Durante años el distrito limeño de La Victoria funcionó más como un territorio al mando de una versión peruana de las maffias italianas que como un gobierno distrital. La corrupción se daba de forma “caleta”. Pero hace unos días la verdad del distrito está siendo más ventilada que nunca. Un joven alcalde ha tomado el mando, y está encarando al crimen organizado de La Victoria como nunca nadie antes. ¿Quién alzará la victoria?
El distrito y las mafias
No fue hasta agosto del 2018 que el Estado hizo el primer paso contra el reinado del crimen en La Victoria. Un megaoperativo logró detener al alcalde del distrito, a su hijo, al gerente municipal y al subgerente de comercio informal y mercados. Todos ellos eran sospechosos de dirigir la organización criminal “Los Intocables Ediles”.
Se estima que esta mafia ganaba 25 millones de soles anualmente ni Acuña hace tanta plata como cancha. ¿Cómo?, se preguntan queridos e ingenuos lectores. Principalmente, con el cobro irregular de parqueo en Gamarra y el Mercado de Frutas y con el alquiler y venta de espacios públicos del distrito para ferias y ambulantes. Además, cobraban una suerte de “impuesto” para ambulantes amedrentándolos. NE-GO-CIA-ZO.
Elías Cuba y compañía tras detención.
Forsyth: del silencio a las cámaras
Hace más de 5 años, se denunciaron indicios de corrupción en la Municipalidad de La Victoria (MLV). El joven regidor George Forsyth denunció el robo de 600 mil soles mensuales en los cobros municipales por parqueo. La mafia respondió baleando la casa de otros dos funcionarios ediles y amenazando de muerte a Forsyth. El municipio nunca elevó la denuncia a la policía ni a los medios.
Hoy, aquel regidor que otrora fue callado por denunciar la corrupción, es alcalde de La Victoria. Esta vez, desde el primer día de su gestión habló fuerte y claro. Empezó sincerando la situación financiera que heredaba de la anterior gestión: una deuda equivalente a S/ 580 millones. Más importante aún, se sinceró sobre la realidad política: 25 mafias manejan el distrito, repartidas geográficamente.
George está comunicando por todos los medios lo que por mucho tiempo calló la MLV.
Forsyth tomó la medida de despedir a todos los efectivos de serenazgo de La Victoria, pues la mayoría de ellos trabajaba efectuando los cobros para las mafias. Movida inteligente, podríamos decir. No obstante, los efectivos no devolvieron sus uniformes, con lo cual podrían aprovechar y seguir efectuando los famosos cobros ilegales.
El nuevo alcalde parece saber que no puede enfrentarse a las mafias exclusivamente desde el gobierno municipal. Por ello, ha aprovechado su imagen mediática para dirigirse al gobierno y exigir su apoyo. En una de las últimas entrevistas, indicó
Necesitamos el apoyo del gobierno, lo necesitamos urgente. La Victoria se está cayendo a pedazos, las mafias nos están desbaratando”.
Ha pedido la intervención del Ministerio del Interior, de la Presidencia; así como la evaluación de la declaratoria de emergencia para el distrito.
Hasta ahora, ha logrado que el comandante general de policía intervenga con un megaoperativo, el cual resultó en la incautación de más de 2434 “ketes” de cocaína, el arresto de 15 requisitoriados, de 26 personas en flagrancia, de una banda que justo en ese momento asaltaba a una pareja, entre otros casos menos graves.
Asimismo, a inicios de esta semana sostuvo su primera reunión con el presidente Vizcarra, con el Ministro del Interior y con el congresista De Belaunde (love you forever). El objetivo fue coordinar una agenda conjunta para recuperar la gobernabilidad en la MLV.
El que la sigue, la consigue.
El flamante alcalde la tiene clara: no está pidiendo ayuda para combatir las mafias, la está exigiendo. Dejó claro que la contribución económica del distrito es suficiente razón para que esté entre las prioridades de la agenda nacional. Es el tercer distrito más importante para el PBI del país, luego de San Isidro y Miraflores. Aporta 90 millones anuales al Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN), órgano encargado de repartir el presupuesto de inversión a todas las municipalidades del país. Alberga a Gamarra y al Mercado de Frutas: tan solo en el emporio comercial, las ventas anuales ascienden a más de mil millones de soles, generando empleo para más de 71 mil personas.
La Victoria tiene diversas y profundas necesidades. El comercio informal ha inundado el distrito, afectando la limpieza, el orden, la competencia justa y la recaudación. El catastro es de hace 50 años (¡!). Las áreas verdes, parques y espacios deportivos necesitan ser rescatados. Los índices de tuberculosis de La Victoria son los más altos del continente, y aún así existe una deuda municipal con EsSalud por más de dos millones de soles.
Pero su principal problema, sin duda, son las mafias. La Victoria necesita deshacerse de toda la corrupción que la embarga para que la municipalidad pueda realizar su gestión. Si bien el crimen organizado, las mafias y la delincuencia deben ser combatidos por la policía, es el Municipio quien debe dar el máximo apoyo posible. ¿Se logrará?
