Si estás leyendo este artículo hoy, probablemente ya sepas que nos quedaremos en casa dos semanas más. Sí, pareciera estar viviendo una pesadilla que nunca acaba, pero créeme que ya estamos cada vez más cerca de que termine, y quizás lo que te voy a contar te inspire un poco. En estas semanas de cuarentena, me he dado cuenta de que la gran mayoría de personas que conozco esconden algo artístico en ellos. Tal vez tú también hayas visto en redes sociales, historias en Instagram de tus amigos tocando algún instrumento o bailando la coreografía de esa canción que tanto te gusta #YoPerreoSola. O quizás, el/la que empezó a subir historias retomando un viejo hobby eres tú, y en estos días te pusiste a buscar en qué parte de tu cuarto estaban escondidas tus acrílicas y pinceles, o te pusiste a afinar tu guitarra porque hace mucho no la sacabas.
Estoy segura de que no soy la única que se ha quedado sorprendida porque no sabía que un amigo podía cantar y una amiga podía hacer una obra de arte en su rostro usando maquillaje, pero creo que hemos comprobado que los momentos difíciles sacan también lo mejor de nosotros. Nuestro cuerpo analiza todo su inventario de herramientas para poder hacer frente a una situación y en un contexto de estar atrapados dentro del espacio de nuestras casas, el arte parece ser nuestra herramienta escondida. Aunque pienses que no hay una pizca de arte en ti, desde ya te digo que estás equivocado/a. El arte involucra infinitas cosas; como tocar un instrumento (sí, claro que la flauta es un instrumento también), pintar, hacer fotografía, bailar, escribir, actuar, meditar, maquillarse, tejer, etc.
¿Sabías que el arte permite la paz positiva? Esto significa que nos vuelve capaces de aflorar, afrontar y resolver los conflictos de una forma no violenta, y cuyo fin es el logro de la armonía de la persona consigo misma, con la naturaleza y con los demás (Sanfeliu, 2005). Centrándome en la música, tocar un instrumento nos ayuda a enfocar nuestra atención en el “aquí y ahora” y encontrar placer en la música para así, reponer energía mental y calmar nuestras preocupaciones. Las posibilidades para hacer música no tienen fin y esto aplica para cualquier tipo de arte; cuando nosotros creamos una pieza de arte, fuese la que fuese, la combinación de acordes, las tonalidades de colores, los ángulos e iluminación de fotografías son tan grandes que nos sentimos transportados en otra dimensión porque todo nuestro sistema se encuentra en, como a mí me gusta llamarle, estado artístico.
Cuando digo que el arte no tiene límites ni fronteras, creo que algunos artistas nos han demostrado que es literalmente cierto. Hace unas semanas, la cantante Dua Lipa sorprendió a muchos cuando hizo una presentación musical con banda, coristas y bailarines incluidos por videollamada. Fueron 12 personas, cada una haciendo lo que más les gusta desde sus casas. ¿Cómo sonó? Increíble. No podemos negar que el arte es una parte muy importante en nuestras vidas, aunque nosotros no seamos quienes lo creemos…aún. Escuchar a un tenor cantar desde su balcón, ver a alguien pintar un retrato de inicio a fin o ver cómo alguien edita una fotografía y la transforma en algo alucinante, nos llena el alma y nos hace sentir que nuestro yo artístico se inspira cada vez más y más para algún día salir a la luz e intentarlo también.
Esta cuarentena sin duda alguna nos ha ayudado a conocer más de nosotros mismos, de nuestra familia, de la sensibilidad y del arte. Nunca es tarde para hacer algo que en el fondo siempre hemos querido probar. Pero, lo bueno es que te quedan dos semanas más para descubrirlo.
Link presentación Dua Lipa : https://www.instagram.com/tv/B-ZMX3vhmwH/
Escrito por: María José Murguía
Edición: Kelly Pérez V.