Agradecido a Star Wars estoy, porque durante casi tres horas me desconecté de los noticieros, memes en Facebook y conversaciones interminables en grupos de WhatsApp sobre el desgobierno que atravesamos. Si existe una fuerza que equilibra todo en la galaxia, el Perú es de otro universo. La admisión de la vacancia presidencial es la cereza del pastel y no sorprendió tanto como la clasificación del Perú al mundial. Aun así, Peruanos Por el Kambio pareció recibir la noticia en paños menores. El apresurado mensaje a la nación del jueves y la entrevista poco esclarecedora del domingo habrán llegado a cada televisor en el Perú, pero no llegó realmente al sentir del pueblo. ¿Qué pasó en la última semana y qué esperar para el próximo año? Voz Actual te aclara el oscuro difícil destino que se remecerá nuestro querido Perú.
Antes de comenzar, tenemos que entender que la potestad de los congresistas de vacar al presidente y juzgarlo de incapaz moral no los dota, bajo ningún motivo, de autoridad moral ni mucho menos los exime de errores. Sin embargo, aunque nos duela ver congresistas golpeándose el pecho y tildándose de intolerantes ante la corrupción, sus acciones en contra de ella en el caso PPK son totalmente legítimas. A pesar de ello no podemos dejar de lado que el móvil de los congresistas fue hacer uno de los gobiernos más engorrosos del Perú. Una vez que encontraron el punto débil, ya no hubo (ni habrá) vuelta atrás hasta ver a PPKausa fuera.
Los reiterados llamados a colaborar con la comisión Lava Jato sin respuesta contundente alimentaron el recelo de los congresistas. Vez tras vez, PPK fue haciéndose de la vista gorda. Error garrafal. Las tajantes declaraciones sobre su incorruptibilidad y cero lazos con Odebrecht se convirtieron en medias verdades. Las cuales luego se convertirían fácilmente en mentiras e incapacidad moral en manos de sus contrarios políticos. ¿Realmente podemos pensar que pecó de inocentón? Su desfasado humor inglés no bastará para salvarlo de esta.
Las declaraciones del domingo eran las llamadas a sacarlo de apuros (sobre todo después del mensaje del jueves), pero dejó tranquilos a los congresistas, ya que pusieron en más aprietos que antes a PPK. A estas alturas, dar declaraciones incompletas y mostrarse evasivo ante ciertas preguntas es rodearse de explosivos. El jueves PPK tratará de convencer a un Congreso enardecido de que no lo vaquen, el escenario más complicado de su larga vida política. Si dijo que no explicó en su debido momento los negocios que tuvo con Odebrecht, ¿por qué no lo hizo? y, ¿qué nos haría pensar que ahora sí está contando la historia completa?
Aceptar errores e intentar enmendarlos apresuradamente no servirá el día jueves. Serviría solo si ya hubiera renunciado. No obstante, al no querer darle el capricho al Congreso, termina dando un escenario político turbio que tendrá al jueves como día D. Habiendo negado la renuncia y considerando la negativa de cambiar de opinión de los padres de la Patria, la vacancia se muestra como única salida. Considero que ni Vizcarra ni Aráoz permanecerán siendo presa de los achaques que seguramente continuarán: es comprarse líos políticos en un contexto de gobierno que no da para más que una mera transición. Las elecciones generales del 2018 son el futuro más palpable a mi criterio, en el que se favorecen todos, en las que definitivamente será otro al mando, pero muy probablemente con un similar congreso. En el caso que Vizcarra ni Mechita asuman como presidente y Galarreta se haga con el mando, ¿tendrá la sensatez de convocar a nuevas elecciones? Quiero creer que el fujimorismo no seguirá reventándose cohetes en los pies y las convocará.
Dante indicó que mantener la neutralidad en épocas de crisis moral recibe el peor de los castigos. PPK debió haber recordado esta frase cuando se mantenía de brazos cruzados a sabiendas de su innegable relación con Odebrecht. No sabemos si estaba esperando algún milagro del Papa que ya no tarda en llegar o si esperaba a que el mundial deje a la población con la guardia caída. Lo que sabemos es que ya no hay marcha atrás y la decisión del Congreso el día jueves nos dejará con más preguntas que respuestas, más investigaciones que reportes y más inestabilidad que paz. Lamentable. Sobre todo en un mes que está destinado a despertar en nosotros una luz de alegría y esperanza. Que la fuerza nos acompañe, siempre.
