Ya se acerca el final de este año, y con ello vuelven las muy viejas tradiciones que se repiten una y otra vez cada fin de año. Masas de compradores que no organizaron bien su tiempo y que ahora congestionan las avenidas, las veredas y los centros comerciales; además de elegir el lugar, la comida la ropa y la gente con quien participar en la última gran obra de teatro colectiva: la fiesta de año nuevo. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no queremos ser parte de esta absurda parafernalia? Si para ti (al igual que a mí) el 31 de diciembre es un día cualquiera, pues te diré el por qué es tan especial celebrar la espera del año nuevo, como lo es celebrar la espera del próximo recibo de luz: ambos llegan sin importar cuánta gente grite o qué ropa interior uses.
LA TRILLADA CUENTA REGRESIVA
Una de las actividades más icónicas en todo el mundo es esperar la cuenta regresiva en Times Square en Nueva York. Una multitud de personas de todo el mundo (porque quienes hacen esta pantomima anual son turistas en su mayoría) se juntan para ver una bola descender desde la asta bandera del edificio One Times Square, en el corazón de la gran manzana. La cuenta regresiva es “lo más emocionante” porque cuando se llega a medianoche ¡bum! se terminaron los problemas, las preocupaciones y la mala suerte, o al menos eso se piensa. Lo más probable es que nuestra presidenta seguirá haciendo declaraciones sin sentido, y el resto de nosotros seguiremos con nuestras vidas, conviviendo con injusticias de cada nuevo día del 2025. Spoiler: cuando termine la cuenta regresiva en tu reloj saldrá: 12:00 am y eso será todo.
LOS RITOS ABSURDOS QUE NOS DARÁN SUERTE
Para muchas personas, el 31 de diciembre es el día perfecto para probar todas las cábalas necesarias, desde hacerse una “patética” limpia de huevo en todo el cuerpo, hasta atragantarte con 12 uvas negras o verdes cuando termine la cuenta regresiva. Están las personas que creen que conseguirán el amor de su vida, dinero o tendrán buena salud en el año que viene si usan ropa interior rosa, verde o amarilla durante la celebración. Como si la ropa interior de 5 soles nos va a ayudar a tener el ascenso laboral que tanto ansiamos. ¿Te imaginas que la chica a la que siempre le invitabas a salir por fin acepta y que en la primera cita por alguna razón te agachas y ella nota que llevas un calzoncillo amarillo de año nuevo?
EL CAMBIO QUE TANTO ANSIAMOS
Hoy en día está de moda “decretar”: “yo decreto un 2025 lleno de abundancia”, “yo decreto un 2025 con auto nuevo, o con casa propia”o “yo decreto bajar los 20 kilos que llevo deseando bajar desde hace seis años”. Si de verdad quisieras cambiar algo en tu vida, lo habrías hecho en marzo, cuando te diste cuenta de que tus jeans ya no cierran, o en septiembre, cuando tu tarjeta de crédito alcanzó su límite. Pero no, esperaste al 31 de diciembre porque “es una tradición.” Spoiler: es una excusa.
Así que este año, si decides ignorar todo este circo, si prefieres quedarte en casa viendo tu serie favorita y dejando que el reloj haga lo suyo, te felicito. No hay necesidad de fingir que este día es más importante de lo que realmente es, porque, spoiler final: no lo es.
P.D.: Vean la nueva temporada de El juego del Calamar, está interesante.