¿Las personas aprenden de sus experiencias? Si esto fuera cierto, hoy no se repetirían conductas que ayer fueron perjudiciales. No hace falta un ojo muy atento para observar que las personas reinciden en acciones a pesar de que sus resultados sean negativos #NoLeFallesATonyRosado.
¿Por qué las personas siguen tropezándose con la misma piedra? Una respuesta simple es que se espera a que el resultado de una decisión cambie con el tiempo (Once cheater, always cheater (?)). Esto es como lanzar un dado o una moneda. Si bien la acción es la misma, el resultado puede diferir en cada acción. Dado que los resultados son aleatorios, una persona promedio puede pensar: “si ayer me fue mal; hoy con una probabilidad determinada subjetivamente me puede ir mejor.
Asumiendo que, en general, las personas son racionales #Recapacita, vale preguntarse: ¿las personas están actuando para estar lo mejor posible ante el nivel dado de riesgo? Una aclaración teórica previa a responder esta pregunta es sobre la definición de riesgo. El riesgo, según estadística, se define como una situación en la que los posibles resultados de una acción y sus probabilidades son conocidos. Caso contrario, se estaría frente a un escenario de incertidumbre. En este análisis, se considerará una situación con riesgo.
El caso que será discutido es el de esas personas que a pesar de que su crush no les hace caso, que no los firma formaliza, que su “saliente” no les agrega en Facebook para que nadie sepa que se conocen, o que durante su relación no son felices, siguen con esa persona. ¿Por qué estar con alguien que, en base a las señales del mercado (que deja en visto por días), no los hace felices? Para explicar esto se debe presentar la función de utilidad en base a decepción.
Donde u(x) es la utilidad que recibimos por tener un nivel x de una variable y v(x-r) es la utilidad (o desutilidad) que recibimos por tener un nivel x mayor (o menor) a un punto de referencia r. En caso de riesgo, este punto se puede definir como la utilidad esperada ante una determinada acción. En este caso se asumirá que las funciones son lineales: u(x) = x y v(x-r) = x-r.
Entonces, la historia es la siguiente. En un periodo t=0, el momento en el cual están empezando los intentos de “pulseo” un agente racional piensa a futuro y se proyecta, sea a corto o largo plazo #MatrimonioConTuCrush. Si todo sale bien, serás feliz #IlusionándoteComoSiempre. Si sale mal o, si al final no fluye nada, se calcula la utilidad esperada en base a todos los casos y sus probabilidades. En el periodo t=1, se observa el resultado de la decisión y se calcula la utilidad comparando cómo se está respecto de cómo se esperaba estar (por ejemplo, si el agente se ilusionó, su utilidad esperada es diez).
Escenario | t=1 |
Resultado feliz | U= 15 + (15-10) = 20 |
No pasó nada | U= 0 + (0-10) = -10 |
Resultado triste | U= -10 + (-10-10) = -30 |
Se observa que, si todo va bien, uno se alegra mucho y obtiene una utilidad mayor a la esperada. Si no pasa nada, se siente mal debido a la desilusión y obtiene desutilidad. En caso el agente sea “choteado” o todo sale peor de lo que esperaba, hay mayor infelicidad por el rechazo y por una desilusión profunda #TantaIlusiónPorNada.
Entonces, ¿por qué las personas se mantienen en una relación (de pareja o salientes) tóxica? Una explicación lógica podría ser que si en t=1 el resultado fue negativo, es posible que en t=2 la otra persona cambie o que la situación se deba a un shock externo que ya no tenga efecto en el siguiente periodo. Ante ello, se observa cierta inconsistencia dinámica. Pues el agente se acostumbra al nivel bajo de satisfacción y aunque se sepa que no cambiará ya no genera tanta desutilidad.
Escenario | t=2 dado que el resultado fue negativo en t=1 |
Resultado feliz | U= 15 + (15-(-30)) = 60 |
No pasó nada | U= 0 + (0-(-30)) = 30 |
Resultado triste | U= -10 + (-10-(-30)) = -10 |
Esto se ve en la segunda tabla. Si en t=1 se dio el resultado negativo, entonces en t=2 el punto de referencia, que es la utilidad esperada, se actualiza y es igual a la utilidad del periodo anterior (-30). Si todo mejora y se da el resultado feliz entonces, como se esperaba tristeza, el agente se va a sentir mucho mejor de lo que esperaba. Si se termina la relación, habrá cierta satisfacción debido a que por lo menos se acabó el sufrimiento.
Finalmente, si en los dos periodos el agente sufre una decepción, la desutilidad del agente en el periodo 2 será menor en comparación al primero. Esto debido a que sucedió exactamente lo que esperaba. Entonces, a pesar de que la relación, el coqueteo, o las salidas no son satisfactorias, el agente no se siente tan mal como realmente está debido a que existe una sensación de que se podría estar peor. Si en el periodo t=3 se repite dicha situación, el punto de referencia será -10 y la utilidad será constante en -10. Por lo que nunca se saldrá de ahí.
Ahora bien hay que pensar en por qué la gente puede ser tan necia de quedarse en una “relación” que le genera desutilidad por tanto tiempo. Si los agentes no interpretan bien las señales, entonces pueden cometer errores. Si alguien espera que su pareja cambie y esta hace algo que, en relativo, le genere bienestar; entonces, se podría tener una utilidad de 60, lo cual se interpreta como una relación feliz. Pero si solo es un shock transitorio, la recaída es mayor porque la ilusión aumenta y, por tanto, las expectativas del otro agente son mayores.
Lo anterior se da por el sesgo de confirmación, que se da cuando se toma como cierta la información que valide las creencias previas. En este caso, si se espera que la relación mejore y esto se da (solo transitoriamente), se interpretará a esa coyuntura como el estado estacionario de la relación a pesar de que no lo es. Esto se alimenta con el agente que se acostumbra y espera un resultado negativo suavizando el impacto de los resultados tristes como ya se explicó.
Es curioso como la mente humana es capaz de interpretar mal las señales del mercado (del amor) y generar resultados subóptimos que son equilibrios estables (como esa relación tóxica). Es quizás parte del deber de un agente racional sobreponerse a sus sesgos para llegar al mejor escenario posible (de felicidad máxima sin ciclos “bipolares” que dependan de las expectativas). Esta sería una de las políticas expansivas de amor propio necesarias para crecer tendencialmente como personas.