Ya es septiembre y el frío está abandonando las calles de Lima. En vísperas de primavera, la temperatura se está estabilizando y ya no vivimos noches tan frías como el corazón de ella #QueSed. Según investigaciones hechas por Lee y Staats (2015), el cambio de temperatura no solo tiene impacto sobre el comportamiento del individuo, sino también sobre la productividad. Bajo este contexto, ¿es posible que el cambio de temperatura mejore el rendimiento de un agente promedio, y en agregado, el de la economía? ¿La primavera será la clave para mejorar la productividad de un trabajador? ¿Alguien sabrá cómo levantarse a las 5 am en invierno? Desafortunadamente, yo no he encontrado cómo #Sad #PorQuéNoMeLevanto. Estas preguntas pueden ser respondidas a través de la comparación del proceso de decisión trabajo – ocio en ambos escenarios #SeVaElFrío #FloreceLaVida.
Según la teoría económica, una persona racional maximiza en función de un análisis costo – beneficio que compara el impacto en la utilidad de ganar un salario contra el impacto del ocio. No obstante, esta maximización suele ser distorsionada por dos efectos: el efecto del clima sobre las opciones de ocio y las condiciones del trabajador.
En nuestro análisis, el impacto del ocio sobre la utilidad depende de un factor importante, el clima. Según un estudio realizado en Estados Unidos por Abele (1986), esto se debe a que las opciones para recrearse cambian de acuerdo al clima y a la temperatura; por ejemplo, en invierno suele haber lluvias y pocas opciones de recreación en el exterior de la casa u oficina. Dado que las opciones de ocio en el invierno son restringidas, la utilidad del ocio se ve reducida y las personas logran concentrarse en el trabajo que están haciendo. Dada la mayor concentración, la productividad de la persona aumenta. Bajo la misma lógica, un mejor clima aumenta las opciones de ocio de la persona y crea una mayor desconcentración de la misma, reduciendo su productividad #PaEsoVoyATrabajar.
Por otro lado, el clima afecta las condiciones de trabajo de la persona. Existen dos efectos directos del clima sobre la productividad de la persona. En primer lugar, existe un impacto en la utilidad de un cambio de temperatura brusco. A mayor cambio de temperatura que sufre tu cuerpo, mayor es la desutilidad. Por eso, me baño con agua tibia un clima más frío desincentiva a la persona a trabajar debido al mayor cambio de temperatura que uno sufre al salir de casa #QuieroMiCama. Así, salir de casa es más costoso y con el actual tráfico limeño, peor #MyLife.
En segundo lugar, el clima afecta la canasta de consumo de la persona. Si la temperatura es menor, mayor va a ser el consumo de chocolates carbohidratos, según las tendencias explicadas en los estudios alimenticios. Esta variación en la composición de la dieta afecta la productividad de la persona, ya que genera un aumento de la fatiga relacionada a una misma cantidad de trabajo #ElEfectoDelChocolate. En base a ambos efectos, dado el cambio de clima de invierno a primavera, se produce un aumento de la productividad.
Este efecto en la productividad causado por un mejor clima impacta directamente en la decisión de trabajo – ocio de un trabajador promedio. Un aumento de la productividad vuelve a la persona más eficiente, por lo que puede realizar el mismo trabajo en menor tiempo. En este caso, el individuo realiza un análisis del trade-off entre las mejores opciones de ocio y obtener un mayor ingreso por realizar más actividades. Esto se puede observar en la siguiente representación del análisis del trabajador:
θ(T) U(h)=U(PMgL(1+δ(T) ))
θ(T) representa la mayor utilidad causada por las mismas cantidades de ocio al tener más y mejores alternativas debido a un clima amigable. Por otro lado, δ(T) representa la mejora de productividad causada por el mejor clima. Entonces, ¿Cuál es el efecto final del clima sobre la productividad? Para responder esta pregunta usaré mi palabra favorita: Depende #AsAlways #EsteMen.
Para realizar un correcto análisis, se necesita evaluar la magnitud de los parámetros en la realidad. Actualmente las opciones de ocio no están totalmente relacionadas al exterior. A pesar de que aún exista cierta predilección por el deporte o los paseos por el parque, la tecnología ha ampliado el número de opciones para chilear relajarse a puertas cerradas. Dadas estas muchas opciones, el impacto de un mejor clima sobre el costo de oportunidad de trabajar es bajo #GraciasNintendo.
Por otro lado, el efecto del clima y la temperatura sobre la productividad es bastante más tangible. Una persona promedio está expuesta a la desutilidad que causa el cambio de temperatura, por lo que, ante un mejor clima, la productividad será mayor. Este efecto provoca que la cantidad de horas trabajadas aumente hasta que la igualdad se cumpla.
En conclusión, dado el actual entorno, un cambio en el clima provoca que un ciudadano promedio tienda a trabajar una mayor cantidad de horas dado el impacto de una temperatura más alta sobre el rendimiento y el bajo efecto de esta sobre las opciones de ocio. Asimismo, este efecto agregado conlleva a una mayor producción en la economía e intensifica el trabajo en esta época. Así que aprovecha el bug la ocasión de trabajar más cada septiembre.