¿Comprarías una “roca digital” por más de 250 mil dólares? ¿O gastarías tus ahorros o los de tus padres en “weird whales” digitales? Bueno, te cuento que existe un mercado en auge dedicado a la creación y comercialización de “arte digital”, los NFTs, que viene generando cifras millonarias y precios insólitos para estos nuevos productos virtuales. Con mucha probabilidad, este nuevo concepto de negocio abrirá las puertas a toda una gama de nuevas industrias que buscarán sumarse a este mercado creciente, e incluso revolucionará a las empresas tradicionales. Pero, ¿qué es un NFT? ¿Por qué hay ejemplares tan caros? ¿Me puedo hacer millonario vendiendo pixeles? Tranquilo, estimadísimo lector, como ya de costumbre, aquí te cuento todo y en facilito sobre este nuevo #criptonegocio.
¿Qué es un NFT?
Comencemos definiendo. Un NFT (Non-Fungible Token) es un archivo digital cifrado de tal manera que su titularidad no es replicable. Como su propio nombre lo dice, no es fungible. Para explicarlo mejor, un ejemplo: en economía, un activo fungible es aquel que se puede intercambiar por similares sin perder su valor, como el dinero, donde todos los billetes de 10 soles valen 10 soles. En cambio, un activo no fungible es aquel que es imposible replicar sin perder valor. Por ejemplo, la Mona Lisa de Leonardo da Vinci es un activo no fungible ya que, si bien puedes replicarla exactamente igual con un excelente pintor, nunca será la “original de Da Vinci” y no tendrá el mismo valor.
Las obras de arte llegan a ser muy valiosas justamente porque son únicas, y este concepto está siendo llevado al ecosistema digital. Un NFT busca precisamente ser un arte único y utiliza el blockchain para que sea posible (como lo hacen las criptomonedas). Así, si bien puedes darle “control C control V” a un NFT, su titularidad ya quedó registrada en una blockchain (soportada por miles de computadoras), por lo que es posible ubicar el archivo “original” y diferenciarlo de una copia.
El nuevo criptomercado
Una vez entendido el concepto de los NFTs, podemos comenzar a hablar del nuevo mercado de “arte digital”. En la actualidad, existen muchos tipos de NFTs, ya que estos pueden ser prácticamente cualquier archivo digital (música, texto, imágenes, tweets, memes, etc.) que haya sido tokenizado (encriptado para asegurar su unicidad). El mercado de los NFTs pretende ser similar al del arte tradicional, pero en espacios virtuales, donde un archivo puede ser considerado una obra artística única, valiosa y coleccionable.
Últimamente, se han creado una gran variedad de NFTs de forma similar al mercado de coleccionables físicos. Por ejemplo, en la plataforma Top Shot de la NBA, los fans pueden comprar NFTs coleccionables en forma de videos de momentos destacados de los partidos. The New York Times también aprovechó la fiebre de los NFT para vender un artículo por 560 mil dólares. Y, recientemente, un niño de 12 años ganó 400 mil dólares vendiendo “weird whales” en subasta.
Y podríamos pasar horas dando ejemplos de ventas de NFTs por cientos de miles de dólares. El punto es que existe un mercado millonario de estos activos digitales, el cual sigue creciendo y expandiéndose a otras industrias vinculadas principalmente al entretenimiento, como el cine y el deporte.
¿No será una burbuja?
El alto valor monetario que puede llegar a tener un NFT está atrayendo a cada vez más personas, entre ellas, especuladores, quienes compran y venden buscando ganar por la revalorización y la volatilidad. Ahora, establecer un valor monetario determinado al arte (e incluso definir “arte”) es una tarea imposible. El valor, en este caso, siempre será subjetivo, influenciado por factores culturales y dentro de las leyes de la oferta y demanda. Es decir, en cristiano un NFT valdrá lo que alguien esté dispuesto a pagar. Entonces, la especulación y el hype pueden ocasionar pérdidas importantes en inversionistas novatos si no se es financieramente prudente y no se manejan los riesgos. O sea, ni se te ocurra gastar todos tus ahorros en una ballena digital, porque su valor puede caer repentinamente y quedar misión imposible.
Finalmente, e independientemente de la fiebre de los NFTs (y sus cifras exorbitantes), el mercado que se está abriendo y la tecnología usada están revolucionando la forma de concebir el negocio del arte (y de las finanzas inclusive). El concepto está siendo adoptado por varias empresas tradicionales relacionadas al entretenimiento, que ahora buscan abrir nuevas unidades de negocio para crear y vender ítems únicos digitales, como por ejemplo, coleccionables de equipos de futbol, personajes de películas, dibujos animados, logos, GIFs, música y un largo etcétera, por lo que podremos esperar en un futuro cercano una revolución en diferentes industrias que se sumarán a la ola de los NFTs y de la blockchain.
Edición: María Fernanda Tumbalobos