Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son parte de la Agenda 2030, un plan de acción global que fue aprobado por los 193 Estados Miembros de la ONU en 2015 (Perú participó directamente en su elaboración). Seis años después, y teniendo en cuenta las consecuencias sanitarias y socioeconómicas de la pandemia por COVID-19, no sorprende que muchos se pregunten si vale la pena seguir con esta Agenda.
A continuación, te presento un análisis de 3 ODS cruciales en este contexto de crisis (considerando combatir la pandemia y reactivar la economía como los ejes primordiales para impulsar el desarrollo). Antes de la COVID-19, ¿estábamos en buen camino?
Además, próximos a la segunda vuelta electoral, ¿son importantes los ODS para los candidatos presidenciales?
Veamos.
ODS 1 : Fin de la pobreza
Este objetivo no hace referencia solo a la pobreza monetaria, sino también concibe a la pobreza de manera multidimensional y se centra en la necesidad de desarrollar o fortalecer sistemas sólidos de protección social, que lleguen a los más pobres y generen una adecuada resiliencia para mitigar choques adversos ante cualquier situación.
Según el INEI, entre 2009 y 2019, la pobreza extrema se redujo en 7% hasta alcanzar al 2.9% de la población nacional, mientras que la pobreza monetaria se redujo aproximadamente en 13% . Así, hacia 2019, el 20.2% de la población era pobre.
Debido a esta mejora consecutiva, se sostenía que el crecimiento económico tendría un impacto positivo sobre la reducción de la pobreza. Sin embargo, el 2020 y la pandemia de la COVID-19 ocasionaron la contracción de la economía y el desplazamiento de un porcentaje de peruanos a una situación de pobreza. Un reciente estudio de Foco Económico estima que la pobreza monetaria se puede haber incrementado al 29.5% de la población durante 2020, como un efecto de la pandemia, lo cual significaría que la situación sería similar al 2010.
ODS 3: Salud y bienestar
El ODS 3 propone garantizar una vida sana y promover el bienestar general. Antes de la pandemia, el sistema de salud peruano era precario. Había un déficit en el número de camas UCI, equipos y centros de salud alrededor del país, según el Colegio Médico. La pandemia solo ha evidenciado nuestro débil sistema de salud. Lo cierto es que ningún país estuvo preparado para enfrentar la COVID-19 pero, a más de un año conviviendo con el virus, sabemos que aquí se han tomado malas decisiones desde el Ejecutivo (no es sólo el “Vacunagate”).
Hoy, en medio de la segunda ola de la pandemia, urge gestionar apropiadamente los servicios de salud, proveernos de vacunas e inmunizar a la población. Además, la promoción de la salud mental es también muy importante y no debe quedar rezagada de la agenda pública ya que las cuarentenas, sumadas a la pérdida de familiares y crisis económica en los hogares, amenazan la salud mental.
ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
En la última década, Perú ha sido una de las economías de más rápido crecimiento de Latinoamérica, con una tasa media anual de crecimiento del 6%. Sin embargo, en los últimos cinco años, el crecimiento económico se desaceleró al bajar el consumo, los precios de las materias primas, la inversión privada y los ingresos fiscales; según el Banco Mundial (2019).
Hoy, se sabe que uno de los principales obstáculos para mejorar la competitividad en Perú es la baja productividad, sobre todo en las PYMES. Este ODS promueve una mayor inversión en tecnología e innovación para mejorar los procesos, incrementar la producción y, por ende, la productividad nacional. Esto debería motivar a los actores políticos a pensar y actuar en función de la sostenibilidad del desarrollo económico y social.
Ahora bien, situándonos en el contexto del Bicentenario y las próximas elecciones, no podemos dejar de lado los avances de la Agenda 2030. El próximo gobierno debería concentrarse en su cumplimiento ya que nos proporciona una hoja de ruta hacia el desarrollo sostenible global, justamente cuando la pandemia nos ha reconfirmado la importancia del multilateralismo y de la cooperación internacional.
¿Son importantes los ODS para los candidatos a la presidencia?
Ya que hemos destacado la importancia de los ODS para el desarrollo del país, resulta preocupante ver los resultados del estudio realizado por la Universidad del Pacífico a los planes de gobierno presentados por los candidatos presidenciales (Keiko Fujimori y Pedro Castillo), el cual muestra, en ambos casos, un porcentaje de mediano a bajo en la alineación de sus propuestas con la Agenda 2030.
La importancia del compromiso de los partidos políticos con la Agenda 2030 no se debe solo al cumplimiento de un acuerdo global, sino también al impacto que la materialización de los ODS tenga en las políticas nacionales que emprenderán, de llegar al gobierno, y sobre todo en la ciudadanía. En un contexto político, económico y social profundamente dañado por la pandemia ha quedado al descubierto la fragilidad del crecimiento económico, además de muchas carencias y desigualdades sociales. Estas problemáticas son abordadas por la Agenda 2030 por lo que es necesario que el próximo gobierno asegure su cumplimiento.
muy buen artículo ! me encantó