¿UN DECRETO ‘MALA LECHE’?
El pasado 4 de octubre entró en vigencia la modificación del Reglamento de la Leche y Productos Lácteos establecida en el Decreto Supremo N°004-2022-MIDAGRI, la cual exige que la leche evaporada contenga 100% de leche fresca de vaca y ya no leche en polvo.
Si bien no ha pasado mucho tiempo, este cambio tiene un trasfondo que nos remonta al año 2017: el aguadito que tuvo el Grupo Gloria con las autoridades panameñas por querer exportar un producto con etiquetado engañoso. En resumen, Panamá suspendió el ingreso de la leche Pura Vida porque la etiqueta sugería que el “lácteo” estaba elaborado con leche fresca cuando en verdad el insumo predominante era la leche en polvo.
Pasaron dos años y el INDECOPI, como quien sigue el ejemplo de su homologo panameño, sanciona por el mismo motivo no solo al Grupo Gloria sino ahora también a Nestlé. Es así como este par de episodios sirvieron de puente para que la reciente modificación en el Reglamento se aplique.
Mientras que los ganaderos lecheros locales parecen ser los beneficiarios de esta modificación, las empresas de leche evaporada son las más afectadas. Una de ellas es Gloria, empresa que tiende a ser un monopsonio en la industria lechera. Por si fuera poco, existe un segundo cambio en el Reglamento que podría terminar perjudicando al consumidor. Pero ¿en qué manera son afectadas las partes involucradas? ¿qué es un monopsonio? ¿y de qué otro cambio me hablas tío Voz Actual? Tranquilo. Aprovecha el día de verano y prepárate un vaso de leche fría que entraremos en detalles luego de la siguiente pausa publicitaria.
¿UN MONOQUÉ?
Según las cifras más recientes, Gloria encabeza la compra de leche fresca nacional (72%), seguido por sus competidores Laive (10%) y Nestlé (8%). Al ser de lejos el mayor demandante del mercado, podríamos decir que Gloria goza de un poder para influir sobre el precio que les paga a los ganaderos por litro de leche, que tiende a parecerse al poder que tendría una empresa si fuese la única compradora de leche. A esta última se le conoce como monopsonio.
En sencillito: si una empresa es la única compradora en un mercado donde existen varios vendedores, entonces es un monopsonio; y mientras haya menos compradoras, mayor será el poder (monopsónico) de reducir el precio que se les paga a los vendedores. Esto último sucede porque los vendedores tendrán menos empresas a quienes venderles y, por lo tanto, preferirán aceptar un bajo precio por su producto con tal de, por lo menos, cubrir sus costos. De hecho, varios vendedores dejan de producir a ese precio porque no les conviene y a otros no les queda más que vender para reducir sus pérdidas, como sucede con los ganaderos lecheros peruanos. Es por eso que en un escenario de monopsonio la cantidad vendida es menor que en un escenario donde hay muchos compradores.
Sin embargo, se espera que la situación cambie para los ganaderos con la modificación en el Reglamento ya que, si las empresas lecheras quieren seguir produciendo leche evaporada, el tipo de leche más consumido por los peruanos, deberán demandar más leche fresca. Esto significa que los ganaderos, con tal de satisfacer dicha demanda, producirán más y recibirán un precio mayor por litro de leche.
Las que pagarán pato son las empresas, quienes ya no podrán nombrar LECHE a sus productos que usen leche en polvo. Por eso Gloria sacó en octubre al mercado su nueva leche evaporada hecha ahora sí de pura leche de vaca. ¿El color de su etiqueta? Morado, un color que calza perfecto con el mes…
En cuanto al consumidor la situación parece ser un tanto borrosa. Por un lado, ahora hay mayor certeza sobre la composición de los productos lácteos y libertad de elegir qué tipo de leche consumir. Por otro lado, no sería sorpresa ver un alza en el precio de la leche evaporada. ¿La razón? Según la industria, el déficit en el abastecimiento de la leche fresca a pesar de una mayor producción por parte de los ganaderos.
SEGUNDA MODIFICACIÓN. ¿SEREMOS MÁS ALTOS Y FUERTES CON LA NUEVA LECHE?
Parece que la estatura promedio del peruano seguirá siendo la misma. ¿El motivo? Una segunda modificación que reduce los estándares nutricionales exigidos en la leche fresca con el fin de habilitar a productores artesanales que antes no podían cumplirlos. Espera, eso quiere decir que…
También te confundirás cuando te llamen en la calle…
Por lo tanto, lo que parecía ser una buena idea para el bienestar del consumidor puede terminar arruinándose con esta última modificación que entró en vigor el mismo día que la primera. En el peor de los casos, la leche podría provenir de vacas insanas…
Nos queda claro que la intención de las modificaciones es mejorar la situación de los ganaderos lecheros, aunque también significan un cambio en las reglas del juego para las empresas. Finalmente, los consumidores ahora pueden gozar de una leche evaporada 100% fresca pero cuya calidad estaría siendo amenazada. Quedará en manos del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) el asegurar que el ganado este en buen estado para luego no llorar sobre leche derramada (*Ba Dum Tss*).
Editor: Juan Diego Linares