El día lunes 09 de septiembre se reportó desde Irán la muerte de una ciudadana llamada Sahar Khodayari. ¿La causa de la muerte? las lesiones que se había autoinfligido al rociarse gasolina y prenderse fuego, y ¿la razón? Sahar estaba en peligro de ser condenada entre 6 meses a 2 años en su país por atender a un partido de fútbol.
Desde 1981, pasada la revolución iraní, en un estado donde la religión musulmana es la oficial, se ha implementado una estricta política que no permite que las mujeres atiendan partidos de fútbol en los estadios. La justificación que ahora dan los políticos para preservar tal medida en pleno siglo XXI es que las instalaciones no están debidamente adecuadas para recibir mujeres en lugares exclusivos para ellas, en donde no puedan tener contacto alguno con los hombres asistentes.
Tales excusas de las autoridades iraníes ahora no pueden ser tomadas en serio. Estamos ante una medida restrictiva del derecho de las mujeres a la libertad y a no ser discriminadas por la simple condición de ser mujer. Mientras que todos (sin distinción) pueden disfrutar de un partido de fútbol de su equipo favorito, la excepción la pone Irán, que es el único país donde las mujeres se enfrentan con un Estado que no les permite el acceso a disfrutar de uno de los deportes que más pasiones despierta en el mundo.
Sin embargo, ante tal irracional política, las mujeres iraníes han encontrado formas de entrar a los estadios “desapercibidas”. Tal como intentó hacer Sahar antes de que las autoridades la descubran. Las mujeres se visten como hombres y se llenan de pintas para entrar al estadio y alentar como otro hincha más; pero, como mencionamos, no todas tienen la misma suerte de disfrutar los 90 minutos de un partido. Algunas activistas que logran el cometido se toman fotos en las gradas, alentando y sacando en cara que nadie las puede detener a donde quieran ir por el simple hecho de ser mujer.
Felizmente, las protestas contra estas medidas no son solo de la parte más perjudicada, sino también de los mismos hombres iraníes, los cuales están unidos para exigir al gobierno que pare esta prohibición y los encarcelamientos como sanción. Además, las exigencias ahora no solo van dirigidas a Irán -el cual se muestra reacio a un cambio-, sino a instancias internacionales como la FIFA, el máximo organismo rector del fútbol mundial, el cual tiene como política la cero tolerancia a la no discriminación de las mujeres en este deporte.
Desde los últimos años, la FIFA ha tenido logros importantes a la hora de darles las mismas oportunidades a las mujeres que los hombres en el fútbol, por lo que la FIFA debe ser uno de los principales organismos que vele por la desaparición de esta política. Una acción contraria o invisible sólo podría significar un retroceso en los avances que se han dado para visibilizar a las mujeres en el fútbol.
La muerte de Sahar deja un gran sinsabor a toda la comunidad internacional, por significar que aún quedan muchos obstáculos para que los derechos de las mujeres sean reconocidos y respetados. No obstante, al final del túnel está la luz, y con el apoyo de todos, podemos lograr que la muerte de Sahar no sea en vano, y hacer que las mujeres iraníes puedan disfrutar de tan lindo deporte. Sería solo el comienzo.
Edición: Daniela Cáceres
Referencias:
- CNN. (s.f.). FIFA must act after death of Iran’s ‘Blue Girl,’ says activist. Recuperado 20 septiembre, 2019, de https://edition.cnn.com/2019/09/12/football/iran-blue-girl-sahar-khodayari-spt-intl/index.html
- Iranian government criticised as women stadium entry deadline looms. (s.f.). Recuperado 20 septiembre, 2019, de https://www.bbc.com/sport/football/49421495
- Worden, M. (s.f.). Woman Banned from Stadiums in Iran Attempts Suicide. Recuperado 20 septiembre, 2019, de https://www.hrw.org/news/2019/09/09/woman-banned-stadiums-iran-attempts-suicide