La importancia que posee el componente ambiental en nuestras posibilidades de desarrollo como país, hace que sea cada vez tomado en cuenta en la agenda pública y en nuestras decisiones cotidianas. Es por ello, que en esta ocasión conversamos con Rosario Gómez Gamarra; Exviceministra de Estado, Profesora e Investigadora en la Universidad del Pacífico, quiénes nos brindó su análisis y perspectivas acerca la gestión de nuestros recursos naturales y el impulso actual hacia una economía verde.

Gran parte de su vida laboral como investigadora y profesora se ha visto enmarcada en la economía ambiental y de los recursos naturales. ¿Qué te motivó para empezar a enfocarse en este campo? ¿Cuál es el balance del desarrollo en estos temas durante los más de 25 años de experiencia que posee?

Mi formación en la Universidad del Pacífico quedó marcada por profesores como Héctor Maletta y Carlos Amat y León, que explicaban teorías y aplicaciones económicas innovadoras en sectores productivos articulados con los recursos naturales. Los primeros trabajos de investigación que realicé estuvieron vinculados con la agricultura comercial y el desarrollo regional. Es así como en mi maestría en University of Illinois profundizo en estos temas y además me aproximo a la economía de los recursos naturales y su vinculación con el desarrollo económico. Durante el ejercicio de la actividad académica, la docencia, la investigación y la consultoría tanto para el sector público y privado han sido fuentes de aprendizaje constante.  He realizado proyectos para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a través del Programa Global Environmental Outlook (GEO), participando en la elaboración de GEO’s globales, regionales, nacionales y locales.  Otro proyecto gratificante fue Integración de los Servicios Ecosistémicos en la Planificación del Desarrollo, desarrollado para la Iniciativa para la Conservación de la Amazonía Andina (ICAA) y financiado por USAID, ejecutado en Colombia, Ecuador y Perú.  Una de las principales constataciones del proyecto fue la oportunidad de trabajo y aporte que se tiene contribuir en la formulación de políticas públicas y diseño de instrumentos para una mejor gestión de los servicios ecosistémicos de modo tal que estén armónicamente vinculados con el crecimiento y desarrollo regional.  Mi desarrollo profesional y académico ha tenido siempre el apoyo de nuestra Universidad, que nos impulsa a innovar tanto en el campo docente como de investigación.

Fuiste Viceministra de Desarrollo Estratégico entre 2009 y 2011, en un Ministerio del Ambiente de reciente creación. Sin duda, su puesta en marcha representó un gran avance en la institucionalidad ambiental y las políticas públicas referentes a los recursos naturales nacionales. ¿Cuáles son los principales resultados y retos que enfrenta el Estado peruano en este componente?

Gradualmente, se han dado avances en materia ambiental en nuestro país.  Sin embargo, estos se diferencian entre los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local) y entre regiones. Por ejemplo, en algunos gobiernos subnacionales, se encuentran autoridades que desconocen los marcos de política pública nacional o los instrumentos de regulación innovadores.  Ello dificulta gestionar el ambiente como un componente estratégico del desarrollo y limita el diálogo entre actores con diferentes objetivos en materia ambiental, crecimiento económico y desarrollo.  Sin embargo, existen importantes cambios institucionales y normativos. Tener un MINAM con voz en el gabinete contribuye a fortalecer el tema ambiental de manera transversal.  A ello, se suma la creación de la OEFA, SERNANP y SENACE.  Sin embargo, aún existen oportunidades para fortalecer la institucionalidad en el marco de lo que hoy se impulsa como Crecimiento y Desarrollo Verde (Economía Verde).

Las más de 23 mil especies de flora y fauna presentes en el territorio peruano, evidencian la gran biodiversidad que poseemos.

Las más de 23 mil especies de flora y fauna presentes en el territorio peruano, evidencian la gran biodiversidad que poseemos.

A pesar de estos avances a nivel del gobierno central, existe aún una gran brecha entre estas políticas y su aplicación, haciendo que la ciudadanía no llegue a sentir sus efectos.

