¿Qué es la igualdad de género? Según la ONU, “La igualdad de género significa que las mujeres y los hombres gozan de la misma condición y tienen las mismas oportunidades”. Es decir, que las personas en todo el mundo, no deberían verse afectadas por el hecho de haber nacido en un sexo específico, ya que ello, no interfiere en su nivel intelectual ni en el grado de aporte que puede dar a la sociedad. A lo largo de la historia, es evidente la discriminación que las mujeres en la sociedad, han tenido que vivir, y lograr tolerar. Si bien es cierto recordar que hemos logrado un avance para combatir estas ideas erróneas de superioridad, no debemos olvidar que aún, no se cumple a un 100% en todo el mundo y es importante continuar con su defensa.
Estereotipos sociales
Las sociedades en el mundo, se rigen bajo estereotipos, que imponen una manera de pensar a cada individuo de la sociedad. Esto, marca la discriminación que se vive, ya que crea ideas erróneas de, por ejemplo, cómo una mujer debe vestir, trabajar, etc. Según Blanca Gonzáles Gabaldón, profesora del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Sevilla, menciona que: “Las expectativas rígidas llevan a una traducción social concreta, que no es otra que la discriminación de uno de los grupos.” (p.83, 1999). En este caso, el grupo referido por Gonzáles es el de la mujer, que vive bajo características tales como sensibilidad, pasividad y suavidad, que le sirven para el supuesto “único rol” que debe desempeñar en su familia: ser ama de casa.
“La cultura, exige hombres fuertes, valientes y sin temor; ya que si un hombre llora puede ser visto como “poco masculino”.”
Un ejemplo de los estereotipos bajo los cuáles se conduce la sociedad es el caso Prada del 2009. Este inicio, cuando Rina Bovrisse se mudó a Japón para trabajar en la famosa tienda de ropa Prada. Ahí, ella cuenta que las modelos y trabajadoras, debían cumplir unos estándares de belleza propios a la marca. Al no aceptar este tipo de discriminación, se quejó y llevó el caso a juicio. Lamentablemente, la jueza encargada, declaró que al ser una práctica común de la empresa, era legal. Un caso lamentable, pero que demostró que hasta empresas reconocidas a nivel mundial, trabajan de esta manera. Así mismo, también es importante recalcar que los hombres también tienen que adaptarse a un mundo, que les pide ciertas cualidades para demostrar su masculinidad. La cultura, exige hombres fuertes, valientes y sin temor; ya que si un hombre llora puede ser visto como “poco masculino”. Para ambos géneros, esta es una situación intolerable, ya que se vuelven necesidades, que claramente no todos cumplen.
Para nadie es saludable vivir bajo un ambiente hostil en el cual te critiquen constantemente. Si bien es importante mencionar que la igualdad de género ha ido mejorando a lo largo de los años, no debemos creer que es suficiente. Debemos tomar acciones ya que nosotros los jóvenes, como futuro, somos responsables del cambio social que el mundo puede llegar a tener. Así, heredaremos un lugar donde el éxito no sea determinado por nuestro género sino por nuestras habilidades y fortalezas.