualquier humano para armar un portafolio de inversiones perfecto, haciendo un mejor trabajo que cualquier corredor de bolsa humano. Y no solo eso, sino que es capaz de analizar los momentos y emociones de una película, para así determinar cuál es el mejor tráiler para la película (el tráiler que hizo es algo perturbador, pero creo que esa era la intención).
Asimismo, nuestros amigos de Google desarrollaron diversos programas de redes neuronales (no, no usan cerebros) para abordar varias tareas. Por ejemplo, su compañía DeepMind ha creado una inteligencia artificial capaz de aprender a caminar, correr, saltar y trepar, sin haberle dado instrucciones de cómo hacerlo (sinceramente, es bastante divertido ver cómo lo hace). Por su cuenta, otra compañía de Google, DeepDream (me parece ver un patrón en los nombres), logró crear una máquina que crea obras de arte #wut a partir de fotografías ya existentes, así como nuevos sonidos de instrumentos musicales a partir de piezas de sonido preexistentes. Si bien los resultados pueden ser algo bizarros, se puede llegar a apreciar las obras que esta máquina crea.
Por su lado, varios centros educativos tienen sus propias inteligencias artificiales, con aplicaciones totalmente diferentes, como el asistente de profesor de Georgia Tech, el cual logró pasar como humano ante cientos de estudiantes; o los artistas artificiales de Charleston, que pueden crear nuevos estilos de arte y hasta un corto animado de 12 minutos.
Ahora, viendo solo algunas de las muchas (MUCHAS) cosas que la inteligencia artificial puede lograr, es fácil ver por qué investigadores de la universidad de Oxford hicieron un estudio en el cual se predice cuáles oficios son aquellos con mayores probabilidades de ser automatizados. En él compararon más de 700 trabajos, tomando en cuenta la dificultad del trabajo manual, así como el nivel de instrucción requerido. Así, formaron una lista con las probabilidades de automatización de los trabajos estudiados, encontrándose en el fondo varias especialidades de salud (<1%), mientras que los trabajos con mayor riesgo eran trabajos administrativos y de ventas (~95%).
En definitiva, la inteligencia artificial promete reemplazar a la labor humana en una gran cantidad de trabajos. Por ello, es necesario crear soluciones para la inevitable ola de desempleo que la revolución de la inteligencia artificial traerá. Algunos dicen que esto es algo que siempre ocurre, como cuando se inventó el carro y todos creían que ello iba a terminar con la economía de los carruajes; otros aseguran que se necesitará un salario mínimo universal, sin importar si se cuenta con un trabajo o no; mientras que otros apuestan todo por una situación tipo Terminator. Sin importar cuál sea tu postura respecto a este tema, hay algo seguro: los robots están llegando; y quieren tu trabajo.