El Perú acaba de cumplir 197 años atravesando su peor crisis política desde la primera caída del fujimorismo (y se viene la segunda). El presidente Martín Vizcarra tuvo la difícil tarea de dar el mensaje a la Nación con una economía desacelerada, una pobreza creciente, escándalos de corrupción y, para colmo de males, al costado del nuevo y flamante presidente del Congreso: Daniel “no pago impuestos” Salaverry. Fiel a su estilo, el presidente fue complaciente con el pueblo. Abordó los temas más sonados del último año haciendo hincapié en la lucha contra la corrupción y sorprendiendo a todos al anunciar un referéndum.
A través del referéndum que hoy propongo, todos los peruanos van a poder ser parte y decidir el cambio que el país necesita”
El presidente Vizcarra propuso un referéndum que abarque una nueva conformación del CNM, la no reelección de congresistas, el bicameralismo del congreso y la reforma del financiamiento privado de partidos. Pero, ¿qué es un referéndum? ¿Puede el presidente convocar uno? ¿Qué debe pasar para que se dé?
Un referéndum es una consulta popular sobre una ley o decisión del gobierno, la cual los ciudadanos aprueban o rechazan. Esto puede significar el rechazo de un decreto de urgencia o un cambio total de la Constitución. Un ejemplo es la votación por la revocatoria de Susana Villarán en el 2013, la cual es un tipo de referéndum. Un referéndum como el que mencionó Vizcarra solo serviría para aprobar o denegar una ley o un proyecto de ley existente. Sin embargo, el presidente no explicitó ninguno de los dos. Su referéndum quedó en la ambigüedad.
La última vez que se dio un referéndum para una reforma constitucional en el Perú fue en 1993, cuando se aprobó la Constitución escrita en el régimen de Alberto Fujimori y vigente hasta hoy. Según esta, un referéndum para reformar la Constitución puede ser convocado 1) por votación en el Congreso del 50% más 1 del número legal de congresistas (66 votos) o 2) por pedido de la ciudadanía juntando firmas equivalentes al 10% de la población electoral (aproximadamente 2.3 millones). No se menciona que el presidente tenga la facultad de convocar un referéndum. Sin embargo, sí puede dar la iniciativa de la reforma constitucional.
Como mencioné, el anuncio de Vizcarra fue ambiguo, pues no mencionó qué ley o proyecto de ley se consultaría. No obstante, el ministro de Justicia Vicente Zevallos afirmó que presentarán proyectos de reforma constitucional al Congreso, los cuales incluirían el referéndum. Esto significa que el referéndum quedaría en manos de Galarreta y compañía. En caso el Congreso aprobara los proyectos con 66 votos o más, se convocaría a referéndum. Caso contrario, quedaría la posibilidad de un referéndum por vía ciudadana siguiendo los siguientes pasos:
- Un ciudadano (podría ser el presidente) compra un kit para pedir un referéndum a la ONPE.
- Se reúnen firmas equivalentes al 10% de la población electoral y son validadas por la RENIEC.
- El JNE convoca el proceso de referéndum en un plazo no mayor de 4 meses.
Juntar 2.3 millones de firmas es una tarea casi imposible. Sin embargo, el presidente Vizcarra tiene un as bajo la manga llamada “cuestión de confianza”. Es decir, si el congreso rechaza los proyectos del presidente, este puede enviar a su primer ministro César Villanueva a pedir cuestión de confianza al congreso. Si el congreso votara en contra de la cuestión de confianza, Martín Vizcarra podría cerrar constitucionalmente el Congreso de la República. ¿Perú o House of Cards?
Es verdad que una reforma constitucional es la única forma de cambiar la ley a favor del Perú, pues queda claro que ni el Poder Legislativo ni el Poder Judicial están interesados por el país. El mismo César Hildebrandt mencionó al referéndum como una posible solución ante la situación actual y retó cordialmente al presidente a consultar al pueblo. Al parecer Martín Vizcarra escuchó el consejo. Una reforma constitucional sería un buen primer paso para cambiar el país, pero del dicho al hecho…
Por ahora solo queda esperar y analizar las propuestas del Poder Ejecutivo sobre los cambios en la Carta Magna en los próximos días y que el mensaje a la Nación no quede en humo un intento desesperado por mejorar la reputación del presidente. Los kits para referéndum están a la venta en Jr. Washington 1894, Cercado de Lima y el congreso está a dos negativas del suicidio. Manos a la obra, Mr. President.
