Alguna vez te preguntaste ¿por qué se dice que el virus se transmite con mayor facilidad durante el invierno? Pues lo mismo se cuestionaron algunos científicos y decidieron realizar un estudio sobre la asociación entre la enfermedad del COVID-19 y la concentración de vitamina D. ¿Por qué la vitamina D? Pues, esta vitamina es una de las más comprometidas con el clima, ya que se sintetiza en nuestro organismo a partir del colesterol que tenemos en nuestra piel cuando este es expuesto a rayos solares. Una menor exposición a los rayos UV, junto con una ingesta inadecuada de la vitamina, son factores que pueden llevar a una baja concentración de la misma en el cuerpo, a la cual se le conoce como hipovitaminosis D.
Entonces, ¿qué se hizo? Se evaluaron a 42 pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos por COVID-19 en Italia y se midió la concentración de vitamina D que cada uno tenía en la sangre.(1) El resultado sorprendió cuando el 81% de los pacientes evaluados tenía una hipovitaminosis D. Aquello llevó a la inferencia de que una baja concentración de vitamina D estaba involucrada en el curso de los casos con coronavirus. ¿Cómo así? De acuerdo con últimos estudios, se demostró que personas con hipovitaminosis D reducen su inmunidad celular, debido a que la vitamina D cumple un rol esencial en el sistema inmunológico, interfiriendo con la mayoría de células del sistema inmune como los macrófagos, linfocitos B y T, neutrófilos, entre otros.(2)
Asimismo, un déficit de esta vitamina puede estimular la formación de la tormenta de citoquinas. Esta se encuentra asociada al agravamiento de la enfermedad del COVID-19, sobre todo en pacientes con un síndrome de dificultad respiratoria aguda. Es por ello que, la concentración de vitamina D puede influenciar en el pronóstico de los pacientes.
Gracias a esta información concluimos que, la primera afirmación, de que el virus se transmite con mayor facilidad en el invierno, no se ha logrado comprobar científicamente (todavía, al menos). Mas sí hemos podido evidenciar que el invierno podría agravar la condición de los casos positivos de COVID-19, debido a que, en esta estación, la exposición a rayos solares es menor y podría desencadenar las consecuencias ya mencionadas anteriormente.
Ahora, ¿por qué les comento esto? Nosotros, además de estar en época de invierno, nos encontramos en una situación donde un gran porcentaje de la población pasa sus días en casa. Lo cual indica que su exposición al sol no es la misma a la que se tenía durante la rutina habitual previa a la cuarentena. Estudios han demostrado que un largo periodo de cuarentena genera un mayor riesgo a una deficiencia de vitamina D.
Entonces, tenemos dos factores jugándonos en contra para lograr un buen aporte de vitamina D, el invierno y el aislamiento social, ¿qué podemos hacer? La vitamina D no se obtiene únicamente gracias a la luz solar, también podemos obtenerla por medio de los alimentos. Debemos procurar consumir alimentos ricos en esta vitamina como los pescados, especialmente el salmón, los productos lácteos como la leche, y los huevos. Asimismo, si es posible que recibamos algunos rayos de sol durante el día, al menos por la ventana, ayudaría a evitar una deficiencia de esta vitamina, muy importante para nuestro sistema inmunológico.
Es importante tomar esto en cuenta, aunque este no sea el único factor que puede predisponer un agravamiento en los casos de COVID-19, ni evite contagiarse del virus, debemos tomar conciencia de lo importante que es una buena alimentación y cómo nos puede ayudar a mejorar nuestro sistema inmunológico. Es momento de recuperar toda aquella vitamina D que nos sobraba en verano, durante los fríos días de invierno.
Bibliografía:
1.Carpagnano, G.E., Di Lecce, V. (2020). Vitamin D deficiency as a predictor of poor prognosis in patients with acute respiratory failure due to COVID-19. Obtenido en: https://doi.org/10.1007/s40618-020-01370-x
2. Biesalski H. (2020). Vitamin D deficiency and co-morbidities in COVID-19 patients – A fatal relationship? Obtenido en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7276229/
Edición: Diana Decurt