La obesidad y el sobrepeso son enfermedades crónicas no transmisibles, las cuales están definidas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la acumulación anormal y excesiva de grasa que puede resultar perjudicial para la salud. Una de las maneras más fáciles y rápidas para el diagnóstico es midiendo el índice de masa corporal (IMC) de una persona.
El IMC se obtiene dividiendo el peso de la persona (en kilogramos) entre la altura de la persona (en metros) al cuadrado. [IMC] = peso [kg]/altura del cuerpo [m2 ]). La obesidad puede ser definida con un IMC mayor a 30, según la OMS y se considera sobrepeso a una persona con un IMC entre 25 a 30, por ello es considerado como una condición intermedia entre el peso normal y la obesidad.
La prevalencia del sobrepeso y la obesidad ha aumentado rápidamente en todo el mundo. En el Perú, el 60% de la población mayor de 15 años padece de dichas enfermedades. El IMC promedio de nuestra población es 27, lo que nos describe como una población con sobrepeso con creciente tendencia a la obesidad.(1) Estas estadísticas son de suma importancia, ya que tener un exceso de peso incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II, insuficiencia renal, entre otras.
Debido a las complicaciones y alta morbilidad que se presentan con obesidad, durante la pandemia del COVID-19 que estamos atravesando, se ha demostrado que, las personas obesas (menores de 60 años) contagiadas del virus, suelen tener mayores complicaciones. Diversos estudios han determinado que, las personas obesas son los pacientes admitidos con mayor frecuencia a la unidad de cuidados intensivos (UCI). (2) Asimismo, se ha visto que las personas con un IMC a partir de 35 tienen tres veces más probabilidades de fallecer por la infección, en comparación con los pacientes con IMC saludable.(3) Aquello pone la obesidad como un factor de riesgo crítico en la lucha contra el coronavirus.
Recientemente, en la resolución ministerial 265-2020 publicada el 7 de mayo del presente año, el Ministerio de salud (MINSA) ha declarado un IMC de 40 o más para considerar un trabajador con obesidad como vulnerable. Esto quiere decir que, las personas obesas tipo I y II (IMC de 30 a 39.9) podrán volver a trabajar con normalidad una vez acabada la cuarentena. Cabe resaltar que, la diferencia de 1 o 2 unidades de IMC es clínicamente significativa, ya que son entre 3 a 4 kilos por unidad. La baja de peso de esas unidades puede indicar mejoras en el perfil cardiovascular. (4)
Esto resulta extraño porque anteriormente, en la resolución ministerial 239-2020, se emitió el lineamiento técnico para la vigilancia, prevención y control de salud, donde claramente se identifica a los obesos como una población de riesgo frente al coronavirus. Sin embargo, el MINSA cambió de opinión. Actualmente, la población peruana con un IMC de 40 acarrea sólo un 1%. Esto quiere decir que, el resto personas con obesidad – que son el 21.8%- serán expuestos al virus finalizada la cuarentena. La nueva normativa pone en juego la salud de miles de peruanos que padecen dicha enfermedad porque, como ya se mencionó, es la población más propensa a llenar las camas de UCI en los hospitales.
La intención de dicha normativa es que la mayor cantidad de personas pueda salir a trabajar terminado el periodo de aislamiento social, de manera que puedan continuar contribuyendo al crecimiento económico del país. Sin embargo, permitir que personas obesas salgan a trabajar es lo que llaman un “suicidio laboral” pues lo más probable es que la mayoría de obesos, de ser contagiados por el virus, padezcan complicaciones futuras y los inhabilite por un periodo más largo.
Se tiene que priorizar la salud de la población. Si no tenemos personas sanas, económicamente activas, el país no logrará mayor avance. El incremento del IMC permitido expone a un grupo vulnerable de la población y, si esta norma continua, aquello puede afectar negativamente a nuestro sistema de salud, pues los casos en situación crítica aumentarían en gran medida.
En nuestro país, la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en personas adultas, económicamente activas, hace que este problema sea aún más alarmante, ya que es una gran parte de la población la que se vería perjudicada debido a la nueva normativa. Muchas entidades, como el colegio de nutricionistas del Perú, han manifestado su preocupación ante la reciente resolución y consideran que se deben tomar las medidas apropiadas para evitar que el coronavirus infecte a más peruanos.
Referencias:
- ENDES. (2018) Enfermedades no transmisibles y transmisibles. Obtenido de: https://proyectos.inei.gob.pe/endes/2018/SALUD/ENFERMEDADES_ENDES_2018.pdf
- Simonnet A, Chetboun M. (2020). High prevalence of obesity in severe acute respiratory syndrome coronavirus-2 (SARS-CoV-2) requiring invasive mechanical ventilation. Obtenido de: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32271993
- Lighter J, Phillips M. (2020). Obesity in patients younger than 60 years is a risk factor for Covid-19 hospital admission. Obtenido de: https://academic.oup.com/cid/advance-article/doi/10.1093/cid/ciaa415/5818333
- Elliot E. (2014). Dietas de bajo índice glucémico o baja carga glucémica para el sobrepeso y la obesidad. Obtenido de: https://www.researchgate.net/publication/268182121_Dietas_de_bajo_indice_glucemico_o_baja_carga_glucemica_para_el_sobrepeso_y_la_obesidad