El problema pasa porque varios de los gobiernos subnacionales no aplican los instrumentos para los cuales tienen la competencia.  Si bien hay un espacio para fortalecer capacidades de gestión, también es necesario dar advertencias sobre las consecuencias del incumplimiento de la ley. La vocación de servicio de la autoridad elegida tiene que evidenciarse en la generación de bienestar para la población local en un contexto de desarrollo sostenible.  Por otro lado, tenemos a la ciudadanía que también es responsable del uso adecuado de los servicios ecosistémicos, los cuales contribuyen con el bienestar humano.

Esta brecha es el inicio de los conflictos sociales actuales, muchos de los cuáles ya se encuentran politizados. ¿Es posible combinar las visiones opuestas que se tiene acerca del uso de los mismos?

Bien haces al decir que muchos de los problemas ambientales están politizados.  Cada grupo tiene sus propios intereses, pero estos deben ser explicados, compartidos y encontrar soluciones de beneficio mutuo.  Es necesario tener presente que, para un desarrollo inclusivo, el componente ambiental brinda muchas oportunidades para los ciudadanos.  Las oportunidades de construir cadenas de valor basadas en diversos servicios ecosistémicos ya están mostrando resultados, como la oportunidad de diversificación productiva y la diversificación de mercados. En dicho contexto, la comunicación transparente y objetiva es una herramienta que permite desentrampar los conflictos. Todo ello bajo la visión de esta relación virtuosa entre crecimiento y desarrollo sostenible.

Justamente, uno de los principales problemas ambientales en la actualidad peruana es la minería ilegal. ¿Cuál es su análisis acerca de esto?

Uno de los principales causantes de la minería ilegal es la corrupción, pues neutraliza cualquier intervención con beneficios sociales. La corrupción ha penetrado de manera preocupante tanto en los sectores públicos como privados. Pese a la existencia de marcos normativos, la corrupción avanza. No podemos vivir con la corrupción: esta neutraliza cualquier esfuerzo por construir una institucionalidad sólida, eficiente y una sociedad democrática.  Para la corrupción, todo tiene un precio, todo es transable y todo es relativo; es decir, “el fin justifica los medios”. Es fundamental mantener la esperanza y fortalecer la lucha contra la corrupción.

Por otro lado, vemos que el sector privado mantiene también un importante papel en el componente ambiental. ¿Cuáles son los principales cambios y avances en estos temas?

Hoy en día, para participar en el mercado internacional se tiene cuenta la forma de gestionar los recursos naturales y el ambiente, y el cabal cumplimiento de las normas ambientales y laborales. Se aprecian variadas cadenas de valor que han logrado mejorar su participación en diversos mercados sobre la base del cumplimiento de estándares ambientales y normas laborales. Existen oportunidades comerciales para empresas de diferente tamaño.  Ejemplo de ello es el crecimiento comercial de empresas dedicadas a la exportación quinua y banano.  En dicho contexto, el Gobierno tiene la tarea de facilitar infraestructura de transporte y comunicaciones, así como los instrumentos necesarios para que los productores gestionen con mayor flexibilidad los riesgos asociados al clima y las contingencias comerciales en los mercados doméstico e internacional.

Fortalecer nuestra institucionalidad y una mayor participación ciudadana, son claves para evitar potenciales conflictos sociales

Fortalecer nuestra institucionalidad y una mayor participación ciudadana, son claves para evitar potenciales conflictos sociales

Una clara falta de planificación que los agentes poseen frente a los diversos eventos climáticos que ocurren en nuestro país se ha convertido en una constante al momento de enfrentar estos sucesos. ¿Cómo lograr una mayor acción multisectorial para contrarrestar los efectos de estos fenómenos?

