Para un enfermo, mientras hay vida hay esperanza.
Cicerón
Esta frase más o menos conocida bien nos podría explicar por lo que está pasando el señor Alberto Fujimori y sus seguidores que ansiosos esperan verlo salir. Cada movimiento en el Congreso o en el Palacio de Gobierno son una excusa perfecta para traer a colación el tema del indulto, el cual ha sido comentando tantas veces por el mismo Presidente y nunca realmente zanjado. Responder a la pregunta del título no puede ser: porque PPK no quiere (aunque con su nuevo mejor amigo Kenji, quién sabe). Aunque el Presidente, de acuerdo a la Constitución, tenga la facultad de otorgar el indulto, en el siguiente artículo encontrarás las tres principales razones por las cuales PPK no termina de revisar el caso Fujimori.
No hay aun una explicación legal
La Comisión de Gracias Presidenciales es la que propone a PPK los casos que debe revisar para otorgar la gracia presidencial. Es decir, la Comisión propone y el Presidente dispone. Los indultos que se otorgan son de dos tipos: indultos comunes o por razones humanitarias. Los que son por razones humanitarias son de nuestro interés y se dan bajo los 3 siguientes motivos:
- Enfermedad terminal,
- Enfermedad grave en etapa avanzada,
- Trastornos mentales irreversibles y crónicos.
Es probable que en el caso del ex Presidente aun ningún examen médico haya llegado a alguna de esas conclusiones, razón por la cual no habría una respuesta legal a la concesión del indulto presidencial.
Más que anti-fujimoristas
Las movilizaciones en contra del indulto no serían sorpresa y sabemos qué personalidades peruanas apoyarían gustosamente con estas. Mario Vargas Llosa se pronunció en la revista Somos de este último sábado, señalando que “un eventual indulto no sólo sería una injusticia, sino una traición”. Es imposible hacer oídos sordos ante la bulla política que traería, sobre todo desde el ámbito de los derechos humanos. Como declaró la abogada Ana María Vidal, secretaria de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, se presentará un recurso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en caso se presente el indulto. Congresistas y demás no dudará en sumarse a este tren.
PPK no quiere líos
Nuestro actual Presidente ha demostrado ser poco o nada conflictivo. Y tratar de llevar la fiesta en paz lo puede perjudicar popularmente, pues pospone la toma de decisiones. La semana pasada, cuando podía revalidar sus ministros, decidió hacer un cambio hacia un gabinete con más roce político. En todo caso, si estaba dispuesto a cambiarlos, ¿por qué mandarse con la cuestión de confianza? No queda muy claro si cedió ante la presión o si lo tenía planeado (?), lo cierto es que los cambios a ese nivel siempre generan costos extraordinarios imprevistos. Por ahora, tenemos un gabinete que está caminando de la mano con el Congreso, ¿será el indulto lo que nos regrese a la normalidad(?)?
Lamentablemente, para quienes quieren a Fujimori afuera, el indulto no es una gracia divina que pueda escapar de juicios. Y está bien, al menos en lo que a mí respecta, que sea así. El sentido de impunidad que reina en el Perú no puede, bajo ningún motivo, verse favorecido. Ante un indulto infundamentado, PPK estaría dándole la espalda a la lucha contra el “criollismo” de poder siempre uno salirse con la suya. En fin, el dueño y señor de la esperanza de Fujimori y compañía es PPK, al que considero capaz como para no pasar por alto la justicia. Ante todo, respeto.
