Siempre nos han dicho que tenemos que hacer más de lo que nos piden, tomar iniciativa y superar las expectativas del resto. Nos han dicho también que hacer más horas de ejercicio, dormir más horas o estudiar más horas, es mejor (esta última depende del curso #TodoPorMetria). Sin embargo, algunas veces hacer lo justo y necesario puede ser mucho mejor que dar un poco más de uno (como cuando te matas estudiando y al final nunca vino en la PC) o dedicarle más tiempo a algo o a alguien (Sorry por recordarte a tu ex). Acá 3 razones económicas por la que menos es mucho mejor que más:
- La razón más obvia: rendimientos marginales decrecientes. En eco 1 aprendes oferta y demanda, bienes y desbienes, utilidad y desutilidad (sinceramente no me acuerdo), pero lo que siempre queda grabado son los rendimientos marginales decrecientes. Este término indica que en algún momento vas a alcanzar un punto donde una unidad adicional del bien ya no aportará la misma satisfacción que la primera unidad consumida. El ejemplo más claro de esto es cuando tomas un vaso de chela agua.El primer vaso de agua te ayudará a calmar la sed, el segundo, tercer y cuarto probablemente también, pero no con la misma intensidad del primero (recuerda que son ocho vasos de agua al día #Tipdeldia). Por lo tanto, no por que tomes más vasos de tu bebida favorita vas a estar más satisfecho/a, a veces tomar solo la cantidad necesaria puede ser mucho mejor que tomar la botella entera. Claro que algunos podrían decir esto tiene sus excepciones, especialmente en el mercado de bebidas. No obstante, siempre recuerda como quedas después del quinto shot de jagger, así que mejor aplica tu teoría de rendimientos marginales decrecientes.
- La razón que da un modelo económico: Algunos podrían decir que el mayor consumo de tus bienes favoritos, te darán mayor felicidad. Sin embargo, existe un curioso modelo económico que indica que, por el contrario, consumir menos te brinda más utilidad. ¿Cómo? “Podemos ser más felices si simplificamos nuestras necesidades en vez de satisfacerlas” (es un poco complicado de entender). Un ejemplo claro de esto podría ser el hecho de ver Netflix. Llegas a tu casa luego de la chamba o de clases y antes de hacer cualquier otra cosa, decides ver un capítulo de tu serie favorita. Te convences a ti mismo de que solo será un capítulo (claro, solo uno), pero terminas viendo casi toda la temporada, porque un par de capítulos no te satisfacen #TrueStory. Finalmente, por más que te quejes con todo el mundo que tienes otras cosas más importantes que hacer (como estudiar para tu PC), tú sigues viendo más capítulos. El modelo indica que tienes que entender que existen tanto deseos transitorios como permanentes y que, en su mayoría, habrá una diferencia entre el estado actual de una persona y el deseado. Al entender esto podrás ya no estar triste cuando no puedas ver muchos capítulos de tu serie en la semana, pues conforme te acostumbres a ver menos capítulos, te sentirás mejor que cuando veías muchos más. Por lo tanto, si ya no sobre satisfaces tus deseos transitorios de ver muchos capítulos, un menor consumo podría darte más felicidad.
- Deseo transitorio: ver un capítulo más en Netflix.
- Deseo último del alumno UP: aprobar la pc y graduarse #AlaBicadileNica
- La razón de behavioral economics: Existe una categoría en economía que trata de explicar la irracionalidad del agente racional: behavioral economics. En esta rama existe un efecto llamado menos es mejor (si no me crees googlea less is better). Este efecto indica que al evaluar dos opciones por separado, las personas no suelen enfocarse en los detalles sino que se fijan en lo primero que ven.
Por ejemplo, imagínate que tu “flaco/a” te está pensando en darte un regalo de cumpleaños y está entre dos opciones: darte un reloj de 100 soles o unos zapatos de 110 soles #Digno/aSiempre. Si evalúas las dos opciones en conjunto, y no es que te importe lo material para nada, probablemente percibas a tu “flaco/a” como más generoso si te da los zapatos. No obstante, podrías también pensar: ¡qué “roño” es!, puede gastar 100 soles en un reloj pero solo va a gastar 10 soles más por un par de zapatos (Ni las zapatillas Adidas más baratas cuestan así #SorryNotSorry). Sucede que no necesariamente tu flaco/a es “roño” (no te preocupes, todavía no le pagan) sino que depende de cómo y qué momento mires lo que te van a dar. Así que cuando sea tu turno de regalarle algo por su cumpleaños, recuerda darle algo barato porque igual se va a quejar o decirle otras alternativas un poco más caras, pero solo un poco nomás.
Espero que a partir de ahora tomes en cuenta estas razones por las que no siempre se cumple que más es mejor. Y sí, solo hay tres razones porque menos es más.