La reventa de entradas como oportunidad de arbitraje

Te despiertas temprano para hacer la cola virtual de la venta de entradas del concierto de tu artista favorito. Llegada la hora, te das con la sorpresa de que tu número de orden tiene más dígitos que tu DNI, pero no pierdes la fe y esperas los minutos que la página te indica para ingresar a la plataforma. Ingresas y resulta que ya no hay entrada para ninguna zona. 🙁

Después de secarte las lágrimas, recuerdas que hay una segunda opción. Existe una oportunidad de adquirir entradas de otras personas que suelen venderlas porque estas “les sobran”. Así que buscas en redes sociales o páginas web alguna oferta de reventa, pero…

Maldita empresa Repsol reventa a precios que son más de dos, tres o hasta cuatro veces mayores que el precio regular. ¿Por qué ocurre esto?

Arbitraje

No, no significa que haya un árbitro que les ponga una tarjeta roja a los revendedores. El arbitraje es una práctica en economía y finanzas que consiste en sacar provecho de una diferencia de precio entre dos mercados. Por medio del arbitraje, los participantes en el mercado pueden lograr una utilidad instantánea libre de riesgo.

¿Cómo funciona esto? Supongamos que en la ciudad A el precio de una lata de atún es de 5 soles, mientras que en la ciudad B la misma lata de atún se vende y compra a 7 soles. Como existe una diferencia de precios del mismo bien entre dos ciudades, hay posibilidad de arbitraje: puedes comprar latas de atún en la ciudad A e ir a venderlas a la ciudad B, con lo cual estarías ganando 2 soles por lata. Dinero fácil y sin riesgo. 🤑

Así, si llevamos esto al escenario de reventa de entradas, los revendedores también siguen la misma estrategia: comprar barato a través de la venta general y vender caro en la reventa. Hay arbitraje porque existe una diferencia de precios, pero ¿por qué se da esto?

¿Mercado eficiente?

Desde el punto de vista de la teoría económica, los revendedores podrán no ser simpáticos, pero cumplen una función importante en el mercado: arbitran entre el precio oficial y el que el espectáculo en cuestión realmente vale. Los revendedores venden entradas al doble de lo que compraron, porque existe gente que compra las entradas a ese precio. Es por esto que se dice que el mercado no refleja la verdadera disposición a pagar de algunos compradores. Cuando un mercado posibilita arbitraje, se dice que es ineficiente.

Por ejemplo, en el caso del World’s Hottest Tour de Bad Bunny en el Estadio Nacional, las entradas para la zona VIP costaban 350 soles (298 soles con descuento Interbank). A algunas personas esto les puede parecer justo o inclusive un poco elevado; sin embargo, existen personas a las que, si Teleticket les vendía a 100 soles más, eran capaces de pagar ese precio con tal de ver a Benito en vivo.

Lo que hace el revendedor es discriminar quién es quién entre los demandantes: aquellas personas que valoran más el concierto pagarían más, mientras que las personas que son capaces de sustituir este evento por otro posiblemente no compren la reventa.

No todo está perdido

¿Qué dice la teoría de oferta y demanda? Si se reduce la demanda de entradas en el mercado de reventa, esto es, menos personas les compran a los revendedores, se reducirá el precio. Sin embargo, esto no necesariamente ocurre, y algunos compradores pueden no resistir el impulso o necesidad de ver a su artista favorito que optan por comprar al precio que los revendedores ofrecen.

Imagina que tu amigo de toda la vida te quiere revender una entrada de tribuna a 1000 soles. Le dirías que está loco porque nadie le compraría a ese precio una tribuna. Y efectivamente, pasan unos meses y tu amigo continúa con la entrada en posesión y quiere venderla, así que, dado que hay una muy baja demanda, decide reducir el precio a 500 soles. Puede que alguna persona ingenua esté evaluando pagar esa cantidad; pero si tiene un poco de paciencia podría negociar un precio menor.

Entonces ¿cómo hacerle frente a la reventa?

Últimamente se ha puesto de moda una opción de asignación eficiente conocida como venta de entradas nominativas o nominales, esto quiere decir que cada entrada tiene un “nombre”. Así, para algunos conciertos o partidos de fútbol, se ha decidido por garantizar la imposibilidad de transferir entradas a otra persona que no sea la registrada al momento de la compra. Para ello, al momento de acudir al evento, se solicita una presentación del DNI físico o, inclusive, hasta la tarjeta con la que se realizó la compra virtual.

Otra solución que plantea Tracer, empresa española, reside en lo que ellos llaman Smart Ticket. Ellos han creado una entrada inteligente, a través de la cual se puede tener un control sobre la entrada. Esta solo existirá de forma digital en los dispositivos móviles, ya que “hasta que no se termine con la entrada en PDF, no se acabará con la reventa”. De esta manera, gracias a la blockchain, los organizadores de los eventos podrán controlar las transferencias que se hacen de las entradas, tener una base de datos de cada venta, así como poner su propia regulación.

O, quizás, solo podríamos esperar a que el artista saque nuevas fechas. 😊

Editado por: Paolo Pró