Todos en algún momento hemos disfrutado al crear un diseño en cuestión de segundos en Canva. Y es que esta plataforma tiene como principal ventaja competitiva la facilidad de uso frente a otras herramientas de diseño. Canva ha crecido exponencialmente luego de su lanzamiento en el año 2013, pues cuenta actualmente con más de 185 millones de usuarios y una valorización de 26.000 millones de dólares.

¿Cómo se creó Canva?

Melanie Parkins en el año 2008 dictaba clases de diseño y se dio cuenta que solo existían programas de diseño complicados. Por ejemplo, el proceso de diseño e impresión de un póster o un volante (componerlo en Adobe Photoshop o Microsoft Word, convertirlo al tamaño correcto y guardarlo como PDF, y llevarlo a un almacén para imprimir) parecía engorroso en la era de internet. 

“La idea de hacer que el diseño sea realmente simple fue lo primero”, dijo Melanie. Fue así, que lanzó Fusion Books, herramienta de diseño sencilla para el nicho de mercado de anuarios escolares. En cinco años, Fusion Books se convirtió en la mayor empresa de anuarios de Australia y se expandió a Francia y Nueva Zelanda. Sabiendo desde el principio que la tecnología que habían desarrollado podía aplicarse a un mercado más amplio, Melanie, Cliff Obrecht, su actual esposo y Director de Operaciones de Canva y el actual Director de Producto de Canva, Cameron Adams, se propusieron conseguir financiación antes de lanzar oficialmente Canva en 2013.

Pero continuemos con la historia. Dos años antes del lanzamiento de Canva, Perkins aprovechó la oportunidad cuando un veterano capitalista de riesgo de Silicon Valley llamado Bill Tai llegó a Perth en una competencia de startups. Tai, hábil kitesurfista que había respaldado a empresas como TweetDeck y Zoom, estaba en la ciudad principalmente para disfrutar de las olas impresionantes de Perth. Perkins y Obrecht descubrieron una cena que Tai estaba organizando y sorprendieron a los asistentes con una presentación sobre algo llamado Canvas Chef: una pizza metafórica, con elementos de diseño como los ingredientes y tipos de documentos —folletos, tarjetas de presentación, menús de restaurantes— como la masa. “No fue la analogía más elegante”, dice Rick Baker, un inversor que presenció la presentación esa noche.

Los fundadores se fueron sin capital, pero con mucho entusiasmo. Se convirtieron en presencias habituales en los encuentros posteriores de kitesurf de Tai, que atraían a destacados ejecutivos tecnológicos buscando invertir en nuevas startups. En Maui, después de que un amigo de Peter Thiel les dijo que necesitaban un líder único, Perkins se convirtió en la única CEO.

Docenas de firmas rechazaron a los cofundadores poco conocidos, vinculados románticamente, provenientes de una zona de startups poco conocida. “Sinceramente, y lamentablemente, no me siento cómodo haciendo un acuerdo en Australia”, escribió uno. “No estoy seguro de que tenga sentido aún”, dijo otro.

Al final, las olas dieron sus frutos. A través de este grupo conocieron a Cameron Adams, un ex empleado de Google de 40 años que había fundado un startup en Sydney. Esperando reunirse con ellos como asesor en el año 2012, Adams se uniría como tercer cofundador. Ahora que tenían un líder técnico, los fundadores lograron el éxito: Canva recaudó $3 millones en financiamiento inicial en dos tramos en 2012 y principios de 2013, incluyendo una subvención crucial del gobierno australiano.

El diseño para el futuro

Hoy en día, Canva ha ayudado a crear casi 2 mil millones de diseños en 190 países y ha ganado el respaldo de celebridades como Owen Wilson y Woody Harrelson.

En octubre de 2019, una ronda de financiación de $85 millones liderada por la inversora de Silicon Valley Mary Meeker de Bond Capital valoró a la empresa en $3.2 mil millones.

Perkins declaró que planea utilizar los fondos adicionales para expandir el equipo y, al mismo tiempo, desarrollar el producto de Canva for Enterprise como un modelo B2B (business to business).

“Nos entusiasma presentar una experiencia completamente renovada junto con un conjunto de productos nuevos destinados a empoderar tanto a equipos como a empresas a diseñar”, comenta Melanie. 

Y ha añadido: “A medida que crece la demanda de contenidos visuales, la gestión de la complejidad dentro de las empresas es más difícil que nunca. Al igual que simplificamos y democratizamos el ecosistema del diseño en nuestra primera década, ahora, en nuestra segunda década, estamos trabajando en unificar los ecosistemas fragmentados de diseño, IA y herramientas de flujo de trabajo dentro de las empresas”. 

Además, la reciente adquisición de Affinity por parte de Canva permite ahora a la empresa, alternativa a Photoshop, lanzar la versión 2.5 con nuevas opciones de edición avanzada para potenciar su rendimiento de edición profesional.

En conclusión, la perseverancia ha sido pieza clave en la historia de Canva, que surgió como un modelo de negocio de diseño de anuarios y se conviritó en un modelo de suscripción “freemium” con una facilidad de uso al alcance de todos. Pero, también, es una historia de innovación en el mundo del diseño digital que busca expandirse en nuevos segmentos con novedosos productos,  siempre con la misión de simplificar el diseño y democratizar el acceso a las herramientas de diseño.


Edición: Sol Seguil