Democracia. Una palabra que sueles escuchar seguidamente, pero cuyo significado probablemente desconoces. Así que te diré lo que busqué en Google aprendí en la universidad. Algo que probablemente la mayoría que haya leído un libro de política sepa es que “democracia” deriva de dos palabras griegas: (i) Demos que significa pueblo; y, (ii) Kratos que significa poder. En pocas palabras, significa el poder del pueblo. Ahora, esta introducción pseudoacadémica es para comentar un punto importante que muchos de los peruanos nos preguntamos: ¿Cuándo descenderá Universitario?, o… ¿El Perú funcionaría mejor si fuera una autocracia?
Autocracia: cuando el poder se concentra en las manos de una sola persona.
Para poder revisar esa pregunta, nos dirigiremos a las opiniones de Macchiavello en relación a las democracias que hoy en día están plagando las noticias. Y no, no me refiero a España y su nueva Miss Universo, me refiero a los dignatarios que parecen hacernos ver que el pueblo no siempre decide bien. Así es, hoy nos vamos a culturizar, puedes llamarme Barney (pero porque estoy gordo). La discusión se basará en una frase de Edmund Burke que dice “toda ley es justa pues es voluntad del pueblo”, basándose en que al ser este quien elige a sus representantes, estos retratan su propia voluntad: ¿lo que el pueblo quiere siempre es justo? o, ¿es cierto que los legisladores retratan la voluntad del pueblo?
Macchiavello fue famoso por una de sus últimas frases Con mis hijos no te metas “Me gustaría enseñarles el camino al infierno, para que se alejen de él.” Su frase era para advertir a los pobladores de la República de Florencia sobre los peligros de un líder con demasiado poder y astucia. La mayoría puede ver su libro “El príncipe” como una guía para los dictadores en cómo llegar al poder, pero también sirve para nosotros, los babosos gobernados para saber quién nos está gobernando y qué es lo que está haciendo. Viendo estas opiniones, analizaremos un poco como podría ver Macchiavello la democracia en el presente.
En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, se dijo que Trump era un racista homófobico utilizó ciertas herramientas para salir adelante en las encuestas y despertar la ira de la ultraderecha para conseguir más votos. Por su lado, Putin utilizó contactos para llegar al poder, y agresión en contra de sus oponentes políticos para mantenerlo. Para Macchiavello, uno de los primeros en postular estas ideas, un político astuto entiende que las percepciones son más importantes que la realidad (algo que te enseñan en la carrera de marketing también #RedbullNoTeDaAlas). Sin embargo, Erica Benner, profesora de filosofía en Yale menciona que Macchiavello no se sorprendería con este tipo de tácticas, ya que según ella “no son nada nuevo”.
Las artimañas de Trump
Esto no puede ser más claro que con el escándalo en el que se vio envuelto Trump al botar un periodista de CNN de la Casa Blanca y revocar su pase de prensa. Declaró que el periodista había agredido a una practicante, a pesar de la existencia de un video donde se ve que hubo un forcejeo dado que la practicante trató de arrancharle el micrófono sin tener éxito.
Erica Benner reconoce que si bien Macchiavello menciona las tácticas que un líder debería tener para llegar a serlo (mentir y ser despiadado), si una persona utiliza esas tácticas puede llegar a verse envuelto en una serie de conflictos al enfrentarse a un pueblo preparado: algo que se ve en EEUU, pero no tanto en Rusia. El tema es la preparación o capacidad del pueblo para ver que están jugando con ellos. En EEUU tienes instituciones para prever eso, como el FBI que está tras los pasos de Trump en sus investigaciones, dado que tienen pistas de sus mentiras. Sin embargo, en Rusia no hay una sola investigación donde Putin no haya puesto a sus aliados en posiciones claves: básicamente es intocable.
A manera de conclusión, no se puede responder la pregunta en 750 palabras, pero Macchiavello reconoció que a pesar de que la democracia es el mejor sistema de gobierno, es posible que esta decaiga y se corrompa. La primera siendo la división política, no necesariamente sobre los partidos, pero el momento que una sociedad se divide y se odia la una a la otra. Y la otra es, en pocas palabras, la indiferencia social. Una vez que el pueblo pierde interés de participación, los líderes adquieren la facultad de manipularlos.
Mordaz, provocador, irónico …. Muy bueno