Durante todo el invierno lo anhelamos, pero ahora que está junto a nosotros –e impacta considerablemente–, deseamos que se marche lo más pronto posible. Nos referimos al verano y a los insoportables potentes rayos de sol que lo acompañan. El efecto sauna que produce en los diversos medios de transporte –especialmente en el público– es casi imposible de evitar. El bronceado que te dejó más adolorido que dorado ya te cansó. Esto recién comienza y tendremos que seguir conviviendo hasta que la temporada de verano – la cual va de enero a marzo- llegue a su fin. En declaraciones a El Comercio, el SENAMHI señaló que durante el mes de febrero suelen registrarse las temperaturas más altas y no ese calor de (palabra que no puedo incluir) que salió como meme hace unos días.
El sentir de los ciudadanos es que cada año la sensación térmica es mayor a la experimentada el año anterior. ¿Será esto cierto?
Infaltable
Antes de continuar debemos aclarar las diferencias entre temperatura y sensación térmica. La primera es el nivel del calor del ambiente; mientras que la segunda se refiere a cómo lo percibe nuestro cuerpo. Naturalmente, la segunda puede ser mayor que la primera cuando hay una alta humedad.
El planeta está caliente
Según un informe realizado por el Copernicus Climate Change Service (C3S), reconocido organismo de la Unión Europea, el año 2018 fue registrado como el cuarto año más caluroso. Asimismo, este ente señaló que “los últimos cuatro años han sido los cuatro más calurosos consecutivos de los que se tiene registro“.
Asimismo, la Asociación Regional para América del Sur (AR III) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en el marco de la última reunión que sostuvo el año pasado, manifestó su preocupación por el aumento de temperatura presentado en la región durante los últimos años.
En Lima
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) divide a Lima en 3 grupos, dada su geografía: (El Comercio 2019)
- Lima Este: conformado por Ate, El Agustino, Chaclacayo, La Molina.
- Lima Oeste: conformado por Cercado de Lima, Jesús María, La Victoria, Lince, San Isidro, San Luis.
- Lima Centro: conformado por Cercado del Callao, Comas, Independencia, San Juan de Lurigancho, San Martín, Rímac, Ventanilla.
Según los registros del SENAMHI obtenidos desde el verano del 2011 hasta el 2018 en todas las zonas de Lima aumentó considerablemente la temperatura en comparación a años anteriores. Cada zona superó su temperatura media desde 1981 hasta 2010: 28.2°C, 25.9°C, 27°C; para Lima Este, Centro y Oeste respectivamente.
Cabe recalcar que hasta el momento uno de los veranos más calurosos fue el del 2017. Los niveles de temperaturas más altos presentados en las 3 zonas superaron en aproximadamente 2°C a su temperatura media. Lima Centro presentó como temperatura máxima 30.7°C; mientras que Lima Oeste, 29.1°C.
¿Por qué tanto calor?
Según Lourdes Menis, especialista en climatología del Senamhi, esto se debe a la disminución del nivel de humedad en Lima como consecuencia del aumento de las temperaturas; por lo tanto el ambiente se vuelve más seco y la sensación térmica de las personas aumenta considerablemente. Sin duda los primeros días de febrero nos sorprendieron con altas temperaturas (32°C SOS).
Por un momento, imaginemos la creciente falta de árboles y áreas verdes. De tener un mayor número de bosques, estos serían los encargados de absorber los rayos solares necesarios para el proceso de fotosíntesis, nos darían sombra y proporcionarían aire de mejor calidad. Lamentablemente, Lima es un desierto que se ha convertido en una ciudad de cemento cuya última gestión no se distinguió por tener como prioridad las áreas verdes.
En más de una oportunidad, los vecinos confrontaron al municipio ante la tala de árboles para el recorte de áreas verdes (el caso de la avenida Aramburú y el parque Bolívar). A fin de año la gerente de áreas verdes de Servicios de Parques (SERPAR) indicó: “Estamos muy por debajo del nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud; es decir, 9 metros cuadrados por habitante. Lamentablemente Lima tiene 3.5 metros cuadrados de áreas verdes por persona y, por esto, la importancia de generar mayor conciencia en el cuidado de las áreas verdes en la Capital”.
Vecinos de la avenida Aramburú enfrentando a Castañeda
Recordemos que el proyecto “Planta un árbol nace una vida”- impulsado por SERPAR durante la gestión de Castañeda- no tuvo ni la acogida ni el éxito esperado. Largos años pasaron desde que se planteó el proyecto y su ineficacia demuestra la larga espera significa un cambio. Muñoz, en su plan de campaña, propuso la sostenibilidad y la recuperación de áreas verdes como uno de sus principales ejes; sin embargo, solo el trabajo en conjunto daría resultados. En estos momentos la probabilidad de éxito de implementar un proyecto como el antes mencionado es mayor, mas este solo funcionaría si cada uno de nosotros es capaz de aportar y sumarse al cambio.
El Olivar. Uno de los pocos e importantes pulmones que posee Lima.
