Muchos de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos necesitado de un amigo policía para resolver algún problema en específico. Si no es así, siempre está el piña al que le robaron la billetera en el micro y tuvo que ir a la comisaría a denunciar el robo; así como el que fue a denunciar al sujeto que le chocó el carro y le hicieron la vida imposible con los trámites. Estas situaciones están respaldadas en cifras del INEI: el 30.8% de la población del área urbana ha sido víctima de algún acto delictivo. Debido al proceso que se debe seguir, la mayoría emite opiniones m̶a̶c̶h̶e̶t̶e̶r̶a̶s negativas sobre la labor que desempeña este organismo del Estado. Sin embargo, también es cierto que las responsabilidades que abarca no se limitan a recibir y procesar denuncias y simplemente generalizamos su accionar teniendo como referencia las malas experiencias (muchas veces ni siquiera nuestras).
Si bien una de las funciones y atribuciones presentes en la Ley Orgánica de la Policía Nacional del Perú (PNP de ahora en adelante) incluye hacerse cargo de la investigación y sanción de delitos, también son primordiales la protección de poblaciones vulnerables, el cumplimiento de disposiciones concernientes a la protección y conservación de recursos naturales, fauna y flora, la participación en la Defensa Nacional, la seguridad ciudadana, etc. Quisiera hacer hincapié en esta última función, pues considero que es una de las más importantes y sacrificadas debido al alto riesgo que puede implicar. En el mes de Marzo, dos oficiales intervinieron a un grupo de delincuentes luego de que estos asaltaran a un hombre que se retiraba de un cajero en el Rímac, arrebatándole una fuerte suma de dinero. Posteriormente, se desencadenó una balacera entre ambas partes que dejó como saldo la muerte de dos policías. Según la Oficina de Personal de la PNP, en el 2014, 13 policías murieron en balaceras desempeñando sus labores en Lima y Callao. Pregunta curiosa: #QueLevanteLaMano ¿cuántos estaríamos dispuestos a perseguir delincuentes altamente peligrosos para recuperar dinero ajeno?
La respuesta de la mayoría
Otra función respetable de la PNP es la Defensa Nacional. Hace algunas semanas fallecieron 8 militares cumpliendo su labor en el VRAEM, no obstante, esta noticia no tuvo mayor repercusión en Lima debido a los comicios electorales #FlashbackAños90. Si bien las fuerzas armadas no pertenecen a la PNP, este organismo también dispone que una parte de sus fuerzas se unan a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico en uno de los lugares más peligrosos del país. En los últimos años, el número de efectivos policiales derivados al VRAEM ha ido creciendo debido a la demanda de personal de orden en esta zona de urgencia, al igual que la inversión en equipamiento e infraestructura (según el portal de Presidencia del Perú, en el 2014 se invirtió más de 1500 millones de soles).
Gracias por tanto, perdón por tan poco (?)
Finalmente, la última labor resaltante que me gustaría rescatar es la de informar a la ciudadanía en materia de leyes, derechos y deberes. Si el lector es tan fan de las redes sociales como lo es esta redactora, sabrá que la Policía Nacional del Perú está en Facebook y que su community manager (el encargado de redactar y compartir los posts de la página) es probablemente el más cotizado del mercado. Han conseguido llegar al público de una manera inusual pero efectiva, pues los comentarios que reciben son casi siempre positivos y, a su vez, cumplen con la función antes mencionada de una forma innovadora y creativa.
Alguien dele un premio a este Community Manager por favor
Considero que, antes de generalizar el concepto de un organismo compuesto por personas que son capaces de dar la vida por la ciudadanía ejerciendo sus funciones, es importante analizar si, ante un problema, la responsabilidad recae en las disposiciones de la PNP o en e̶l̶ ̶s̶i̶s̶t̶e̶m̶a̶ ̶j̶u̶r̶í̶d̶i̶c̶o̶,̶ ̶l̶e̶g̶a̶l̶,̶ ̶e̶t̶c otro ente. Sí, es cierto que la PNP puede tener fallas como organización y, sí, muchas veces es responsabilidad de esos oficiales poco carismáticos que se levantaron con ganas de arruinarnos el día, pero ahí es donde empieza nuestro derecho y deber, como ciudadanos, de exigir autoridades competentes al mando. También debe ser una prioridad del gobierno facilitar la infraestructura, capacitación y herramientas necesarias para que la PNP pueda desarrollar sus labores día a día, especialmente aquellos que se encuentran en zonas de urgencia. Asimismo, no debemos dejarnos llevar completamente por todo lo malo que escuchamos y lo mejor, antes de emitir una opinión que pone en tela de juicio el prestigio de toda una organización, es contar con información completa.
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