Estoy segura de que todos queremos que nuestro país transite por la senda del desarrollo sostenible, pero esto no será posible sin planificación.  El tomar decisiones para lograr objetivos de corto plazo nos ha pasado facturas severas, como lo ocurrido este año al enfrentar al Niño costero.  Nuestro país es vulnerable frente a eventos extremos, pero parece que aún no estamos convencidos. Esto explica la acción limitada en materia de prevención.  La planificación es útil para anticipar y gestionar oportunamente los riesgos asociados a eventos climáticos extremos. Por tanto,existen oportunidades para un trabajo conjunto desde el Gobierno, las empresas y la ciudadanía.

Las dinámicas sociales y económicas que se concentran en las ciudades las convierten en puntos estratégicos en las políticas ambientales. ¿Cómo observa los avances en la sostenibilidad urbana a nivel nacional?

Justamente en la Universidad del Pacífico hemos diseñado un curso que pretende abordar parte de estos problemas.  Este curso es parte de un proyecto internacional denominado Citylab.  El curso utiliza el Problem Based Learning como metodología educativa para impulsar un aprendizaje significativo a partir de la resolución de problemas reales.  En dicho contexto, los estudiantes están resolviendo problemas reales de interés para las municipalidades distritales como Barranco, San Isidro y Jesús María.  Hace 50 años, no era familiar el paradigma de las ciudades sostenibles.  Gradualmente, se tienen experiencias locales que incorporan este concepto.  Las ciudades son espacios de interacción social, cultural, económica.  Por tanto, ciudades seguras, ordenadas, que gestionan el riesgo de desastres, que invierten en la provisión de servicios básicos y ecosistémicos son atractivas para las inversiones y por tanto, están comprometidas con mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.  Espero que en las elecciones subnacionales del próximo año los candidatos tengan presente las políticas ambientales actuales; y, además, que lo positivo que impulsan la gestión actual sea valorado y tenga continuidad. En estos aspectos, la opinión ciudadana debe reclamar sus derechos y cumplir con sus obligaciones.

¿Cuál es tu visión del Perú y sus recursos naturales para los próximos años? ¿Será posible establecernos en la senda del desarrollo sostenible?

Veo un futuro promisorio para nuestro país y tenemos que creernos eso.  En caso contrario, seguiremos depredando nuestros recursos, generando más conflictos, lo cual conlleva a un proceso de deterioro y freno al desarrollo. Como mencioné, ya se están creando cadenas de valor diversificadas en torno a diferentes productos de nuestra biodiversidad y el turismo en Áreas Naturales Protegidas también es creciente, lo cual genera efectos positivos en la producción y empleo.  Además, el desarrollo de ciencia y tecnología genera oportunidades para la academia para contribuir con investigaciones novedosas de utilidad para la formulación de políticas públicas. Estoy convencida de nuestra ruta hacia un desarrollo sostenible, pero debemos fortalecer nuestra institucionalidad y la articulación entre los diferentes niveles de gobierno.

Sin embargo, somos parte de una comunidad internacional que también presenta sus propias estrategias para una mitigación de los problemas ambientales. Pero los temas políticos han dado cierto grado de retroceso en esa línea.

Existen matices en el grado de avance, pero no hay forma de retroceder en cuanto a tomar en cuenta el componente ambiental como parte del desarrollo.  El capital natural está presente en cada uno de los procesos cotidianos. Además, con ello también generamos un crecimiento inclusivo.  Significa una oportunidad para el Perú, pues lo que queremos es generar mayor crecimiento sobre la base del uso sostenible de los recursos naturales. Debemos también articularnos a mercados cada vez más globalizados que demandan nuestros productos. Por ejemplo, hace 30 años no pensábamos que el espárrago y la palta tendrían tal importancia: hoy nadie podría dudar de ello. Es así como podemos transitar hacia la sostenibilidad, con la contribución del sector privado, por su interés de mejorar la competitividad, y de la ciudadanía, por su interés de mejorar el bienestar y disfrutar de una mejor calidad de vida.  Yo confío en los jóvenes, en su entusiasmo, valores e innovaciones moverán la sociedad. Los siento muy comprometidos con el desarrollo del país y estoy muy orgullosa de ello.

 

Gracias por tu tiempo.

Gracias a ti.