Tras el atentado terrorista en el territorio indio de Cachemira, India respondió con una expedición aérea por Pakistán debido a la colaboración del gobierno con distintos grupos terroristas. En medio de este caos, no es difícil sospechar que se involucren potencias extranjeras. ¿Será esta una oportunidad de Donald Trump para crear una amenaza adicional a China y rodearla geográficamente?
Antes de comenzar a hablar de los detalles del conflicto entre India y Pakistán, a propósito del último ataque ocurrido en esta región, es necesario entender que este asunto no viene de la separación de ambos países hace unas pocas décadas, sino que su origen es mucho más antiguo. En realidad, líderes indios como Gandhi y Nehru convinieron en que esta división sería un paliativo para las tensas relaciones entre hindúes y musulmanes mantenidas durante siglos. Lamentablemente, no sólo quedan problemas latentes dentro de cada país, como este servidor ya explicó anteriormente, sino que este evento le otorgó dimensiones geopolíticas al conflicto.
En particular, el territorio de Cachemira, al encontrarse dividido entre India, Pakistán y China, es el centro de la mayor parte del conflicto territorial. A pesar de ser el único estado indio de mayoría musulmana, acá se sitúan picos del Himalaya desde los cuales vierten múltiples ríos, aspecto vital para India, donde casi la mitad de la población económicamente activa vive de la actividad agrícola, situación similar a la pakistaní. Esta disposición territorial ha permitido que, por ejemplo, India recientemente restringiera el flujo de canales acuíferos que alimentan áridos territorios pakistaníes .
Acá se encuentra el motivo detrás de la disputa territorial que ha dado a luz a los grupos terroristas como el que causó el atentado reciente. Es decir, acá entra tanto un factor religioso como uno nacionalista. Es posible hacer un paralelo a la situación de Irlanda, donde la violencia entre milicias unionistas y republicanas tomó una dimensión religiosa, en tanto los irlandeses católicos se percibían como oprimidos por una clase dirigente anglicana con la cual no podían identificarse. Además, la cercanía geográfica con Afganistán fomentó que los talibanes pudieran relacionar su lucha contra la Unión Soviética con el contexto pakistaní, puesto que la Constitución India prescribe un Estado secular, mientras que Pakistán se define como una república islámica.
Y donde hay terrorismo islámico, no pueden faltar los Estados Unidos de América. Desde varios años atrás, se ha dado una colaboración pakistaní-norteamericana con el fin de recolectar información y combatir a grupos terroristas en Afganistán. Sin embargo, el año pasado el hombre naranja tuiteó sobre la colaboración de Pakistán con los terroristas en Cachemira. Si vemos el mapa, ambos grupos se encuentran a lados opuestos del territorio pakistaní, y los grupos de Cachemira no cuentan con una retórica antiestadounidense, a diferencia de Al Qaeda y los talibanes. Mientras que en India se encuentra en el poder otro líder nacionalista y antislámico, es lógico sospechar que acá hay una alianza natural. Más aun, tampoco es que los Estados Unidos no tengan un antecedente de buenas relaciones con India.
Si has llegado hasta acá, te darás cuenta de que el título no era clickbait, pues el arsenal nuclear es de suma importancia para las relaciones indo-norteamericanas. Si bien el Tratado de No Proliferación Nuclear restringe la posesión de armamento nuclear a la mayoría de países del mundo (excepto a cinco), tanto India como Pakistán se han rehusado a firmar este acuerdo. A pesar de que prácticamente todos los demás países forman parte de éste y como tales, se encuentran impedidos de colaborar en el desarrollo de programas de armamento nuclear de estas naciones, existen mecanismos a través de los cuales India y Pakistán han recibido material fisible. En el Acuerdo 123, los Estados Unidos obtuvo el apoyo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica para que India pudiera ser un Estado nuclear de facto, mientras que Pakistán consiguió que su principal aliado, China, le proporcionara condiciones similares.
Dicho esto, los misiles nucleares tanto de India como Pakistán son casi exclusivamente de corto alcance, pues sólo necesitan cruzar una frontera, la cual es probablemente la más militarizada del mundo. India ya se encuentra en una situación riesgosa con Pakistán, pero acá se está ignorando cómo es que esta es una especie de Guerra Fría, dado que el armamento nuclear viene por cortesía de los dos países más poderosos del mundo y justo en este momento estos se encuentran en muy altas tensiones. Si uno presta atención, es fácil darse cuenta de que los estadounidenses intentan rodear geográficamente a China. Al otro extremo del territorio, se encuentra la frontera con Corea del Norte, otro país con armamento nuclear con el cual los Estados Unidos han intentado establecer mejores relaciones. Por el norte de China, se encuentra Rusia, país del que se acusa mucho a Trump de apoyar desmedidamente. Quedan dos años hasta unas elecciones que representarán un gran reto para Donald Trump. Si esto significa algo, es que él va a apresurar el conflicto y serán dos años muy complicados.
Editado por: Pierina Paytán