Queridos lectores, vengo a dar mi descargo. A pesar de ser un ente anónimo, también soy persona #OAlgoAsí #YaNoMeSientoPersona. Hoy caminaba pensando en El Valor de la Verdad de Chupetín #Gaaa econometría espacial, y no me di cuenta de la presencia de una combi asesina de %#$& #EstabaEnMiCara. Así es, su querido robot maximizador fue atropellado #MuñozRevisaMiCaso(?). Por ello, pienso que es necesario analizar cuál es la raíz del problema de la congestión y la seguridad vial en la ciudad. ¿Será Muñoz y sus políticas ineficientes? ¿Serán los microbuseros? ¿Será #AlanCTM? Siempre es ese men. A través de un análisis económico, su querido ente económico herido (pero nunca caído), va a explicar la problemática y plantear soluciones acordes a la teoría de incentivos #ParaMásPlacer.
En primer lugar, para explicar la problemática, es necesario analizar el comportamiento de los microbuseros, los agentes más queridos de la economía (?). Estos individuos tienen una característica particular: en el 99% de los casos, los vehículos que conducen son alquilados a una comisión fija por un período determinado. De esta forma, los costos incurridos no dependen del número de pasajeros con los que se peleen por el pasaje, sino del tiempo alquilado del vehículo. Por otro lado, como cualquier pulpín usuario del transporte público sabe, las ganancias de los microbuseros dependen positivamente del número de pasajeros, los cuales pagan un monto relacionado con la distancia que recorran #PagueSuPasajeJoven #ConMiMedioPasajeNoTeMetas. De esta forma, los beneficios de los microbuseros pueden ser esbozado de esta forma:
Beneficios = Pasaje (d)* #Pasajeros – CF
Así, si se maximiza esta función de beneficios, el número óptimo de pasajeros es infinito #Khé? A partir de esto, podemos entender por qué todos esos desgraciados piensan que siempre hay espacio en su micro #AlFondoNOHaySitio #Apeguense.
Asimismo, es posible observar que los cobradores y choferes no incluyen la externalidad negativa sobre el consumidor que se genera por su maximización #NoLesImportamos, ya que ellos solo van a buscar optimizar sus beneficios. Mientras más pasajeros tengan, mejor #AvanzaAtrás. Mientras que el conductor de la custer asesina del vehículo puede viajar cómodamente en su asiento, las personas que viajan en este medio de transporte masivo son afectadas por el hecho de que entren más personas dentro del vehículo #Apéguese #SeñorYaNoHayEspacio.
Con todo lo mencionado anteriormente se pregunta este ente racional : ¿Debería haber un cierto tipo de regulación? Primero habría que pensar en las externalidades negativas, en otras palabras, efectos negativos al bienestar social, que podrían generar las combis.
Este medio de transporte, además de contaminar, genera muchos accidentes y tragedias como tu último examen de mate (?). No por nada son llamadas “combis asesinas”, pues superan muchas veces parámetros de velocidad establecidos en ciertas rutas, adelantan y cierran pases a otros conductores. No obstante, este comportamiento también posee un por qué #Khómo. En la realidad, se observa que existe una altísima competencia entre las combis por los pasajeros. De esta manera, si vas a una mayor velocidad que tus competidores, existe una mayor probabilidad de llegar primero al siguiente paradero o ponerte en una posición de ventaja sobre la competencia. Así, sobre todo en avenidas transitadas, existe una relación positiva entre la velocidad de la combi y el número de pasajeros por hora #AhoraEntiendoTodo #YaSéPorQuéMeAtropellaron. A partir de ello, podemos concluir que, en caso no se regule dicho comportamiento, los microbuseros van a seguir con dicha actitud para #MaximizarBeneficios.
Por lo general, la sanción que se impone por infringir la ley es una papeleta con una multa que se grava de acuerdo con el nivel de infracción que se haya cometido. Sin embargo, muchos de los conductores se las dan de vivos son muy hábiles para evadir la ley y no pagan la multa. Esto se debe a un bajo enforcement de las leyes; es decir, no hay “mano dura” para que los infractores puedan pagar la multa. Este bajo enforcement más bien reduce la probabilidad a “ser atrapado” incumpliendo las reglas. Por ello, cuando un conductor de una combi asesina está pensando en sus beneficios esperados está teniendo en cuenta los costos por ir a velocidades altas (que aumenta sus ingresos), es decir la multa esperada, son relativamente pequeños o inclusive tienden a cero.
Esto último incentiva a los conductores a seguir infringiendo la ley y llenándose de papeletas cada semana (?). Es por ello, que mientras siga existiendo una falta de regulación “fuerte”, los conductores solo van a buscar maximizar sus beneficios a través de la cantidad de pasajeros que se tenga.
Finalmente, este ser racional se dispuso a pensar en algunas soluciones que podrían mejorar -al menos en algo- la situación de las combis que ponen en riesgo la vida de muchos individuos. La clave está en pensar, como se mencionó anteriormente, en los incentivos de las empresas de coasters y de los conductores. Si el enforcement anteriormente mencionado fuese más efectivo, entonces quizá los conductores la piensen un par de veces antes de correr como Toreto.
Edición: Sofía Flores