¿Qué tan caro y legal es ser un influencer en el Perú?

En este época de confinamiento –encierro– en la que nos ha puesto el Covid -19, las plataformas virtuales se han vuelto el nuevo escenario de la vida social, y con ello el consumo de todas las redes sociales ha tomado un mayor protagonismo. Incluso, nuestros nuevos protagonistas no son solo los clásicos guerreritos, sino también cantantes, modelos, chefs y hasta políticos que ahora se han sumergido en su papel de “influencers”. Así, cada hora hay miles de histories donde ya casi es imposible distinguir el clásico canje de la publicidad, sin embargo nos preguntamos ¿qué tan rentable es ser un influencer en el Perú?

Para ello es necesario entender un poco más del denominado “empleo del futuro”. Un influencer es un usuario de redes sociales como Facebook, Instagram, o YouTube que tiene una gran cantidad de seguidores sobre los cuales genera algún tipo de influencia en sus preferencias comerciales y/o estilo de vida.

Comúnmente las marcas, al ver la gran interacción que generan estos, suelen utilizar como estrategia de marketing contratar sus servicios para que publiciten sus productos o servicios, o también se los ofrecen de manera gratuita con el mismo fin. Entonces nos preguntamos, ¿qué tan jugosa debe ser la remuneración de un influencer en el Perú para que muchas veces decidan sacrificar su privacidad en el día a día?

Se ha puesto al descubierto que algunos influencers como Alondra García Miro, Sheyla Rojas, Luciano Mazzetti y otros conocidos rostros del periodismo en el Perú estarían inmersos en cuantiosas sumas de dinero producto de esta no tan nueva estrategia de marketing.

Según el estudio ‘Marketing de Influencers Latinoamérica’ de Axon Marketing & Communications, existe una especie de “tarifa” de precios que varían, obviamente, por el número de seguidores que tenga el personaje. Analicemos en orden ascendente: si tiene entre 50 mil a 100 mil seguidores, las marcas ofrecen hasta 250 dólares por campaña, y si tiene de 100 mil a 250 mil pueden llegar a pagar entre 500 y 1 000 dólares. En el caso de que tengan más de 250 mil seguidores, el costo puede llegar a ser de hasta 5 mil dólares; y si sobrepasan el millón de fans ese precio se duplica.

Ahora nos toca preguntarnos, ¿si poseen ingresos tan voluminosos como para cambiar de auto cada día, están siendo regulados por alguna entidad en el Perú?

La respuesta es teoría es sí. Existen dos entidades que se han puesto la camiseta desde el año pasado con este tema: el INDECOPI y la SUNAT. En Voz Actual te contamos un poco de las dos iniciativas que se vienen llevando a cabo.

Los primeros pasos para intentar regular a los Influencers los dio Indecopi, que publicó una guía de publicidad digital en el cual se establecía un capítulo especial para ellos. Incluso, abrió el debate en una prepublicación sobre las posibles sanciones que les tocarían no solo a los influencers sino también a las empresas que contratan con ellos. Asimismo, en el documento se explican claramente los procesos más comunes como los clásicos unboxing o las menciones en redes.

Dentro de ello, una de las cosas que se logró es que los Influencers utilicen el #Publicidad. Con ello se permite determinar cuándo hay contrato de por medio en el producto publicado en redes y así evitar confundir a los consumidores.

Si bien es cierto que la “Guía sobre publicidad digital y recomendaciones para ‘influencers”, prevén sanciones desde las amonestaciones hasta el pago de multa por 700 UIT (Algo como S/2, 94 millones de soles nada más), lo cierto es que hasta ahora no se ha conocido un solo caso de estos.

Por otro lado, la SUNAT convocó dos reuniones con estos mediáticos personajes a fin de informales un poco más de sus obligaciones tributarias. Es decir, ellos también están obligados como cualquier mortal al pago de impuestos, ya sea por ingresos recibidos en el país o en el extranjero.

De hecho, los influencers en nuestro país están en la mira de esta entidad porque se determinó que entre los años 2016 y 2018, los influencers de nuestra escena no habrían declarado hasta casi cincuenta millones de soles. Sumando a ello, desde el 2017 se estableció un criterio jurisprudencial emitido por el Tribunal Fiscal, contenido en la Resolución N° 09934-5-2017, en el cual el colegiado concluyó que “las rentas que obtiene una persona natural que es titular de web sites o páginas en internet que recibe una contraprestación por un tercero (para que en dicha website se coloque publicidad del cliente), implica no sólo la cesión del intangible, esto es, una renta del capital para el influencer, sino toda una organización de trabajo que se plasma en el mantenimiento y actualización de la información de la website que evidencia un trabajo”.

¿Y cuáles serian esas omisiones en las que podrían caer los influencers?

Pues dentro de las más conocidas se encuentran: no declarar sus ingresos y sus gastos, no emitir comprobantes de pago o que los que declaren no correspondan al tipo de operación realizada, entre otros. Por ello, les dieron hasta diciembre del año pasado para que regularizaran su situación.

¿Qué impuestos deben pagar los influencers?

De acuerdo a lo señalado por la SUNAT y el Tribunal Fiscal, desde comienzos de este año los influencers se encuentran obligados al pago de impuesto a la Renta de Tercera Categoría. Esta se encuentra regulada en el Art. 28° de la Ley del Impuesto a la Renta y les corresponde porque es una actividad que realizan de manera permanente casi diaria. ¿Y por los canjes de zapatos y postres también deben tributar algo? Pues sí. La Sunat señaló que estos también debían pagar impuestos contabilizando su valor en el mercado y declararse a fin de año como una renta.

¿Qué es el impuesto de Tercera Categoría?

Es un impuesto que grava toda actividad empresarial. Este es el mismo que pagan las empresas en el Perú, equivalente a un 30% (hasta un 29, 5% para ser exactos) de sus ganancias por concepto de publicidad o auspicios.

Por si todo esto es súper difícil de creer o de imaginar ver a Flavia Laos haciendo su declaración anual ante la Sunat, es aún más increíble que la labor de fiscalización sería mediante visualización y cruce de información con Youtube, dado que afirman que existe un registro exacto que permite ver que videos consumimos los peruanos Ojo con el historial.

Finalmente, si has decidido que el aro led y los tik toks son lo tuyo o estás pensando dedicarte a tiempo parcial o completo a ser una nueva estrella de nuestras redes sociales, no te olvides del hashtag #Publicidad y de ir anotando cada ingreso que generes, antes de que te caiga la Sunat o el Indecopi y seas nuestro primer precedente.

Edición: Raiza Escudero