Alguna vez has estado viendo las noticias y te has exaltado al preguntarte ¿por qué los políticos toman decisiones tan ilógicas, si la decisión correcta para mejorar la situación del país es más que evidente?, o ¿por qué el director técnico de tu equipo preferido no ejecuta la estrategia A en vez de la B, si la B (según tu opinión) es obviamente la estrategia que los hará campeonar? Si la respuesta es sí, es probable que hayas sido víctima del efecto Dunning-Kruger, pero calma (relaja), no es algo que solo te pase a ti. En realidad, todos hemos sufrido este efecto, aunque no necesariamente solo en el ámbito político o deportivo (que son los más comunes), sino también en lo laboral, familiar o educativo.
Pero, basta de introducción, ya queremos saber qué encierra este misterioso efecto. Teóricamente, el efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo, conocido como “efecto de sobreconfianza”, donde las personas poco preparadas están convencidas de ser muy competentes. En otras palabras, describe cuando no sabes nada del tema, pero aun así tienes la confianza suficiente (exagerada) para dar tu opinión, e incluso defender esa posición que obviamente es errada. De seguro te estás autoafirmando que eso jamás te ha ocurrido, que simplemente es imposible. No puedes concebir la idea de que una persona en su sano juicio, sabiendo que no sabe nada, se atreva a opinar y defender su opinión incluso ante expertos en la materia. Sin embargo, el problema es que en realidad este tipo de personas no sabe que no sabe y, al no ser conscientes de esta limitación, están expuestas a cometer errores estrepitosos. Para entender mejor en qué consiste este efecto, vamos a remontarnos a sus inicios, desde los primeros estudios hasta su descubrimiento formal y conclusiones.
Todo empezó en 1995 en la ciudad de Pittsburg, Estados Unidos, cuando McArthur Weeler (personaje principal de toda esta historia) decidió atracar dos bancos a cara descubierta. El hombre fue detenido después de salir del segundo banco, pero lo más sorprendente fue la técnica que había utilizado para no ser detectado por las cámaras. Se había mojado toda la cara con jugo de limón, convencido de que, al igual que con la tinta invisible, el jugo evitaría que las cámaras lo reconocieran. Intrigados por el atrevimiento del joven, los psicólogos David Dunning y Justin Kruger decidieron estudiar su caso para tratar de entender cómo alguien tan ignorante podía tener tanta confianza en sí mismo.
Ahora, que alguien use zumo de limón para esconderse de las cámaras suena muy tonto; sin embargo, si analizamos el contexto en el cual ocurrió todo este episodio, podemos ver que eran los 90. La probabilidad de encontrar la respuesta en Google acerca de cómo no ser detectado por las cámaras de seguridad era casi nula. Las personas tenían que usar su creatividad y la poca información disponible para solucionar cualquier duda. Entonces, desde esta perspectiva, lo que hizo Weeler fue tomar la poca información acerca de las propiedades del zumo de limón como un todo. Ahora bien, aun con esta explicación, no se resuelve la pregunta: ¿qué hace que la gente, desde su ignorancia, haga cosas tan osadas?
Dunning y Kruger siguieron con las investigaciones y realizaron una evaluación a un grupo de estudiantes universitarios. Se les evaluó en tres ramas diferentes y, al concluir el examen, se les pidió que se autoevaluasen en cada materia. Al final se compararon sus respuestas con sus habilidades reales, y los resultados fueron concluyentes: los más inteligentes tendían a subestimase, mientras que los menos cualificados se sobrevaloraban.
Ahora sí, después de explicar las bases del efecto Dunning-Kruger, podemos identificar cuándo hemos sido víctimas de este efecto y hacer un mea culpa. Pero hay que ser cuidadosos, ya que si no aceptamos nuestras falencias y nos estancamos en el estadio de bajo conocimiento y excesiva confianza, podemos caer en el sendero narcisista.
Afortunadamente ya leíste este artículo y tienes las herramientas necesarias para aceptar cuándo no sabes nada del tema; pero ¿qué sigue después? ¿cómo salgo de la etapa de desconocimiento?
A través de la curva, podemos ver que, a medida que vamos adquiriendo conocimiento o experiencia, la seguridad va bajando hasta llegar al “foso de la Inseguridad”. Se llama así ya que es la etapa en que logras un conocimiento suficiente como para saber lo que se necesita para dominar la materia; pero, al hacer la comparación con lo que sabes actualmente, se crea la percepción de que el camino para alcanzar ese nivel es muy largo. Normalmente este estadio viene acompañado de sentimientos como la tristeza, desesperanza o frustración. Sin embargo, si sigues la ruta del conocimiento, poco a poco irás ganando mayor seguridad. Cuando alcances un nivel experto, tu nivel de conocimiento será alto y tu seguridad será media. Este nivel de seguridad se debe a que el conocimiento logrado te brindará un mejor panorama de lo que involucra la materia, por lo tanto, estarás más abierto al diálogo y a diferentes opiniones.
Para concluir con este tema, el efecto Dunning-Kruger es un fenómeno que vivimos a diario y del que no somos conscientes. Sin embargo, la vida humana consiste en un mejorar constante. Por ello, en estos casos, lo mejor que podemos hacer es, como diría Sócrates, aceptar que solo sé que nada sé y, a partir de esto, ir adquiriendo conocimiento.
Edición: Paolo Pró.