«En estas últimas semanas, se ha venido produciendo una tensión en el ámbito internacional. Cuyos principales causantes han sido Estados Unidos y Corea del Norte».
Primero, los conflictos entre dos países en el marco contemporáneo implica, en la mayoría de los casos, la intervención de los organismos de todo el mundo. «Todos opinan, todos comentan: o se tornan a favor o en contra». Segundo, los conflictos políticos internacionales (por insensatos que parezcan) representan la consecuencia dialéctica de la historia. Cada brote bélico tiene sus simientes en el pretérito, las variables económicas, las decisiones políticas… Los líderes o deciden fomentar políticas públicas conciliadoras o amasar el odio y conflagrar conflictos basados en inquinas entre países vecinos y no vecinos.
En julio del año 1968, a pedido de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y con el fin de evitar la diseminación de armas de exterminación masiva, se firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en Londres, Moscú y Washington; después se les invitó a ratificar a los demás países del mundo paulatinamente. El Tratado consta de once artículos que, en líneas generales, permite:
- A los países del Consejo de Seguridad de la ONU (5) poseer armas nucleares, no obstante ser incapaces de transferir materiales básicos (uranio y plutonio) a otros países que no sean del Consejo y
- A los países, no miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, no desarrollar armas nucleares (?), facilitar información al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y aceptar su régimen de inspecciones para acreditar transparencia.
En el año 92, Francia y China ingresaron con la condición de Estados Nuclearmente Armados. En la actualidad 190 países se han adjudicado a este tratado.
Cinco estados: India, Pakistán, Israel, Sudán del Sur y Corea del Norte se hallan fuera del tratado; los tres primeros nunca lo han firmado, mientras que Corea del Norte renunció en el 2003. ¿Por qué algunos países pueden poseer armas nucleares y otro no?, ¿qué código o principio ético establece este régimen? ¿Es coincidencia acaso que justo los países con autorización de fabricar armas nucleares sean los Aliados de la Segunda Guerra Mundial: EE.UU, Rusia, Reino Unido, Francia y China? ¿Por qué este Tratado tiene un sesgo discriminatorio y no un carácter de prohibición universal como la Convención de Armas Químicas?
Cada país firmante debe dar facilidades a los inspectores de las Naciones Unidas —como se mencionó—, cuya labor es verificar que el país que haya ratificado el Tratado no esté desarrollando tecnología nuclear con fines bélicos. Según Mohamed el-Baradei, exjefe de la OIEA, hasta 40 países podrían edificar arsenales nucleares si así lo deseasen, ya que poseen tecnología nuclear desarrollada pero solo para fines industriales.
En el año 2003, Corea del Norte, fastidiado por las inspecciones de la OIEA y por una evidente política de desarrollo nuclear con fines militares, abjuró del TNP. Su salida tuvo una carta desde Pyongyang a Washington donde decía que si existían intenciones de asfixiarlos económicamente por el rechazo del Tratado, se desencadenaría la «tercera guerra mundial». Acaso, ¿un tratado internacional no es un consenso donde se conviene sobre un asunto temporalmente, pero que no obliga a sus firmantes a pertenecer más allá de ello?, ¿no es su carácter voluntario y no obligatorio lo que lo caracteriza?
«Corea del Norte se convierte en el primer país de los firmantes del TNP que decide denunciar este acuerdo destinado a impedir un holocausto nuclear y frenar la proliferación de tecnología capaz de producir armamento atómico», comentó un periódico español en el año 2003.
Corea fue dividida en dos partes terminada la Segunda Guerra Mundial (1945), situación similar con la Alemania de Adolf Hitler. Corea del Norte fue estructurada por la URSS —en aquel entonces—; Corea del Sur, por Estados Unidos. Estas divisiones jamás encontrarían su reunificación en lo posterior. Corea no tuvo una «caída del Muro de Berlín». Norte y Sur quedarían en disputa luego y reclamando cada una la otra parte de la península faltante. Motivo de ello, estalló la guerra de Corea en 1950. Se han firmado armisticios y negociado tratados de paz, pero en la actualidad la contienda sigue en pie de manera intermitente entre ambas Coreas.
Así como todos los países que fueron tocados, alguna vez, por la URSS y/o por el Pacto de Varsovia, Corea del Norte heredó rasgos de las políticas estalinistas. Hoy en día, posee una república socialista basada en la ideología Juche. Las relaciones internacionales de Corea, como las de Cuba, se caracterizaron por un aislamiento con el extranjero y una economía estatal. Corea del Norte, sin embargo, recibe mucha más presión de las organizaciones internacionales y de su verdugo Estados Unidos. Al parecer, los intentos por forzar a Corea del Norte a desarmar sus arsenales nucleares y detener toda intención de producción de este tipo de tecnología han sido fallidos, debido a que Corea, como India y Pakistán, también se cuestiona: ¿Por qué deben haber países «nuclearmente ricos y otros nuclearmente pobres»?
No sorprende las declaraciones de Trump y Kim Jong-un: ambos, figuras paternalistas, se vanaglorian con declaraciones fuertes y contundentes a los medios. «Encontrarán un fuego y una ira jamás vistos», profirió Trump. Tras de todas estas bravatas y arengas, hay personas que lo único que desean es estabilidad y paz. Dormir en sus casas con sus familias y tener uno que otro placer. Nadie quiere ver un bombardeo atómico en Guam, Pion yang o California… Nadie.
Cuestionable, aun así, el Tratado de No Proliferación Nuclear. ¿Este será, realmente, un freno para el desarrollo de armas nucleares o es un fomentador de la desigualdad y por lo tanto de conflictos?