Hace algunos años, chicas y chicos se volvían locos por la llegada de su artista favorito a Lima como los Jonas Brothers o Justin Bieber. (No te hagas que tú también has cantado sus canciones). Y hoy lo siguen haciendo con conciertos de Vivo X el Rock o rock en vivo (?) y claro, Bruno Mars (aunque no me niegues que sigues escuchando a Justin). Porque obvio, en rara ocasión viene un artista que te guste (como cuando por fin vino Coldplay) y la energía que tiene un concierto es totalmente diferente que escuchar música con audífonos en tu teléfono. Sin embargo, ¿resulta económicamente eficiente ir a un concierto? ¿No será una decisión totalmente irracional?
Hoy en día, es posible escuchar música casi gratis gracias a Spotify o SoundCloud (si te gustan los mix de DJ Luigi y el reguetón más intenso #NoLoNiegues). Puedes acceder a miles de horas de canciones de diversos géneros y de cantantes que nunca escuchaste (sin considerar Spotify Premium, pero ¿quién paga eso?). Y en YouTube puedes ver los videoclips de tus artistas y hasta aprenderte sus pasos de baile. Si eres de aquellos que cuidan hasta el último centavo, podrías pensar que estas plataformas o apps no son completamente gratis, ya que su uso requiere el pago de una mensualidad para tener megas de internet (los que te acabas al toque). No obstante, este pago es una cantidad marginal dados los otros usos que se le da a la conexión a internet.
En economía siempre se realiza un análisis costo-beneficio para tomar decisiones (casi como una lista de pros y contras) porque, desde luego, no vas a pagar un precio muy alto por algo que en realidad para ti no tiene ese valor. Por ejemplo, cuando vino Bruno Mars, la gente se emocionó tanto en abril o mayo que llegó súper temprano a Teleticket a comprar las entradas para un concierto que sería en NOVIEMBRE (como cuando también compraste tu entrada y no fuiste por tener final de metría al día siguiente #TristeRealidad). Dichas entradas no eran tan baratas y para un simple practicante (como yo) se le fue la mitad de su sueldo. ¿Por qué comprar una entrada de casi 500 soles a un concierto si lo puedo escuchar “gratis” en mi cuenta de Spotify?
En teoría, el beneficio debería exceder el costo al tomar una decisión. El beneficio de ir a un concierto es el hecho de escuchar a tu artista y verlo a más de 100 metros por el tiempo que dure el concierto. El costo es obviamente el dinero que te cuesta ir al concierto, incluyendo el taxi o estacionamiento (donde te cobran mínimo 30 soles por todo lo que dure el concierto) y la comida y/o bebida que puedas consumir dentro. Además, dentro de los conciertos y a sus alrededores, los vendedores suelen elevar los precios de todo lo que puedas consumir y se benefician de que en la puerta prohíben el ingreso con botellas de agua, bebidas o snacks. Esto funciona casi como un monopolio porque al ser uno o dos ofertantes ante miles de consumidores (demandantes), imponen un precio elevado donde un simple envase de canchita cuesta casi 10 soles. #Indignada.
Asimismo, se debería considerar la utilidad que brinda a una persona el poder ir al concierto de su artista favorito. Cada individuo escoge ir a un concierto dependiendo de qué tanto le guste el artista. Al momento de decidir a qué concierto ir, por ejemplo, elegir entre Maluma baby o Daddy Yankee, tomarás en cuenta qué artista te gusta más, de cuál te sabes más canciones (?) y cuál quizás tenga menos chances de volver a venir. Muchas veces se deja de lado el precio de la entrada del concierto porque, según algunos, es una experiencia única que no se compara con escucharlos en una juerga o en el carro camino a la UP. Porque, evidentemente, no se puede medir con exactitud la utilidad que te brinda verlos y escucharlos en persona. #ElConciertoValeMásQueElDinero
En general, los consumidores deciden gastar su dinero en productos y/o servicios que satisfacen sus necesidades y les brindan el mayor nivel de utilidad. Ir a un concierto y escuchar música en Spotify son bienes que se podrían configurar como sustitutos, pues ambos implican escuchar música; sin embargo, el concierto te brinda ese plus de poder ver a tu artista en vivo que Spotify no te puede dar por más gratis que sea. Aunque esto suene irracional, porque uno debería escoger la opción más barata, nada quitará el hecho de poder decir que viste a tu artista favorito en vivo. #SorryNotSorry
