Para ti que ya estás de vacaciones, ya terminasta la segunda temporada de La Casa de Papel y ya no sabes qué hacer con tus días, VA te trae dos eventos que no te puedes perder. Del primero probablemente ya has escuchado y es porque desde 1995 se celebra en nuestra ciudad la Feria Internacional del Libro de Lima, mejor conocida como la FIL. Esta es una actividad organizada por la Cámara Peruana del Libro y este año, en su 24° edición, estará ubicada en el Parque de los Próceres desde el 19 de julio hasta el 04 de agosto.
Hay que ser claros: ir a la FIL puede significar una gran inversión monetaria. La entrada general es de s/.7 y si bien hay precios más económicos para estudiantes, menores de edad y profesores, ir a esta feria en familia, por ejemplo, puede resultar en una cifra considerable (a la cual falta añadírsele la compra de los libros). Es importante reconocer que participar de esta feria, como consumidor y, especialmente como editor, no está al alcance de todos. Sin embargo, también hay que reconocer que a través de los años se ha convertido en una importantísima plataforma para distintas editoriales y para que más personas puedan darse la oportunidad de involucrarse en el mundo de la lectura.
Este año, como parte de su programación, la feria le rendirá homenaje a nuestro Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. El reconocido escritor ya ha sido partícipe de la inauguración del evento el pasado 19 de julio (actividad en la que no se dejó de notar la ausencia de mujeres en la mesa principal) y estará presente en distintos conversatorios con y sobre él. Asimismo, contará con la participación de otro Nobel de Literatura chino, Mo Yan. La feria contará con la participación de 15 países, 165 expositores, presentaciones de libros, homenajes a otros autores nacionales, cuentacuentos para niños y talleres artísticos. Una verdadera fiesta de la literatura.
No tan lejos geográficamente (a pesar de los cambios de locación) y desde el 2006 se realiza también en Lima la AntiFil, la Feria Alternativa del Libro. Esta es realizada por un comité organizativo multidisciplinario que realiza diversos eventos en el año para su financiamiento y tiene como objetivo ser una feria artística y cultural al alcance de todos, pues consideran la cultura como un motor para impulsar formas alternativas de pensamiento. Esta cuarta edición se dará del 31 de julio al 04 de agosto en la Asociación Guadalupana, en Breña.
¿Cuáles son sus diferencias con la FIL? Bueno, principalmente se caracteriza por ser gratuita. Además, se enfoca en apoyar a los artistas y editores independientes en su búsqueda por llegar a un público más amplio y que esté interesado en sus propuestas. Este año, bajo la consigna del arte como herramienta transformadora, van a participar de su elaboración más de 300 artistas y 7 países. Asimismo, tendrá dentro de su programación conversatorios, conciertos, espectáculos escénicos, galerías de arte y talleres gratuitos. Inclusive, tendrá un bloque pensado para adolescentes y niños llamado “El Antifilito”.
En esta cuarta edición, la AntiFil le rendirá un merecido homenaje al poeta y escritor peruano Leoncio Bueno. Él ha sido el autor de distintas obras como Uvas de pial, Pastor de truenos, Invasión poderosa, Memorias de mi desnudez, entre otras. Ha sido un activista: en sus obras se destaca la crítica social y el apoyo a la lucha del campesino y el migrante. Como se puede ver, esta feria está enfocada a valorizar a aquellos que fueron olvidados por mucho tiempo y en evitar que esto siga pasando. En remedio, su variada programación busca algo más allá de centrarse en la lectura: pretende lograr un impacto cultural.
Considero que hay que celebrar la existencia de estos distintos espacios culturales: pelearnos como si en Lima no hubiera espacio para ambas es absurdo. Si tú querías escuchar a Vargas Llosa en la FIL, podías tener la opción de ser uno de los seleccionados para hacerlo. Y, por otro lado, si prefieres ver el estreno del cortometraje documental en homenaje a Bueno, la AntiFil te da esa oportunidad. No quiero arriesgarme a decir que “hay público para todos” (en especial porque estamos hablando de eventos culturales) y asumir erróneamente que la gente va a llegar en igualdad de condiciones a ambas ferias, porque la realidad no es así. Claramente, una “goza” de mayor estigma social versus la otra y también de mayor soporte económico. Sin embargo, dejando de lado esto me atrevo a decir que el tener, a nivel ciudad, en simultáneo estos eventos ya es un logro cultural que debe ser valorado. Ya otras ciudades de nuestro país quisieran tener esa oportunidad.
La coexistencia de estas ferias nos puede dar una esperanza idea de que los que vivimos en Lima (no puedo hablar de los peruanos porque, como ya he mencionado, estos eventos se realizan en la capital) quizá no somos esos seres antilectura que hemos construido en nuestro imaginario colectivo. Sino que, poco a poco, gracias a estas y otras iniciativas no tan “reconocidas”, pero igualmente bienvenidas, el hábito y amor por la lectura está tratando de ser cultivado en nuestra sociedad.
Editado por: Daniela Cáceres