Las desgracias
siempre pasan y el pánico se expande, tal como el coronavirus. A la mañana del
lunes 9 de marzo las bolsas de valores más importantes del mundo abrieron con
caídas históricas (crisis 2008, ¿eres tú?). El nerviosismo y la incertidumbre
en Nueva York, Tokio, Londres y Milán son palpables; tanto es así que, para
evitar una salida tumultuosa y rápida de capitales, la Bolsa de Wall Street
tuvo que paralizar todo tipo de accionar durante 15 minutos (algo que no hacía
desde la crisis internacional del 2008). Esta drástica medida se tomó para
evitar las ventas de pánico, es decir, para que se retroceda y se reconsidere
qué se está haciendo como cuando pensaste en llamar a tu ex.
Empecemos por el principio…
Identificar
las causas es el primer paso para encontrar la solución, o al menos
contrarrestar las consecuencias. La economía del mundo viene perdiendo
dinamismo y tendencia al crecimiento desde la propalación del coronavirus. Si
bien se preveía una recuperación rápida una vez controlado (no erradicado) el
problema, a estas alturas del partido el coronavirus nos va ganando por
goleada aún no se ha logrado el control de la pandemia. Además, para
detrimento de la economía se suma la caída de los precios del petróleo crudo #lluevesobremojado.
Esta caída es producto de una guerra de precios entre la Organización de los
Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia.
El origen de la fatídica guerra yace en un desencuentro entre Arabia Saudita (líder no asumido de la OPEP) y Rusia. El primero propuso una disminución de la producción de 1.5 millones de barriles diarios debido a la caída de la demanda, con la finalidad de mantener la cotización del petróleo. Rusia rechazó la propuesta tajantemente por lo que se liberaron las cantidades a producir y los precios se desplomaron, llegando a disminuir en 26% el precio del crudo (El País).
¿Qué esperar en el corto plazo?
Seguirán los días convulsos y la volatilidad de las divisas probablemente harán migrar a los activos refugios #unlugarseguro: los bonos americanos y alemanes. Por su parte, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha intervenido inyectando liquidez para calmar a los mercados y mantener a flote las tasas de interés. Por otro lado, este jueves se reunirá El Banco Central Europeo (BCE) para actuar y tratar de aplacar los estragos en los mercados europeos.
¿Y América Latina?
Los momentos de
incertidumbre son momentos de retirarse de los activos de mayor riesgo. América
Latina ha sido etiquetado siempre de esta manera. Las petroleras son las que
más han sufrido en los países de este continente. En Brasil la petrolera
Petrobras cayó en un 10% mientras que, en Argentina y Colombia, YPF y Ecopetro cayeron 28% y 20% respectivamente.
Por otro lado, países como Chile, Ecuador, México y Perú presentaron una
devaluación de sus monedas. Solo basta con observar que el tipo de cambio llegó
a S/. 3.50 este lunes negro ¿y ahora cómo pago mi deuda en dólares?. Malos
tiempos se acercan para una región que arrastra una histórica dependencia de
las materias primas.
El futuro es
cambiante y siempre es mejor estar preparado uno nunca sabe cuándo un virus
puede atacar. Mercados que antes lucían casi indestructibles hoy están
menguados, y así como ellos todo puede cambiar. La incertidumbre es aterradora,
pero es inexorable, no la podemos saltar. Mientras tanto mantén la calma y la higiene, y
que no cunda el pánico.
Edición: María Gracia García