La película La muerte le sienta bien (1992) presenta a dos personajes femeninos: Madeline y Helen como protagonistas, que pelean no solo por el amor de un doctor cirujano, sino por la eterna juventud que una mujer les ofrece. A partir de la teoría de Freud, Lacan, y demás críticas, la mujer no se satisface por medio del falo, sino que aspira a algo más. En consecuencia, puede caer en la locura.

A partir de las cuestiones que Freud hizo hacia el deseo de la mujer, Lacan se da cuenta que el falo no es suficiente para la mujer, “no agota el problema femenino”. La mujer se representa como el “continente oscuro” (Bousoño et al., 2016). Es decir, se representa como el sujeto incógnito y cuyo deseo es incierto. Lacan parte de la teoría de Freud con el fin de superarlo, pues en lugar de resolver la cuestión femenina por la vía del falo y la maternidad, él considera que el deseo femenino va más allá. De acuerdo con Bousoño et al. (2016), Lacan comenta que no es que la mujer tenga envidia al hombre por el simple falo, sino que tiene relación propiamente femenina como ausencia del goce. Es decir, el deseo de la mujer sale de la lógica del falo y del hombre. Así, ambos personajes principales no pelean por un hombre, sino por algo mucho más problemático, como la eterna juventud. La vida, que se acerca al fin, y la muerte promueve el rechazo hacia la vejez y el deterioro, mientras que se fortalece el culto por lo joven y lo bello (Fernández, 2007). El hombre aquí se convertiría en un vehículo para el cumplimiento del deseo, pero también se convierte en un impedimento para la sororidad entre las mismas.

Ambas demuestran su fuerza, ellas son las protagonistas, mientras que el hombre se convierte en solo un espectador, e incluso en un personaje tonto o torpe, a pesar de que actúa de un médico cirujano. Este escenario representa el relevo de la ciencia sobre el deseo femenino. De este modo, desde la teoría lacaniana, hay una articulación entre el discurso capitalista y la desvalorización del “nombre del padre”, del hombre, del falo y del sentido. El personaje de Helen evoluciona a lo largo de la película. Al principio usaba trajes incómodos que tapaba todo el cuerpo, y evitaba palabras que se referían al sexo. Todo lo contrario a Madeline, quien era una cantante y actriz de teatro, y quien era más abierta y exponía su cuerpo para conseguir lo que deseaba, como llegar a casarse con el doctor cirujano Ernest.

Después de una pelea constante, ambas llegan a un acuerdo. Este acto las convierte más poderosas, pues crean una alianza para llevar a Ernest a la mujer con quien hizo el pacto por la juventud. Además, ellas ya no pelean por el hombre, sino que sus miradas se centran en sus cuerpos y su belleza. El hombre queda en un segundo plano. El hombre comienza a degradarse y cae en el alcoholismo y la locura. Él comienza a desear aquello que no puede tener: una mujer. Comienza a entrar en la locura para poder entender qué es lo que hicieron las mujeres para poder convertirse en inmortales. Incluso hace énfasis en que Madeline ha desafiado las leyes de la naturaleza, ya que debería envejecer. Al no poder entender esto o no entender la actitud de las mujeres, él decide retirarse y abandonarlas. El no poder controlarlas o estudiarlas, le hace entrar en la locura. Así, el goce de la mujer es deslocalizado, pues no gira en torno al falo y es ilimitado, y este infinito puede llevar a una mujer a las orillas de la locura por la vía del extravío o arrebato, pues la deja fuera de sí, sin posibilidad de regulación (Bousoño et al., 2016). La mujer aspira a lo ilimitado.

Las mujeres aquí toman un rol masculino, que maneja y golpea al doctor hasta dejarlo inconsciente para llevarlo a la mujer Lisle, para que pueda tomar la eterna juventud. No obstante, cabe recalcar que las mujeres solo lo quieren a su lado por sus propios intereses, ya que sin un médico cirujano de confianza que las arregle cuando su piel se caiga o le haga retoques para seguir manteniéndose joven, no habría sentido tomar la poción. Por ende, no respetan la decisión que el hombre había tomado de abandonarlas. También es debido señalar que todo esto sucede en una fiesta elegante, es decir, las tentaciones, lo prohibido, lo que no es natural, sucede en la oscuridad donde nadie puede ver.

