Muchas veces hemos escuchado el término “apropiación cultural”, pero pocas hemos profundizado sobre el significado de esta acción. ¿Qué significa apropiarse de una cultura?
Según la RAE, apropiarse es tomar para sí una cosa haciéndose dueña de ella (…), y cultura es el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. Por tanto, ¿es la apropiación cultural, en pocas palabras, usar algo distintivo de una cultura? La respuesta a esta pregunta es no; el tema es más complejo que eso.
El diccionario de Cambridge nos brinda un elemento adicional: “el acto de tomar o usar cosas que no son propias de tu cultura sobre todo sin mostrar conocimiento o respeto sobre esa cultura”.
Esta última premisa es la generadora de diversos debates sobre el uso de símbolos distintivos de una cultura en la música, pintura, moda, entre otras expresiones artísticas.
Por ejemplo, a comienzos de año, la diseñadora de ropa Carolina Herrera fue acusada de apropiarse indebidamente de la cultura mexicana en su línea “New Resort 2020” debido a que estaba compuesta por patrones y colores utilizados por los indígenas. Acto seguido, el Gobierno mexicano envió una carta a la compañía en la cual le requería la razón por la que se usaron esos elementos culturales (que se encuentran documentados) y cómo la utilización de estos beneficia a las comunidades indígenas.
En el caso señalado, es bastante obvio que los fines perseguidos por la marca de moda son de explotar económicamente las representaciones de la cultura mexicana sin ofrecer algún tipo de beneficio a los autores. Sin embargo, ¿qué pasaría si los fines no son comerciales sino netamente personales? ¿Podríamos hablar de apropiación cultural o más bien de apreciación cultural?
Existe una delgada línea que separa las nociones mencionadas y esta se llama respeto por la cultura. Dicho de otra forma, en la apropiación cultural, existe un claro aprovechamiento (económico) de un elemento distintivo ajeno a nuestra comunidad; en cambio, en la apreciación cultural se busca entender y homenajear una cultura propia o ajena y la fuente de esta.
Aterrizando en nuestro país, tenemos a Meche Correa, una conocida diseñadora peruana que ha triunfado internacionalmente por sus diseños, los cuales reflejan su amor al Perú y su riqueza cultural. ¿Sus diseños se podrían considerar como una apropiación cultural o una apreciación cultural?
Si bien la cultura es de todos los seres que habitamos este planeta; cada comunidad posee sus propias costumbres, leyendas, vestimentas, etc., que la diferencia del resto. Esta cultura es la herencia de cada individuo y, como tal, debe ser tratada con el respeto que se merece. No hay nada de malo en admirar una cultura ajena (o la propia) o, inclusive, en introducirse en ella, mas aprovecharse indebidamente de esta sin darles crédito a sus orígenes es un atropello a lo que han construido nuestros antepasados durante años.
Edición: Paolo Pró