“Trágico accidente en la carretera deja varios muertos y heridos”. Año nuevo y titulares viejos. ¿Cuántos malditos Pasamayos vamos a tener que soportar? ¿Será necesario nombrar a Gareca como nuevo Ministro de Transportes y Comunicaciones? Definitivamente, el problema es complejo, pero no solo se trata de pistas y vehículos como nos trata de vender el Trome. Quizá lo más importante resida en los conductores.
Las pistas
YALASA, hemos presenciado el desfile de modelos todos los expertos viales por los noticieros. Te lo dejamos todo resumidito aquí… Es evidente que las carreteras deben estar en óptimas condiciones para evitar accidentes de tránsito, esto va desde los huecos en las pistas hasta las barreras de contención que deben de agregarse al maldito Pasamayo. Para ponerle la cereza a la torta, las ranuras a los lados de las vías para los dormilones o la implementación de más carriles también son buenas adiciones. Pero, ¿Qué más hay detrás? ¿Qué no se está criticando?
Los vehículos
Otro punto importante, revisión técnica al día y aprobada. Si bien, extrañamente para este accidente, no se vaciaron los frenos de algún vehículo, esto es pan de cada día para nuestras calles. Más allá de los frenos, con una mano al pecho, cuántos carros vemos en las calles sin faros, sin espejos, cayéndose a pedazos, peor que tú en año nuevo. El colmo es que muchas de estas cañazas sí cuentan con la revisión técnica conforme (¿Corrupción? No creo, qué va ser). Cabe añadir, que también hay vehículos que no están plin, ni tienen la revisión, pero manejan tranquilamente en frente de nuestros policías sin temor al depósito. Hay que incentivar la fiscalización y reducir la coimamanía #NomásVladis.
Los conductores
ESTE ES!! El accidente del maldito Pasamayo dejó 52 familias en luto y las causas fueron: el exceso de velocidad (por encima de lo permitido) del tráiler que chocó al bus y el inteligente (?) conductor del tráiler invadió el carril contrario en una curva ciega (prohibido por la doble línea amarilla al centro). Entonces, no se trata solo de pistas o vehículos como lo venden nuestros disque políticos, sino va más por los conductores que van a seguir frente al volante violando las normas de tránsito.
Preguntémonos sinceramente…
- ¿Cómo es el conductor peruano promedio?
- ¿Respeta todas las normas de tránsito?
- Cuando cbb, ¿se maneja? Pero, cuando ese mismo conductor va a los united o acá no más en Santiago de Chile, ¿Maneja de la misma manera? ¿Se atreve?
- ¿Por qué es tan soberbio el conductor del tráiler para invadir el carril en una curva ciega en el maldito Pasamayo?
Muy simple, aquí en el Perú, muy pocos respetan las normas, nadie te hace responsable de tus infracciones y, si eres salado y te agarra un policía, habrás perdido las 10 luquitas para jugar la pichanga con tus patas. Lamentablemente, aquí el más vivo es el que hace piques a 120 km/h en la carretera, el que da la vuelta en U donde no está permitido o el que invade el carril auxiliar de la Panamericana Sur para llegar más rápido con su flaquita que la espera en la playita #Niunamenos. Si vamos un poco más a fondo, se han dado cuenta que esto de NO RESPETAR las normas de tránsito es algo hasta visto tan normal por nosotros y hasta se podría decir que es parte de la “criollada peruana”. Lo que quiero decir es que está en nuestra cultura, pues forma parte de nuestras costumbres y conductas que nuestra misma gente acepta o valida.
Viéndolo así, ¿cómo mejorar la cultura de los conductores peruanos?, fácil: IMPULSAR LA EDUCACIÓN VIAL. ¿Cómo se podría hacer? Muchas de estas conductas criollas a la hora de manejar son difíciles de corregir en adultos que ya las vienen haciendo por décadas y las ven como normales, entonces deberíamos de enfocarnos en los futuros conductores. El primer punto clave son los VALORES, esto es lo que le enseñan a los niños desde la casa y en el colegio, deberían de enseñarles cómo actuar en ciertas situaciones en donde puedan caer en infracciones, a respetar a los demás (no poner en juego la vida de las personas), entre otras cosas. El segundo punto importante podría ser PROGRAMAS EDUCATIVOS desde el colegio y en la universidad donde se les enseñe las reglas de tránsito y cómo proceder en situaciones de conflicto con conductores o con los peatones. Se debería de respetar en nuestro país a los transeúntes, pero parece que es una lucha de supervivencia en las calles por ver quién es el más fuerte.
Hay mucho por mejorar, pero el panorama puede ser alentador, ya que depende de nosotros mismos como sociedad comenzar a eliminar esos titulares. Te invito a que respetes las normas de tránsito y que las exijas al de tu costado. “Esperemos que por fin este maldito Pasamayo nos sirva para reflexionar y genere un cambio”.