El proceso de concientización acerca del cambio climático es arduo. Aún en pleno 2019 existen personas que confian más en un post en FB que en décadas de investigación científica. Especialmente, sectores conservadores y republicanos en Estados Unidos se muestran incrédulos ante esta realidad. Llegar a ellos es dificil y hasta frustrante, sin embargo, es posible que el futuro resida una vez más en los niños.
Uno de los principales factores que dificultan la lucha contra el cambio climático es la incredulidad de ciertos sectores de la población. Un estudio realizado en la Universidad de Vermont en el 2017 demuestra que los ciudadanos republicanos y conservadores son los más escépticos frente al cambio climático. En la misma línea de este estudio, la Michigan State University reportó hallazgos similares analizando datos de encuestas llevadas a cabo entre el 2001 y el 2010, pero añade que los hombres tienden a sentirse menos preocupados por el cambio climático respecto de las mujeres.
Debido a la contrastable diferencia ideológica entre estos 2 grupos ha surgido la necesidad de generar distintas campañas de concientización. Se requieren métodos distintos para llegar a cada una de estas poblaciones objetivo. Sin embargo, es difícil cambiar la opinión de una persona cuando sus líderes políticos y los medios de comunicación que consumen les dicen lo contrario. Por suerte, un reciente estudio de la North Carolina State University ha encontrado una posible solución: educar niños acerca del cambio climático incrementa la preocupación y conciencia de sus padres sobre el mismo.
El estudio se inició encuestando a 238 estudiantes y a 292 padres para medir su conocimiento acerca del cambio climático. A continuación, se implementó un currículo escolar con énfasis en este tema y al completarse el curso se retomó la encuesta. Los resultados evidenciaron un aumento significativo en el nivel de conciencia de tanto los niños como los padres. Los científicos llaman a este fenómeno “transferencia intergeneracional” y se describe como la trasferencia de conocimientos y actitudes de hijos hacia sus padres. Atribuyen la eficacia de este método a que los niños se ven menos influenciados por agendas políticas y culturales, por lo que sus padres, al tener una relación íntima con ellos y no ver sus ideas como un ataque directo a su ideología, son más proclives a aceptar el conocimiento que ellos les comparten.
Sorprendentemente, el estudio señaló también que entre los padres evaluados, los que demostraron el cambio más grande eran conservadores. Si bien esto se debe a que en su mayoría los padres liberales habían obtenido ya un alto puntaje, el grupo que evidenció un verdadero cambio en su forma de pensar fue el primero. Además, en relación con el sexo de los hijos, las mujeres resultaron más efectivas que los varones en cambiar la ideología sobre el cambio climático de sus padres; y fueron más bien los padres quienes mostraron una mayor concientización final que las madres.
Los autores concluyen que la transferencia intergeneracional produce un cambio notable en la mentalidad de los padres y que incluir un currículo escolar que se enfoque en el cambio climático resultaría una gran arma para combatirlo. ¿Puede este fenómeno tener resultados similares con otros temas?. Es posible que la transferencia intergeneracional se manifieste en nuestra realidad nacional con el currículo de enfoque en igualdad de género que impulsa el MINEDU. Sólo nos queda cruzar los dedos.