Ya todos sabemos lo que ocurrió: lo sitiaron en su casa y por razones que solo Alan conoce, terminó con su vida de una forma terrible. Lo trasladaron al hospital, pero poco se pudo hacer por el (¡dos veces!) expresidente del Perú. A las pocas horas todos los noticieros convenían en su deceso y Mulder hacía de las suyas. Yo me encontraba en pleno tráfico de la hermosa Javier Prado y mi teléfono no paraba de sonar con todos los mensajes y supuestas imágenes del hecho. Y, como tú (nada tiene que ver con que quisiera estudiar medicina toda mi vida), me surgió una duda: ¿cómo se lee una tomografía de cerebro? ¿una persona puede sobrevivir a una situación así? Si así fuera… ¿bajo qué circunstancias?
Empecemos recordando lo sensible que es el cerebro. Este órgano es el que coordina todas las funciones de tu organismo. Sin él no vivirías, aunque vaya que hay personas que parece que no tuvieran cerebro. Si alguna vez pudiste tocarlo en tus clases de ciencias del cole, recordarás que es como una plastilina fea que se deshace muy rápido. Por eso es muy fácil hacerse daño en el cerebro. Antes de que te vuelvas loco porque amas hacer headbanging1, debes saber que eso no te producirá daños mayores. El cerebro se encuentra flotando en el líquido cefalorraquídeo, el cual lo protege de todas tus locuras. Sí es verdad que se originan pequeñas lesiones, pero se reparan rápidamente y no suelen acarrear mayores daños.
It hurt itself in its confusion!
Sin embargo, el impacto de bala no es cosa simple, y sí que daña el tejido. Un disparo de una 9mm (que son usadas frecuentemente en pistolas de mano) viaja a más de 1400km/h… ¡Es más rápida que un avión! El proyectil va tan rápido que genera fuerza suficiente para hacer estragos casi cualquier cosa, no es para menos el cuerpo humano. Cuando la bala impacta en el cuerpo, despliega toda la fuerza en él y los tejidos se empiezan a estirar hasta romperse. Luego, hay dos opciones: o la bala queda atrapada o sale por otro lado. Ambos casos acarrean daño porque, aunque la bala tenga orificio de salida, ya ha transferido parte de la fuerza de disparo hacia el cuerpo. Este video lo ejemplifica de forma muy clara:
Ahora bien, una cosa es recibir un disparo en la pierna o el brazo y otra, en la cabeza, corazón o pulmones. En todos los casos es posible morir dependiendo de la forma y trayectoria de la bala (¡balística, los invoco!), pero creo que todos convenimos en que es mucho menos probable sobrevivir a un impacto de los tres últimos. El cerebro es especialmente complejo porque, como mencioné antes, controla absolutamente todo nuestro cuerpo. Para ello, se divide en 4 partes principales, o lóbulos: frontal, parietal, occipital y temporal. Cada uno está relacionado con funciones diferentes. El frontal tiene que ver con la motricidad, el razonamiento y resolución de problemas, el lenguaje y las emociones. El parietal está relacionado con las sensaciones, como el tacto, la percepción y el dolor. El occipital está encargado de la producción de imágenes (¡es tu ojo de verdad!). Finalmente, el temporal está relacionado con las tareas visuales complejas, la audición, equilibrio, coordinación, olfato y regulación de emociones.
Como habrás deducido, si se daña el lóbulo occipital, es muy probable que tengas problemas de visión o que incluso te vuelvas ciego; y así sucede para el resto: si dañas una parte en específico, tendrás problemas relacionados a lo que hace esa parte. No estarías esperando romperte una pierna y que se dañe el corazón como cuando te rechazó, ¿verdad? En el caso del líder aprista, la bala ingresó por el lóbulo temporal derecho (círculo celeste de la imagen) y atravesó el cerebro, ocasionando una inevitable hemorragia que sería causa de muerte. Deducimos, según el dibujo, que de haber sobrevivido presentaría deficiencias en el lenguaje, la audición, el equilibrio y otros.
El círculo celeste indica dónde, según imágenes, fue el impacto de bala en el caso del sr. García.
Sin embargo, con el cerebro nunca se sabe. ¡Es un órgano tan increíble que puede ocurrir de todo! Tomemos, por ejemplo, el famoso caso de Phineas Gage, un obrero estadounidense tuvo un accidente que casi le cuesta la vida. En 1848, la cabeza del sr. Phineas fue atravesada como un anticucho por una barra de hierro de más de un metro de largo. Sorpresivamente, no solo sobrevivió, sino que siguió haciendo su vida de forma normal.
Hasta se tomó fotos con su nuevo amigo.
Este caso sentó importantes precedentes en el estudio de las funciones del cerebro. Gage tuvo una variedad de cambios emocionales que hizo pensar a los científicos de la época que el lóbulo frontal (por donde ingresó la vara) tenía mucho que ver con las emociones y las relaciones interpersonales. Gracias (¿?) a este accidente es que sabemos hoy en día muchas de las funciones del cerebro y a qué partes corresponden, y tenemos más recursos para analizar (e intentar disminuir, por supuesto) daños que se puedan ocasionar. Lamentablemente, de haber sobrevivido, no nos garantizaba que hubiéramos sabido la verdad de las vinculaciones de Alan con Odebrecht. Mejor le dejamos eso a la sección Perú.
1. Tipo de movimiento que consiste en la sacudida violenta de la cabeza al ritmo de la música.
Edición: Daniela Cáceres.
