Cuando la situación de nuestro país no podía ser más desoladora debido a la pandemia del covid-19, los medios de comunicación informaban la muerte de 13 personas, quienes perdieron la vida la noche del sábado 22 de agosto producto de una estampida al intentar salir de la discoteca Thomas Restobar en Los Olivos. Este hecho dividió la opinión pública en dos: aquellos que calificaban de irresponsables a los asistentes de la fiesta y otros que señalaron el mal manejo del operativo policial, aunque falta el grupo que culpa al presidente. En este artículo vamos a analizar ambos lados y el porqué de la desobediencia pese al luto que el país afronta por el coronavirus.
Antecedentes
Dado al incremento continuo de contagiados por covid-19, el jefe de Estado Martín Vizcarra anunció el regreso de la inmovilización obligatoria que regiría desde el domingo 16 de agosto. Esta medida que el mandatario consideró un “retroceso” se aplicó a fin de evitar aglomeraciones, reuniones familiares o sociales que pudiesen generar nuevos infectados de coronavirus [1]. Sin embargo, pese a lo decretado, las redes sociales y los medios de comunicación evidenciaron que lo ordenado no se cumplía a cabalidad por los peruanos.
¿Culpables o responsables?
Lo sucedido el 22 de agosto, gran parte de los usuarios en redes sociales cree que los asistentes del evento son los únicos culpables, pues incumplieron el toque de queda. No obstante, si ampliamos la mirada, este grupo de 120 personas que acudió son tan solo la punta del iceberg de todos los implicados de este incidente. La responsabilidad recae en los dueños del local, los organizadores del evento y en la Municipalidad de Los Olivos que se suponía debió fiscalizar el funcionamiento de este lugar. ¿Cómo un local que funcionaba como discoteca no contaba con una salida de emergencia?
Lo peor es que, Daniel Urresti, congresista de Podemos Perú, comentó que cuando era parte del área de Fiscalización de Los Olivos intervino el local Thomas Restobar hace un año, el 13 de junio del 2019. Asimismo, el alcalde de la comuna Felipe Castillo, quien dijo que su responsabilidad solo era “estrictamente emocional”, señaló que el local no renovó su licencia desde diciembre del 2019 y cuyo rubro era de restaurantes. [2] Partiendo de ello, la pregunta es simple, ¿cómo se permitió que Thomas Restobar siguiera funcionando medio año después?
Ahora sobre la intervención policial, ¿podemos considerarlo un éxito con la pérdida de 13 vidas y de los agentes policiales posiblemente infectados? Ojo: No se trata de culpar a las autoridades, pero sí de preguntarse si nuestra policía está preparada ante estas situaciones o tiene los protocolos adecuados para actuar. Evidentemente, no. Los agentes pensaron encontrarse a unas 20 o 30 personas por lo que supusieron que 18 agentes eran suficientes; no obstante, el número de personas dentro del local los superó. [3]
Aquí hay responsabilidad compartida entre todos los mencionados, el número de fallecidos pudo ser peor o no pudo existir si el local no hubiese estado en funcionamiento, si los asistentes no hubiesen ido, si los policías hubiesen intervenido con más agentes que con 18, si las personas del local hubiesen obedecido las órdenes de la Policía, si la Municipalidad de Los Olivos fiscalizara, etc. Lamentablemente, esos escenarios no existen y toca aprender de esos vacíos para evitar nuevas desgracias.
¿Por qué desobedecemos?
Este hecho también nos hace preguntar por qué a algunas personas les cuesta quedarse en casa. Para la psicóloga comunitaria Adriana Fernández esto se debe porque el ser humano es sociable. Mientras que el exdecano del Colegio de Psicólogos del Perú Belisario Zanabria dice que se trata de una disfunción del valor de la vida o precaución de la muerte. [4] Por otro lado, Jorge Yamamoto, psicólogo social, indica que los peruanos tenemos un hábito de “sacarle la vuelta a todo“ porque creemos que a las autoridades se les “compra”. [5]
A esto lo podemos definir como criollada, incumplimiento de la ley en beneficio propio (según el contexto puede tener otro significado). Se cree erróneamente que los “vivos, bacanes o astutos” son aquellos que quebrantan la ley y que nadie los detiene. Una simple muestra de una mentalidad oportunista y egoísta que nos ha acompañado desde la época colonial y que debería ser erradicada si queremos una sociedad mejor. [6]
Lo sucedido en Thomas Restobar nos debería hacer reflexionar a todos. ¿Estamos cumpliendo la inmovilización social obligatoria? ¿Salimos cuando es necesario? ¿Hemos cometido alguna “criollada” para evadir la ley? Talvez si nuestras autoridades hicieran bien su labor de fiscalización o tuviesen mejores protocolos a actuar y nosotros obedeciéramos las medidas ante el covid-19, la cifra de contagiados no estaría superando los 600 000 mil casos ni mucho menos ocuparíamos el noveno lugar de fallecidos en el mundo. No esperemos otra tragedia para tomar acciones.
Editado por Isabela García
Fuentes:
- https://www.futbolperuano.com/peru/mas-del-futbol-peruano/peru-vuelve-la-inmovilizacion-social-obligatoria-desde-este-domingo-16-de-agosto-277581
- https://panamericana.pe/locales/301346-tragedia-olivos-discoteca-funcionaba-pese-clausurada-ano
- https://rpp.pe/lima/actualidad/los-olivos-paso-a-paso-la-pnp-detallo-el-procedimiento-de-la-intervencion-en-discoteca-thomas-restobar-noticia-1288322
- https://larepublica.pe/sociedad/2020/08/25/discoteca-los-olivos-trece-vidas-perdidas-y-una-serie-de-responsables-por-castigar/
- https://elpopular.pe/actualidad/2020/08/23/discoteca-olivos-jorge-yamamoto-psicologo-filosofo-analiza-tragedia-olivos-discoteca-thomas-restobar-26678
- https://eltiempo.pe/criollada-o-astucia/