Otro personaje interesante a analizar es la joven Lisle, quien tiene 70 años y se considera como una “bruja”, y mantiene todo estereotipo de ella, pues vive apartada de la sociedad, en una casa muy grande y tenebrosa. Además, en cada minuto de su escena se escuchan los truenos. También, ella no usa casi nada de ropa, sino que mantiene su sensualidad al aire. Lisle es el personaje que impulsa los deseos de la mujer, a centrarse en ellas mismas a través de la poción de la juventud. Así también centra al cirujano, pues lo tienta con tomar la poción ya que él también merecía tener juventud y no solo darles a personas ajenas. Sin embargo, el doctor lo cuestiona, pues se hace las preguntas que las mujeres no se hicieron: La pregunta por la soledad y el aburrimiento. Esto es importante rescatar, ya que al final de la película, después de 37 años, el hombre se casó a los 50 años, y tuvo hijos y nietos, y surgió como un patriarca. Esto es el ideal que el hombre tenía en su mente; por ende, él sabía que Madeline ni Helen podían ofrecer aquello que anhelaba, pues ellas querían juventud, y no el deseo por una familia, sino por ellas mismas, y esto fue lo que le aterraba al doctor. Además, el cura de la misa rescató lo que el doctor realizó para “un mundo mejor”: clínica de consejo matrimonial, centro de estudios de la mujer y la capilla. Estos tres lugares son una forma de control sobre la mujer a lo largo de la historia, pues quiere saber o explicar lo que la mujer debe hacer como madre y esposa. Así, el médico cirujano trató de convertir a la mujer como objeto de estudio hasta su muerte. Sin embargo, no lo logró del todo, ya que al fondo del velorio comenzaron las risas que le pertenecían a dos mujeres de su pasado. Madeline y Helen no se centran en quien murió, sino en el lápiz labial que debían de retocarse.

Ellas no pelearon por el amor del hombre, sino por el uso que él les podía dar. Aquí, el amor se va a un segundo plano, pues no llega a satisfacerlas, de hecho, el personaje de Madeline se vuelve infeliz al estar con un hombre, sin tener una eterna juventud. Por otro lado, el personaje de Helen, no le interesaba el amor perdido, sino que estaba centrada en vengarse de Madeline. Ella fue el motivo por el cual salió adelante, pues había caído en la decadencia. Esto se puede ver en el grosor de su cuerpo y la pérdida de empleo. Años después, sin ayuda de un hombre, ella se convierte en una mujer independiente económicamente y había escalado socialmente a través de la venta de sus libros. Todo lo contrario, a Madeline, quien tenía por esposo al médico, ya que él no le era suficiente. Siempre había algo más grande que el amor y el matrimonio.

Ambas protagonistas realizan un complot para detener al cirujano luego de que este se negara a tomar la eterna juventud. Incluso cuando Ernest estaba a punto de caer, las mujeres lo tientan a tomar la eterna juventud, pero este se niega cuando escucha que Helen le dice que lo necesitarían, pues ahí se entiende cómo el hombre se convierte en una herramienta y se deshumaniza. Por ende, él prefiere morir. Cabe destacar que Lisle les dijo a ambas que, a pesar de tener juventud eterna, no debían arriesgarse ante la muerte, sino que debían de cuidar sus cuerpos. Sin embargo, la competencia que se tenían las llevó a lastimarse. Sus cuerpos comenzaron a despellejarse, porque vivieron sin límites.

En conclusión, La muerte le sienta bien (1992) muestra la locura en el que pueden caer tanto la mujer como el hombre. La mujer cae debido a sus intereses propios, mientras que el hombre cae ante la pregunta por el deseo femenino. La película mezcla el horror y la comedia para hacer ver que el deseo trasciende el falo y al hombre.

Fuentes. (2013). “La Muerte le sienta bien”. Humor con un toque de tragedia, drama e intrigas [infografía]. En Arte de Película. https://artedepelicula.wordpress.com/2013/05/26/la-muerte-le-sienta-bien-humor-con-un-toque-de-tragedia-drama-e-intrigas/
Alcántara, Diana. (2021). Death becomes her [Foto]. https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/2021/la-muerte-le-sienta-bien.html

Bibliografía:

Bousoño, N., et al. (2016). “Histeria, femineidad y locura en los tiempos del otro que no existe”. Anuario de Investigaciones, vol. XXIII, Universidad de Buenos Aires, Argentina.

Fernández, A. (2007). “El psicoanálisis con adultos mayores. Subjetividad, relato y vejez”. Passo Fundo, v. 4, n°1, pp. 76-86.

Freud, S. (1931). “Sobre la sexualidad femenina”, Obras Completas, tomo XXI, Amorrortu, 1994.

Lacan, J. (1958-59). El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpretación, Paidós, 2014.

            (1971-72). El Seminario, Libro 19, Paidós, 2012.

Zemeckis, Robert. (director). (1992). La muerte le sienta bien [Film]. Universal Pictures.