Son buenos tiempos. Son tiempos de engorde en los que Mistura, la feria gastronómica más grande en nuestro país, abrió sus puertas. #VamoAComer Grandes y chicos están muy emocionados por acudir a este evento masivo que, año tras año, nos sorprende con novedades culinarias y deja encantados a nuestros paladares. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Por ello, más allá de pensar en la deliciosa comida, podríamos pensar en el trade-off entre sabor y nutrición o sobre cuán importante es la comida en el desarrollo económico.
Ya lo dijo Malthus: “Personas mejor nutridas se reproducen más, comen más, reducen los recursos más rápido y, al final, todos se mueren” (No, no es una cita). Luego de que este famoso economista estudie sobre el uso eficiente de los recursos, diversos investigadores han dedicado horas de estudio para hallar los efectos que tienen los alimentos sobre la economía de un país. Dado que los alimentos satisfacen una de las necesidades más importantes en el ser humano, la proporción del ingreso destinada a su consumo usualmente es alta.#GanoMásComoMás (?)
En 1857, Engel tomó el consumo de alimentos como una medida de bienestar. De este modo, demostró que las personas de bajos recursos gastaban una mayor proporción de sus ingresos en comida en comparación con las personas con altos recursos. No, esto no quiere decir que mientras menos ingresos tienes comes más por la depresión. Ello parece indicar que, en relativo, lo poco que ganan las personas pobres lo asignan a su alimentación. Por el contrario, las personas ricas, al tener mayores ingresos, dedican una menor proporción a su alimentación, no menores montos. (¿Es rico? ¡Cómetelo!)
Martinez et al (2010) señala que uno de los beneficios del mercado de alimentos es el desarrollo económico. Miremos a nuestro alrededor. ¿Qué sucede cada vez que Mistura abre sus puertas? La asistencia masiva no hace otra cosa más que revelar el incremento en el consumo en este mercado. Como sabemos, el consumo es parte fundamental del crecimiento económico; las personas salen de sus casas, consumen servicios de transporte, comida y, probablemente otros servicios adicionales. El deleite de estos potajes, a su vez, genera un incremento en la utilidad de cada individuo: el individuo es feliz.#OinkOink ¿Qué sucede según la teoría económica cuando un individuo es feliz? Es más productivo. Por tanto, produce más e impulsa de algún modo su economía a través del trabajo. Así que ya sabes, ¿quieres que tu empleado, tu mamá, tu papá, tu flaco, tu flaca o cualquiera sea feliz? ¡Pues dale de comer!
Pero ojo, como lo mencionó Good Food Fund en su artículo Creciendo el futuro de “buena comida” en Michigan: “Cuando usamos el término “buena comida” no estamos hablando sobre comida sabrosa, sino comida que es accesible, saludable, de comercio justo, y ambientalmente sostenible…” ¡Ajá! He aquí un gran detalle: comida sabrosa no es lo mismo que buena comida.
Por lo tanto, debemos tomar con calma esto de comer rico. Asistir a estas ferias y embutirte todo lo que puedas probar diferentes delicias será una gran experiencia, pero, dado que no todo es muy saludable, no debe quedar en más que un gusto. De hecho, la mala alimentación hace que las personas sean más propensas a contraer diversas enfermedades, lo cual puede conllevar a una reducción de la productividad y, por ende, a un mal para el desarrollo económico. #VamoACalmarnoConLaJama