Dirigida por Coralie Fargaeat y protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley, La sustancia se estrenó en el Reino Unido el 20 de septiembre de 2024, llegando a las salas peruanas el 26 de septiembre del mismo año. Nadie creería que, desde ese día hasta la actualidad, La sustancia ha llevado a más de 595 mil espectadores, convirtiendo al país en el segundo con más espectadores para este filme en el mundo, logrando superar a países como Estados Unidos y Canadá.
La sustancia toma como referencia a obras ya antes conocidas, presentándose como un relato moderno de “El retrato de Dorian Gray”, en cuyos espacios donde ocurre la trama parecen sacados de películas de Stanley Kubrick, como “El resplandor” o “2001 Odisea en el Espacio”.
La estrella en descenso
Demi Moore interpreta a Elisabeth Sparkle, una estrella en decadencia que trabaja en un programa de fitness, y que —según sus jefes— se ha convertido en un producto expirado para la industria de la televisión. Sparkle, al tomar conocimiento de lo que opinan las cabezas grises superiores, y luego de un accidente automovilístico, entra en una crisis existencial. Sin embargo, recibe una propuesta por parte de un enfermero que la atendió en el hospital, un tratamiento consistente en la aplicación de una “sustancia” verde que la ayudará a generar “una versión mejorada de sí misma”.
¿La juventud es la mejor versión de sí mismo?
Aquí es donde nace Sue, una jovencita de rostro angelical que al ritmo de Pump it up desata una ola de popularidad. Lo que pareció ser una buena idea, termina siendo una lucha constante entre Elisabeth y Sue, Dra. Jekyll y Miss Hyde, Dorian Gray y su retrato. Una lucha que fácilmente puede interpretarse como la lucha que miles de personas (sobre todo mujeres) padecen consigo mismas. Es muy recurrente que en esta sociedad trate a las mujeres, como carne de comercio a tal punto que las empujan a padecer dismorfia corporal, puesto que “si no siguen ciertos estándares de belleza, no podrán lograr sus objetivos, ya sea en el ámbito laboral, sentimental, social, etc.”
Una verdad tabú
La película nos da un mensaje más que evidente. Si bien con justa razón la catalogan como horror corporal, el principal miedo que se expone es el miedo a envejecer. Porque envejecer apesta, las personas les tenemos más temor a la vejez que a la muerte. Si Barbie es la reina de la juventud eterna y reluciente, La sustancia es su hermanastra que todos preferimos ignorar, es la verdad tabú de una sociedad que día a día se esfuerza inconscientemente de ser más superficial. En este mundo donde ahora todos podemos tener 12 minutos de fama, necesitamos el antídoto, la sustancia que nos ayude a tener una mejor apariencia, “una mejor versión de sí mismo”. Porque eso es lo que en verdad te dice la sociedad: Ser joven es la mejor versión de uno. Bienvenidos a un mundo feliz, al 1984 con bótox.