Ya sabemos que compartiste un montón de memes #WW3 estás al tanto de los últimos sucesos entre Estados Unidos e Irán (si todavía no, aquí te dejo un artículo VA buenísimo que te lo explica). A pesar de una inicial escalada de la tensión en el Medio Oriente, ahora podemos percibir un ligero apaciguamiento bélico. ¿Será qué nadie quiere una guerra? ¿En realidad se podría dar una Tercera Guerra Mundial? Tranquilo estimado lector chibolo battimix, que aquí evaluaremos al toque los factores que podrían desencadenar una guerra y los factores que podrían evitarla.

Los involucrados

En esta esquina primer lugar se encuentra obviamente Estados Unidos, quien tiene, por lejos, el poderío militar más grande del planeta. Su presupuesto para ello alcanzó los 716 mil millones de dólares en el 2019 (GlobalFirepower.com). Para poner esta gigantesca suma en perspectiva, el presupuesto en defensa de China, cuya población es más de tres veces la de Estados Unidos, es menor a un tercio del presupuesto americano.

Por otro lado, por si el poder de disuasión del tío Sam EE.UU. no fuera suficiente, los norteamericanos se han encargado de tener presencia diplomática y militar en casi todo el globo. En el Medio Oriente sus socios clave, tanto comerciales como militares, son Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Israel. Debemos resaltar una variable muy importante: la mayoría de los países árabes se alían por afinidad religiosa o política.

En la otra esquina segundo lugar se encuentra Irán. Su ejército no destaca entre los más poderosos, pero hay un factor clave: la bomba nuclear. Si bien en el 2015 se pactó un acuerdo con Irán para que detenga su programa nuclear a cambio de una reducción de sus sanciones económicas, en el 2018 Trump sacó a su país de este pacto para “buscar uno mejor”, lo que ha dejado una sospecha internacional sobre el verdadero estado del programa nuclear iraní y suscita temor por la amenaza de un país bélico con armas de destrucción masiva.

Y por su lado, Irán tiene como principales aliados a Rusia, Siria, Irak, hutíes en Yemen y Qatar. Otros aliados importantes son el autoproclamado Estado Islámico y Al Qaeda. La mayoría de estos países tienen conflictos con los aliados de E.E.U.U. en Medio Oriente por cuestiones, como comentaba antes, políticas y religiosas. Podemos resumir, entonces, esta parte del conflicto como dos ramas del islam enfrentadas a muerte (los chiitas y los sunitas). Este tema lo trataremos a detalle en otro artículo.

Los protagonistas

¿Y los ganadores?

 Está demás decir que la guerra significa un enorme gasto de recursos, y, en países pequeños, puede significar una ruina casi segura. Sin ir más lejos, en países fallidos de la zona en cuestión, tales como Libia o Irak, la economía está casi en la ruina y no se espera una recuperación ni en el corto ni mediano plazo.

 Ya hemos visto una bajada en la tensión bélica por parte de EE.UU. e Irán. Si bien Irán juró venganza, después de su ataque a bases militares (donde no hubo muertos), parece que su misión ha concluido ahí y no parece buscar una guerra. Además, sus países aliados no parecen estar dispuestos a involucrase en una guerra que terminaría por destruir sus gobiernos. Por otro lado, Trump ha declarado que el asesinato de Soleimani fue un acto “rápido y eficaz” para no comenzar una guerra, y, contra todo pronóstico, parece estar en lo cierto. Además, también ha declarado abiertamente estar a favor de una salida pacífica del conflicto y EE.UU. no ha reaccionado militarmente al ataque a sus bases en Irak.

Sin embargo, tampoco es que “todo está bien” como tuiteó Donald Trump después del ataque a sus bases. En esta zona existe un fuerte movimiento nacionalista y “antiamericanista”, además de una población cada vez más afín al retiro de los estadounidenses de la región. Esto sumado a la falta de una estrategia clara y predecible de Estados Unidos en el Medio Oriente, hace que los conflictos locales parezcan estar a la orden del día y con la posibilidad de escalar en algún momento.

¿Habrá guerra?

Entonces, repasando los puntos anteriores, una guerra mundial es improbable por la falta de involucramiento real de las potencias, como China o Rusia, quienes no están dispuestos a sacrificar sus economías en una guerra por el Medio Oriente. Y, por otra parte, Estados Unidos e Irán parecen haber bajado la tensión militar y parece no haber voluntad de iniciar una guerra. No obstante, a nivel local es probable que sí se manifiesten conflictos qué novedad por el rechazo a la presencia norteamericana. Claro, todo esto sumado a los eternos conflictos étnicos, religiosos y políticos de la región.

Es importante tener en cuenta que, ante un mundo cada vez más globalizado, una guerra de escala global es cada vez menos probable por los devastadores efectos que tendría en toda la humanidad. Sin embargo, debemos seguir vigilantes con esos políticos que les gusta jugar Call of Duty en la vida real entrar en conflictos por conveniencia propia sin medir las consecuencias.

Lo jugarán nuestros hijos(?)

Edición: María Gracia García

Referencias:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51033128

https://www.france24.com/es/20200110-en-medio-de-la-tensi%C3%B3n-entre-ee-uu-e-ir%C3%A1n-qui%C3%A9nes-son-sus-aliados-y-enemigos-en-medio-oriente-1

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51071914https://www.globalfirepower.com/country-military-strength-detail.asp?country_id=china

https://www.globalfirepower.com/country-military-strength-detail.asp?country_id=chinac