Entre las discusiones sobre si, con la trayectoria de Donald Trump, este puede ser llamado el “líder del mundo libre,” suele proponerse como alternativa a Angela Merkel, quien fue recientemente reelecta para el cargo de Canciller de Alemania (el cual ocupa desde el 2005). Y el título no proviene de una comparación de los Estados Unidos con Alemania, sino con la Unión Europea (UE) como conjunto. Lamentablemente, la política no es tan sencilla. Si bien el poder de negociación con el que cuenta Merkel es significativo, me parece más justo elegir a una autoridad que represente formalmente a la Unión Europea. Y esta es Ursula von der Leyen, la ex ministra de Defensa de Alemania, quien en dos meses será la primera mujer en asumir el cargo de la presidente de la Comisión Europea (alguien se adelantó a Hillary y Keiko).
La Comisión Europea es una especie de gabinete, con 28 comisionarios, uno por cada ámbito y país (y puedes suponer que a Francia y Alemania siempre les tocan los cargos como Justicia o Economía). Para entenderla mejor, presento este escenario: los jefes de gobierno de todos los Estados miembros se reúnen dentro del Consejo Europeo y discuten la relevancia de los memes en la era digital y por qué tienen que ser prohibidos (ley del Copyright). En este caso, para cumplir tal objetivo tienen que enviar una resolución a la Comisión Europea donde detallen qué discutieron y a qué acuerdos llegaron. Entonces, es la labor de la Comisión redactar una ley que prohíba los memes, pues es el único cuerpo facultado para ello.
Y acá ya me imagino a algunos diciendo: pero el otro artículo dice que la cámara legislativa de Europa era el Parlamento Europeo, ¿por qué hay otro organismo? La respuesta corta es que la política internacional es complicada y la iniciativa parlamentaria le daría demasiado poder a los países más grandes que reciben más curules. Es mucho más práctico que 28 personas tengan un amplio intervalo para poder redactar las leyes que sean necesarias y hacer un diálogo que cubra las aristas necesarias. Por lo tanto, el Parlamento puede dedicarse a votar sobre las enmiendas para aprobar un segundo borrador tras el cual se dan los triálogos entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea, los cuales cubriría si ese fuera el tema del artículo en lugar de una introducción para que conozcan el contexto del enorme poder que tiene la Comisión Europea dentro del circuito político.
Ahora sí, ¿cómo llegó von der Leyen al cargo? Dado que todos se quejan de que la Comisión Europea es antidemocrática, sus miembros son electos por el único cuerpo elegido por la ciudadanía europea: el Parlamento. Sin embargo, nadie se queja cuando los dos principales partidos de Europa, el Partido Popular Europeo de centro-derecha o el Partido Socialista Europeo de centro-izquierda, anuncian desde el inicio quién es su “líder” para elegirlo de presidente de la Comisión Europea o algún otro cargo importante. En los tiempos de la coalición de centro-izquierda y centro-derecha todo el mundo veía venir a los futuros líderes de Europa. Pero, cuando Merkel tiene que enfrentar sus propios asuntos en Alemania y el Reino Unido está por irse de la UE, es el momento de Emmanuel Macron, el presidente francés, para hacer sus jugadas en el tablero internacional mientras tiene a sus opositores franceses (chalecos amarillos) frente a su residencia. Su popularidad en todos los países que no se llaman Francia le permitió empujar sus nominaciones a los cargos principales de la Unión Europea: aparte de la conservadora von der Leyen, el liberal Charles Mitchell será el Presidente del Consejo Europeo, el socialdemócrata Josep Borrell como Alto Representante de Política Exterior, y habrá otro cargo en ser ocupado por primera vez por una mujer, con la presidencia del Banco Central Europeo, ocupada por Christine Lagarde.
A pocos meses de la finalización del Brexit, podemos contar con que von der Leyen será un rostro que veremos con frecuencia. Si bien obtuvo la mayoría simple y el apoyo del Partido Popular Europeo, su discurso de presentación en el que prometía medidas de protección del desempleo no fue suficiente para alcanzar los votos de izquierda que esperaba. Y contra todo pronóstico, su nominación fue secundada por parlamentarios euroescépticos (movimiento político que no cree en la UE). ¿Estará jugando Macron ajedrez en cuatro dimensiones? El hecho de imponer sus jugadas en la elección del Presidente del Consejo Europeo y favorecer desmedidamente a algún lado de la balanza, será suficiente para consolidar a su partido recién formado como una fuerza política regional, la cual le otorgará liderazgo más allá de su efímero gobierno en Francia. Y resalto la palabra “efímero” ya que podría no ser reelecto debido al gran número de ciudadanos franceses que se le oponen por sus medidas de favorecer a un solo sector de la población.
Edición: Sofía Flores