#Khá? El día de ayer llegaron algunos informes estadísticos a las oficinas de Voz Actual. Estas habían sido realizadas para los años 1999 a 2009. Entre los resultados más resaltantes, tenemos una relación positiva entre el número de abogados en California del Norte y el número de suicidios en EE.UU.; una relación positiva entre el consumo per cápita de margarina y la tasa de divorcios en Maine (otro estado de EE.UU.); y que, mientras más películas haga Nicolas Cage, mayor es el número de personas que se ahogan al caer en una piscina. Preocupados por estos resultados, nuestros especialistas (?) dedicaron las 24 horas siguientes para dizque investigar la razón. Les mostramos sus conclusiones a continuación. #NoEsHumoEsHumazo
¿Quejesto? Fue la primera pregunta que se hicieron nuestros analistas apenas vieron los gráficos e stadísticos que se presentaron de forma anónima en sus escritorios. Sin embargo, como todo economista, trataron de vender humo darle un sentido intuitivo a estas relaciones.
Como se observa en la imagen, hay una correlación positiva de 0.994 entre el número de abogados y los suicidios por ahorcamiento, estrangulación y sofocación en USA. ¿Qué sucede? ¿Las personas odian a los abogados? ¿Pierden un juicio y se matan? ¿Hay un #Negociazo de por medio? Bueno, puede que probablemente el sentido de la correlación sea distinto, es decir, a medida que aumentan los suicidios, el número de abogados se incrementa. PERO, ¿POR QUÉ? Ante la incomprensión de la relación causal de estas dos variables, pasaron a analizar un segundo gráfico:
No, no es una broma. Entre los años 2000 a 2009, se redujo el consumo per cápita de la margarina en Estados Unidos y la tasa de divorcios en uno de sus Estados también se redujo con un comportamiento similar. Ahora bien, ¿qué tiene que ver el consumo de margarina con la tasa de divorcios? A ver… pensemos un poco. La margarina puede que se asocie al consumo de grasa, entonces si se consume más grasa, la persona gana más peso. Y si las personas obtienen más peso, entonces ¿son más o menos atractivas para sus parejas (o esposos (as) en este caso) y competidores (as) demás conocidos (as)? Para ello, se ha formulado un modelo estructural dinámico y estocástico de decisión de las mujeres en cuanto a la alimentación a sus parejas. Cabe resaltar que el modelo es aplicable también para el sexo opuesto #NoHayMachismo.
La intuición de este modelo se refleja en la imagen adjunta. Se puede observar que, en la realidad, se debería cumplir que a medida que uno aumenta de peso, es menos atractivo para los otros u otras. Así, si el amor es verdadero, te quedarás con tu pareja, pues se descarta la variable más relevante para el divorcio: la infidelidad. El problema con este modelo matemático muy sofisticado es que sus conclusiones van en contra de los resultados encontrados anteriormente. Entonces, ¿cuál es la racionalidad detrás de todo esto?
Antes de que nuestras cabezas exploten buscando la racionalidad de estos estadísticos, tratamos de analizar el último gráfico que nos había llegado. En este, relacionaban los films de Nicolas Cage con el número personas que se ahogaban al caer a una piscina.
Entonces concluimos que las películas de Nicolas Cage afectan a las habilidades acuáticas de las personas, por lo que se ahogan al caer en una piscina. #OkNo #EstoEsHumo. La última oración ni si quiera tiene sentido, al igual que buscar una relación causal entre las variables que se han discutido. Lo bueno de
tener especialistas en este tipo de investigaciones es que se puede llegar a conclusiones muy racionales dentro de lo irracional. Lo que ustedes observan en cada uno de los análisis estadísticos son relaciones espurias. ¿Qué es eso? ¿Con qué se come? Pues bien, según Wikipedia (?) una relación espuria es una situación en la que dos o más variables están relacionadas matemáticamente, pero no hay relación causal entre estas; es decir, si bien la estadística nos dice que hay relación, no hay alguna explicación lógica entre estas variables.
Las relaciones espurias suelen llamar mucho la atención, pues muestran este tipo de polémicas entre dos variables. Sin embargo, suelen traer consigo algunos problemas a los econometristas. En econometría, se busca hallar una relación causal entre una o más variables para así generar políticas que permitan el desarrollo económico de una sociedad o de un país o faciliten el entendimiento de modelos financieros, etc. El problema radica en que, mientras existan relaciones espurias, no se puede afirmar a ciencia cierta si lo que se encuentra es una relación causal o no. Ojo aquí: correlación no siempre significa causalidad. Los ejemplos demuestran lo planteado. En la actualidad, existen diversos estadísticos que nos ayudan a reconocer si tenemos este tipo de relaciones. Entre estos están el de la regresión y la prueba Durbin Watson (Ok, sé que no todos entienden, pero igual quería mencionarlo).
¿Cuál es la reflexión a todo esto? Muy fácil. Actualmente, se discute mucho el contenido de los medios de comunicación, tanto en redes sociales como en otros medios. El tema de fondo pasa por la credibilidad que cada uno otorga a este tipo de contenido. A veces, nos topamos con noticias que, más allá de informarnos, nos venden humo muestran relaciones espurias que pueden parecer muy llamativas, pero poco o nada es la información cognitiva que nos brindan. Entonces, ¿debemos creer todo lo que nos dicen los medios?
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